martes, 9 de julio de 2013

UN PLIEGUE DE ESPECTÁCULO

UN PLIEGUE DE ESPECTÁCULO

Por Eduardo Sanguinetti

La prensa argentina es hoy incontestablemente una de las peores del continente
Su concentración ha llegado a límites preocupantes. Dos grandes grupos económico-financieros cubren la totalidad del país.

Las informaciones políticas son copiadas directamente de las agencias de noticias extranjeras, y las opiniones consensuadas con argumentos sustentables no tienen espacio. Solo domesticidades truculentas que dejan al descubierto la fractura social de una comunidad amancebada y epidérmica en sus fines, solo con espacio para un disenso simplista y con una animosidad inocultable hacia la presidenta Cristina Fernández y su gestión de gobierno.

Todos los articulistas, entrenados en las mesas de noticias neoliberales “al uso nostro”, de opinión excluyente y monolítica, conforman la guardia pretoriana de la falaz y monocorde “queja” de una burguesía infecta y atomizada en asuntos periféricos, en disonancia con el periodismo veraz y legítimo de otros tiempos, donde la “confrontación de ideas” daba marco y esencia a la labor de informar. Hoy, estas modalidades están exiliadas de los medios de comunicación del pensamiento único.

Las noticias de orden internacional son acomodadas a gusto y regusto de las multinacionales y de los dueños de la información, de la gran nación virtual, de las pistas de la web, como son Google, Yahoo, Wikipedia y demás sitios, siempre con referentes en cada continente, para que la libertad de expresión brille por su ausencia.

Un claro ejemplo lo da el arbitrario y grosero accionar de varios países de la Unión Europea, días pasados, en relación al presidente de Bolivia, Evo Morales, al impedirle sobrevolar el espacio aéreo de sus países y colocar al avión presidencial fuera de la ruta trazada que hubo de ser modificada de urgencia. La noticia, de por sí muy importante en cuanto a las relaciones bilaterales de América Latina y la vieja Europa y lo porvenir, ante tan flagrante humillación que ha sufrido Evo Morales, fue tomada y transmitida por estas corporaciones de medios como un pasaje, en un par de minutos, sin opiniones sobre el tema; solo fue un malentendido con disculpas del canciller francés a destiempo. Respecto al golpe de Estado en Egipto y sus consecuencias, solo imágenes y unas palabras que acompañaban a las mismas, otros malentendidos de las relaciones internacionales, para estos degradantes medios.

La programación, de noticia única, siguió su curso pautado y me refiero puntualmente a las curiosas y delirantes investigaciones del homicidio de una adolescente, ocurrido hace un mes y que ya tomó carácter de “acontecimiento del año”.

Por supuesto, con informadores de los canales de los grupos económico-mediáticos, protestando acerca del tratamiento que se le da a la noticia. Se convierten así, en una especie de teólogos vocacionales, desgarrándose las vestiduras pero continuando con las instancias necrológicas, escatológicas, del peor policial negro, que se cocinó en las mesas de redacción del denominado periodismo argentino. Una “vera merda”, por donde se la analice, sin dar lugar al más mínimo análisis. Periodismo basura, para espectadores basura, diría el siempre recordado Discépolo.


Aquello de que hablo es un dominio inexplorado, pleno de palabras escritas y vocalizadas, palabras que articulan frases y textos que conforman la prensa diaria, infectan e ignoran, borran y deterioran, dan vergüenza, falsifican, estropean, oscurecen y crean un estado de violencia creciente y espantosa. Lo que se publica no se identifica con lo que “es”, la existencia es otra y estamos bastante lejos de poder instalar a la verdad en el espacio del acontecer de este mundo donde intentamos vivir, computar y existir, sin representaciones teatrales de la denominada realidad de hoy: un pliegue de espectáculo.

1 comentario:

  1. Nota ESCLARECEDORA y muy interesante que al fin desde la prensa se hable de la expresión manipulada de los grupos económicos de la prensa.

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