lunes, 27 de julio de 2015

SCIOLI…¿EL TRIUNFO DEL SILENCIO?

SCIOLI…¿EL TRIUNFO DEL SILENCIO?

EDUARDO SANGUINETTI, FILÓSOFO RIOPLATENSE

Instalar a Daniel Scioli como la figura clave en año electoral, responde a una apuesta tradicional en el peronismo de aglutinar a propios y ajenos, que apuntaa la tan mentada apertura proselitista del partido justicialista.

Lo impensable, llega a instalarse en este 2015 en Argentina… un claro ejemplo, es el cambio de postura de la titular de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, sobre Daniel Scioli, precandidato elegido por la presidente Cristina Fernández, representando al Frente para la Victoria… Eduardo Van Der Kooy, un articulista del diario Clarín, resalta en columna de opinión días pasados el gesto de la presidente Cristina Fernández, al ponerse de pie en un acto en Cañuelas, celebrando el rústico discurso de Scioli,”este gesto de Cristina con Scioli, podría resultar la señal más elocuente del tiempo nuevo que se inició en el peronismo, sin distinción de identidades” resalta el opinólogo del medio Clarín, que pareciera haber bajado los decibeles de críticas acérrimas, al gobierno de Cristina Fernández y darle un crédito de confianza al motonautaScioli.

Sin dudas, una electrólisis de identidades superpuestas se ha instalado en el mapa político de Argentina… donde el candidato a presidente del PRO, Mauricio Macri, a las claras, tuerce la proa de su discurso y se suma a los “logros” estatizantes del gobierno kirchnerista, aprobando también, los subsidios otorgados a ciudadanos de menores recursos, ¿suicidio político de quien fuera hasta no hace mucho el mayor oponente al kirchnerismo?

Lo curioso de este relato, es que Mauricio Macri, lanza estas palabras laudatorias la noche del triunfo de su benjamín, Horacio Rodríguez Larreta, en elecciones para Intendente de la Ciudad de Buenos Aires, en que ganó por mínimo margen, a Martín Lousteau, un ex-ministro de Economía del gobierno kirchnerista, hoy,  en otro espacio político.

La elección repentina de Daniel Scioli, como candidato del Frente para la Victoria, fue un balde de agua fría para la mayoría de militantes kirchneristas, que lo han visto siempre con desconfianza, “un sapo de otro pozo”… “el soldado Scioli”, siempre firme y en silencio, a la hora de hacer la venia, a lo que sea y por lo que sea, soportando situaciones indignas en muchas ocasiones, pero… la persistencia, tiene su premio, ¿o existen pactos preexistentes para haber arribado a este final?

En estos últimos meses, la única oportunidad de seguir con el denominado Proyecto Nacional y Popular, al que se volcó un pueblo entusiasta y con ánimos participativos, por supuesto condicionado… y el sueño de continuidad, hoy diluido para miles… entre la vacilación y el acatamiento a la elección de este candidato, hoy gobernador de la Provincia de Buenos Aires, por la líder Cristina, dejó boquiabierto hasta el más templado… un “golpe oportuno” asestado con la mejor-peor de las intenciones, ingenuidad ausente, Maquiavelo presente, sin lograr disimular el oportunismo de quienes pactan en las sombras, ¿una traición a lo construido en estos años de gobierno K?.

Paternalismo, bonhomía, “legalidad” y apoyo de la banca europea que puede apoyarlo, serán las armas a utilizar de ahora en adelante, si DaneilScioli fuera presidente, acompañado por su mujer, la inefable Karina Rabollini, ex-modelo publicitaria y de pasarela, hoy ferviente fan de Eva Perón, ah! y el Dr. Carlos Zanini, candidato a vicepresidente y compañero de fórmula del motonauta… Daniel Scioli, impulsado a la política, como no lo ha escondido jamás, por el presidente ultraliberal, Carlos Menem, cuando lo eligió como diputado electo de Buenos Aires, allá en 1997, sin militancia, sin trayectoria política, pero con contactos puntuales, para arribar a “buen puerto”.

Y me pregunto ¿quién es Daniel Scioli?, en los /80, paseaba debajo de las pasarelas de Giordano, el peluquero estrella, por Punta del Este, una infancia de familia neoburguesa, una hija escondida durante quince años, su fascinación por el Dr. Ricardo Alfonsín, la quiebra de la casa de electrodomésticos familiares y una carrera en un deporte para pocos, donde de manera permanente tomaba contacto, a nivel cocktel, con los poderosos de Europa… cierta coquetería vocacional y la áspera relación con los Kirchner… no olvidemos que este hombre maniqueista y neutro, puede ser el futuro presidente de Argentina, el país de los “frentes internos”, donde Dios es argentino y se vive en una verdadera “democracia procedimental”.

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