lunes, 29 de julio de 2013

CRISTINA, LA IRA DE DIOS

CRISTINA, LA IRA DE DIOS

 Por Eduardo Sanguinetti
El 8 de agosto se prepara la “más grande marcha de la historia” contra el gobierno de Cristina Fernández, y según pasan los días, el odio y el resentimiento de la masa de activistas caceroleros aumenta su tenor y la atroz posibilidad de llegar a una situación "sin retorno", a lo que se creía superado:

El transitar una existencia dentro del marco de armonía y diálogo que la democracia propone y las macro-corporaciones disponen, creando el clima propicio para un golpe de Estado subliminal. ¿Cabe alguna duda?

La desinformación se despliega, en un mundo en que no hay lugar, ya, para ninguna comprobación cierta de nada. Cada día hay un mayor número de hombres y mujeres formados e instruidos para actuar en el secreto, entrenados para no hacer más que eso, ya sea desde las macro-corporaciones mediáticas o desde cualquier poder, en acto de confrontar y defecar en la decisión de las mayorías al elegir a sus gobernantes y adherir a sus acciones de gobierno.

Se trata de cuadros especiales de hombres de las más variadas profesiones, armados de archivos reservados, de observaciones y análisis secretos, en fin, mercenarios rentados. Estos infectos contratados disponen de diversas técnicas para la explotación y manipulación de esos asuntos secretos, consumidos con unción por las burguesías parásitas neoliberales que conforman un amplísimo espectro de la comunidad, hoy en pie de guerra abierta al gobierno de Cristina Fernández y a todo lo que esta mandataria capaz, perspicaz, aguda y valiente, intenta poner en acto, siempre a favor del pueblo y sus necesidades y al margen de cualquier ideología de ocasión, fundando una tendencia marcadamente fuera del peronismo ortodoxo, tan mezquino en su propios fines.

“Cristina la ira de Dios”, como podría ser bautizada por sus detractores y quienes la demonizan, se subleva estupendamente a las escleróticas políticas de entrega y sumisión. Lo hace con talento, ironía y sarcasmo, impregnada de aires revolucionarios nacionales y populares, instancia que provoca la ira, la envidia y el pánico de la denominada oposición liberal, peronista y de la izquierda capitalista.

Cristina escapa a los lugares comunes y a la política marcada por EEUU, tan afecta a desvirtuar nuestro destino. Imposiciones del imperio del norte, que han llevado a Argentina y a todos las naciones hermanas a ser territorios con su patrimonio cultural y de relación degradados; solo el mercantilismo impuso criterios siniestros para la vida en relación de los pueblos, sometidos a las tendencias anquilosadas, vetustas y consumistas de importación.

Dejando en claro que jamás adherí al movimiento peronista, manifiesto enfáticamente con certeza, a mi modo de ver, que la presidenta Cristina Fernández, en actitud y aptitud, superó y trascendió al peronismo en discurso, en práctica de la verdad y en cualidades éticas que el peronismo, a mi humilde entender, jamás tuvo.

Cristina Fernández, en Argentina no tiene reemplazo hoy, dada la ausencia de candidatos capaces, valientes y con sentido de nación; lo manifiesto sin dudas ni intereses de ningún tipo, solo me impulsa mi adhesión a la verdad.

En sus gobiernos se promulgaron la fantástica Ley de Medios (un derecho humano), la Ley de elección de los jueces de la Magistratura de manera directa, la nacionalización de YPF, Ley de Matrimonio Igualitario, el cepo cambiario, la expropiación del predio de la Rural, la consumación de juicios y prisión a los genocidas de la dictadura, sin antecedentes en ningún país hermano, el reclamo permanente sobre nuestras islas Malvinas y tantas otras acciones a favor del “deber ser”, sumado a su capacidad oratoria, harto demostrada en aquel discurso de setiembre de 2012, en Naciones Unidas, impecable e implacable.

Estimados lectores, sobre una economía de mercado semifeudal, no pueden prosperar jamás ni funcionar legítimamente las instituciones democráticas, incluida la corrupción endémica que hizo nido en nuestras instituciones y comunidad toda, incluidos funcionarios del gobierno. Creo que estamos muy lejos de erradicarla. Todo hoy nos insta a un ensayo de entendimiento y acción, ante las exigencias del presente y de nuestro despliegue personal, tiempo al tiempo, espacio al espacio.


1 comentario:

  1. Magnífico panóptico de Argentina del presente. Valentía y lucidez. No agrego más.

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