domingo, 24 de marzo de 2024

FEIJÓO, AYUSO, ALBERTO Y LA CARNAZA

 

FEIJÓO, AYUSO, ALBERTO Y LA CARNAZA

ROMÁN CUESTA

La borrasca A y la borrasca B chocan frontalmente, truenos de corrupción y aguaceros de acusaciones…  me recuerdan al cuadro de Goya sobre dos mamertos enterrados hasta las rodillas matándose a palos… así es España

Cuando empezó el lío este de Koldo y volvió arrastrándose a la palestra el tema del saqueo durante la pandemia, comente con un compañero sindicalista, con el que comparto charlas apasionadas y café, que uno de los mayores beneficiados podía ser el gallego Feijóo… el ruido de mascarillas iba a despertar a Tomás y eso no podía ser bueno para su hermana… otra vez en el candelero.

 

Los acontecimientos posteriores han contribuido decisivamente a crear una tormenta perfecta.

 

La corrupción es la grasa que permite que la maquinaria del sistema funcione y se perpetúe. Madrid es un arquetipo, impermeable a las barrabasadas de Gallardón, a los silencios cómplices de Esperanza Aguirre, a la funesta presencia del clan de Ignacio González, la chulería corrupta de Granados o el falso Master y las cremas hurtadas por Cifuentes.

 

A Ayuso la amamantaron políticamente los mismos próceres de Gürtel, Púnica y Lezo, una MAFIA organizada para saquear la Comunidad de Madrid y media España, una MAFIA que tras ser, en parte, desarticulada, se vio obligada a tirar de los muletillas de segunda fila para completar la terna.

 

De esa criba judicial surgieron Casado y Ayuso, el primero contaba con el padrinazgo del nuevo tesorero popular, el prócer abulense Sebastián González Vázquez, un hombre de Acebes con el que compartió despacho en la ciudad amurallada. Sebastián, presidente de la Diputación Provincial de Ávila entre 1993 y 2004, procurador regional en la III legislatura de las Cortes de Castilla y León y diputado y senador en la VIII, IX, X, XI y XII legislaturas de las Cortes Generales, fue el encargado de ejercer como anfitrión, durante meses, del venezolano Rafael Ramírez Carreño, imputado en una decena de causas por corrupción vinculadas a la petrolera estatal del país caribeño (PDVSA).

 

 

Pablo Casado y Sebastián González Vázquez, tesorero del PP

Carreño, el hijo de Agustín Rodríguez Sahagún y el propio tesorero popular preparaban por aquellas fechas (2017) la estrategia para “enmierdar“ a PODEMOS como fuese y a la vez ofrecían facilidades a los colegas venezolanos para blanquear el botín de la petrolera, siempre que estos colaborasen.

 

Los “bolivarianos” acabarían usando las mismas vías que Bárcenas para adquirir propiedades en La Moraleja con dinero procedente de Hong Kong a través de Luxemburgo hasta llegar a nuestro país.

 

 

Por qué les cuento esto… porque Casado patinó al enfrentarse a Ayuso, olvido que en los repartos, como es costumbre, un diezmo siempre va para el partido y Sebastián se sintió traicionado.

 

Aquella batalla la gano Ayuso, pero salió tocada.

 

No era el primer caso en que familiares directos de la presidenta se veían involucrados, todavía daba coletazos el préstamo que nunca devolvieron sus padres a Avalmadrid cuando estallaba el escándalo de su hermano Tomás y aunque fue capeado, dejo ya un poso de sospecha, por acumulación de indicios, difícil de arrojar al saco del olvido.

 

Y llego el caso Koldo, en el PP todo era jolgorio, eufóricos y confiados soltaron la bicha que les habría de morder otra vez, como siempre, porque en este país cuando se habla de corrupción dicho partido sienta Cátedra, cientos de casos jalonan su trayectoria y no han sido simples asesores sus protagonistas… presidentes nacionales y de comunidades autónomas (la madrileña una de las más afectadas) han acabado en la cárcel o imputados.

 

Hasta llegaron a denunciar los contratos firmados por una de las empresas que pago comisiones a la pareja de Ayuso…

 

Esta estrategia de tierra quemada, provocada por un calendario judicial que ni siquiera Castellón podrá desarticular, pretende enfangar el terreno de juego hasta el punto en que sea imposible distinguir las camisetas azules de las rojas.

 

La Perla Negra, Ciudad de la Justicia, los coletazos de Gürtel, la macro operación Púnica (que afecta a docenas de ayuntamientos madrileños) Lezo y el saqueo del Canal de Isabel II, docenas de casos que incluyen una pieza fundamental, la de la financiación irregular del partido, la que más temen y la que puede provocar su ilegalización (un sueño).

 

Al Gallego Feijóo, viendo el panorama, no le vendría mal arrojar carnaza a los leones, y Ayuso, con su estrategia errática y desesperada, auspiciada por MAR, se lo está poniendo en bandeja.

 

¿Cuánto durará la agonía? Depende… todo depende… Pero no duden que si hay que eliminar a Alberto de la ecuación, se hará.

 

Hoy por hoy, una de las pocas maniobras que puede permitirse la presidenta madrileña, tras sus mentiras y los ladridos de su asesor, es sacrificar al cordero y ese papel le toco a Alberto en la última rifa en Génova 13.

 

“Material prescindible… nos jugamos mucho en esta comunidad”, conspiraban dos “patas negras” asomados a la ventana mientras contemplaban como el Maserati abandonaba la sede, reformada en B , que Casado prometió vender.

 

Han pasado los Idus de marzo… pero ya vendrán los de abril.

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