sábado, 11 de octubre de 2014

ME JODE POR BERLANGA Y AZCONA

ME JODE POR BERLANGA Y AZCONA

GERARDO TECÉ

 Me jode por Berlanga y Azcona. Estarían disfrutando aquí abajo sacando material como locos para nuevas pelis. En el cielo no hay cine. Se enteraron al llegar allí. Menudo disgusto se llevaron. Demasiado tecnológico eso del cine, decidió alguno, demasiada mentira el jueguecito de poner los fotogramas ahí bien pegados unos a otros para que parezca acción real. Fuera de aquí el cine, dijo alguien en algún momento de la historia del cielo, jodiéndole la estancia a Azcona y Berlanga. Sin embargo, soñar sí dejan. Y la otra tarde estaba uno de los dos entre adormilado todavía después de la siesta y excitado por toda esta historia, cuando empezó a dormitar algo así como…

Manolo, arranca la furgoneta que han llamado de Sanidad. Tiramos para lo del perro. ¿Llevas los guantes? Bien, pues píllate también una chaqueta de cremallera así apañada que cierre bien hasta arriba, no nos vaya a pegar la rabia el bicho. ¿He dicho rabia? Perdona. El ébola, lo que el perrete tiene es ébola. Pobre animalito. Aunque ahora que me acuerdo esta mañana escuchando el boletín con el café han hablado del perro y ha dicho la locutora que tampoco es seguro que tenga el ébola, que en un perro es más bien improbable tirando a que no lo va a tener, pero que mejor prevenir que curar. Tú y yo somos unos mandaos, así que no nos vamos a poner aquí a discutirle a la locutora. Pasada la rotonda, la segunda salida, Manolo. Verás tú como los guantes estos no estén pensados para el ébola, la rabia o lo que el bicho tenga y acabemos en el Carlos III echando espumilla por la boca como el cura. Mandaría huevos, ¿eh, Manolo? Se iba a reír poco mi cuñado. Lo tengo siempre dando la lata con los guantes. Que si son finos, que si eso traspasa la humedad. Yo le digo, Miguel, que esto no es África, que aquí no hay leones ni lagos, que con los guantes estos voy por Madrid que vuelo. Hablando de África, hay que ver cómo se ha extendido lo del ébola por África, ¿eh, Manolo? Qué pena me da esa gente. Ahora que estaban remontando un poco con el dinero que les dejó el Mundial, les viene esto. Tienen la negra. Allí les entra un resfriado y claro, ni protocolo ni hostias en vinagre, allí se pone malo uno y van cayendo todos los demás. Muriendo a miles al día andan, fíjate lo que te digo. Ahora tírale recto hasta que yo te diga. Me conozco esto como la nevera de mi casa. Antes venía mucho por aquí a traer a mi señora a trabajar, pero con todo el tema de ‘Lemanbroder’ cerraron la planta del hospital. Ahora está haciendo pisos, pero mejor, porque le pillan cerca de casa y eso que ahorramos en transporte. Te comentaba, Manolo, que según el boletín, la enfermera se fue de vacaciones después de pillar el ébola. ¿Te puedes creer la tía? Tiene valor la gente. Manda cojones. A la gente le pones una pulsera de hotel de esas de todo incluido y de tanto mojito en la piscina ya no sabe si tiene ébola, sarampión o un tío en Alcalá. Sigue todo recto mientras yo te diga. Y claro, al final el que lo paga es el pobre perro. No se pueden tener animales si no sabes cuidarlos, sacarlos tres veces al día, darles su pienso… Coño, Manolo, ¿has echado la jaula en el remolque? Hostia, qué susto. Menos mal porque si no hay que volver. Los de Sanidad están con el pico muy fino estos días. Que seamos muy estrictos con el protocolo, me han dicho, que una vez metido el perro, la jaula no se menee mucho y que la tapemos con una manta o un trapo o algo para que no se vea el bicho dentro, no se vaya a contagiar ahora un periodista o uno de estos ‘grinpís’ que están en la puerta y para qué queremos más. Próximo cruce a la derecha, no te lo pases, y hemos llegado. Acuérdate. Cremallera de la chaquetilla para arriba, guantes apretados pero que no te corten la circulación, no vayas a perder la mano, Manolo, y sujetar bien la jaula. Le ponemos un par de bridas y eso no lo tumba ni el ébola ni el ébolo. Y mi estampita de la Virgen de la Paloma, aquí, en la cartera siempre. De momento me ha funcionado. Vamos al lío que después del perro hay que ir a sacar un gato muerto de la depuradora y no quiero que me pille atasco y me den las cuatro comiendo.

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