REZO PARA QUE SE MUERA EL PAPA
DAVID
TORRES
Algunos de los curas
intervinientes en la tertulia 'Sacristía de la Vendée' emitida en YouTube y el
Papa Francisco en el centro.
En una de esas antologías presididas por el rostro abotargado de Alfred Hitchcock, leí hace muchos un cuento de terror que me impresionó mucho. Era la historia de un hombre al que convocan para que entre en una gran organización clandestina que se dedica a desear la muerte a la gente. Le dicen que la ejecución consiste en coordinarse en un momento determinado del día y desear fervientemente, todos a una, que un pobre panoli pase al otro barrio: una especie de magia negra infalible porque un enjambre de miserables concentrados en atraer el mal fario sobre un desgraciado no falla nunca. Hoy día el invento ha mejorado mucho gracias a Twitter.
Por supuesto, para
que el procedimiento sea efectivo, el condenado debe saber de antemano que, a
las nueve de la noche de tal día, millones de canallas a los que ni siquiera
conoce empezarán a anhelar con todas sus fuerzas que le parta un rayo. El miedo
y la superstición hacen el resto e, inevitablemente, el pobre desgraciado acaba
falleciendo de un fallo cardíaco o de un ataque de pánico. Le dicen que para
ingresar en el club sólo tiene que dar el nombre de una víctima cuya
desaparición vaya a mejorar el mundo, y sin pensarlo mucho, da el nombre de un
vecino suyo al que odia cordialmente. Tres días después recibe una carta donde
le explican que su candidato ya forma parte de la organización y que, en
represalia y sintiéndolo mucho, esa misma noche una populosa caterva humana va
a empezar a desear su muerte.
Ya sabíamos que
miles y miles de católicos en todo el mundo desean que el Papa Francisco vaya a
reunirse muy pronto con los coros celestiales; uno de los pocos que no lo
sabía, al parecer, era el Papa Francisco. Desde ayer, sin embargo, es de
conocimiento público que hay un montón de sacerdotes que rezan con todas sus
fuerzas para que se vaya al cielo cuanto antes; lo anunció Gabriel Calvo Zarraute,
de la Archidiócesis de Toledo, y lo confirmó el estadounidense Charles Murr con
una frase definitiva: "Somos muchos con esa intención". Una cosa es
que te deseen la muerte unos aficionados, rezando el rosario de rodillas y
dándose manotazos en el pecho; otra muy distinta es que se pongan a la tarea
unos profesionales de la plegaria.
La reunión tuvo
lugar a través de una videollamada, igual que en el taller de novela que doy a
mis alumnas por zoom, sólo que en esta ocasión la pantalla aparecía cuajada de
sotanas y, en lugar de hablar del Quijote, de las trampas de la tercera persona
o del humor en Kafka, los participantes comentaban las oraciones que dedican al
rápido fallecimiento del Papa Francisco. Ante el aluvión de críticas recibidas,
los curas han reaccionado diciendo que se trataba de una broma, que los han
entendido mal, que ellos lo que querían era que el Sumo Pontífice se subiese a
una de las naves espaciales de Elon Musk para ver la parroquia a vista de
pájaro, pero sin que el cohete estallara a los cuatro minutos del despegue,
como suelen hacer los artefactos de Musk en una mascletá estratosférica.
Es una pena que las
controversias religiosas, a las que tan aficionados son los prelados católicos,
se hayan reducido a esto. En la larga lista de pontífices asesinados abundan
los envenenamientos, los estrangulamientos y las palizas, aunque vete a saber
si lo de rezar al unísono y que el objeto de la oración aparezca frito en su
cama no ha sido durante siglos el modus operandi habitual a la hora de preparar
el relevo en el Vaticano. En Ferraz los católicos más fervorosos llevan varios
meses rezando por la muerte de Pedro Sánchez y el tío sigue más sano que Jordi
Hurtado. Van a tener que llamar a los exorcistas del Grupo Malaje en cuanto el
Papa Francisco haga mutis por el foro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario