FEIJÓO, AYUSO, ALBERTO Y LA CARNAZA
ROMÁN
CUESTA
La borrasca A y la
borrasca B chocan frontalmente, truenos de corrupción y aguaceros de
acusaciones… me recuerdan al cuadro de
Goya sobre dos mamertos enterrados hasta las rodillas matándose a palos… así es
España
Cuando empezó el
lío este de Koldo y volvió arrastrándose a la palestra el tema del saqueo
durante la pandemia, comente con un compañero sindicalista, con el que comparto
charlas apasionadas y café, que uno de los mayores beneficiados podía ser el
gallego Feijóo… el ruido de mascarillas iba a despertar a Tomás y eso no podía
ser bueno para su hermana… otra vez en el candelero.
Los acontecimientos posteriores han contribuido decisivamente a crear una tormenta perfecta.
La corrupción es la
grasa que permite que la maquinaria del sistema funcione y se perpetúe. Madrid
es un arquetipo, impermeable a las barrabasadas de Gallardón, a los silencios
cómplices de Esperanza Aguirre, a la funesta presencia del clan de Ignacio
González, la chulería corrupta de Granados o el falso Master y las cremas
hurtadas por Cifuentes.
A Ayuso la
amamantaron políticamente los mismos próceres de Gürtel, Púnica y Lezo, una
MAFIA organizada para saquear la Comunidad de Madrid y media España, una MAFIA
que tras ser, en parte, desarticulada, se vio obligada a tirar de los
muletillas de segunda fila para completar la terna.
De esa criba
judicial surgieron Casado y Ayuso, el primero contaba con el padrinazgo del
nuevo tesorero popular, el prócer abulense Sebastián González Vázquez, un
hombre de Acebes con el que compartió despacho en la ciudad amurallada.
Sebastián, presidente de la Diputación Provincial de Ávila entre 1993 y 2004,
procurador regional en la III legislatura de las Cortes de Castilla y León y
diputado y senador en la VIII, IX, X, XI y XII legislaturas de las Cortes
Generales, fue el encargado de ejercer como anfitrión, durante meses, del
venezolano Rafael Ramírez Carreño, imputado en una decena de causas por
corrupción vinculadas a la petrolera estatal del país caribeño (PDVSA).
Pablo Casado y
Sebastián González Vázquez, tesorero del PP
Carreño, el hijo de
Agustín Rodríguez Sahagún y el propio tesorero popular preparaban por aquellas
fechas (2017) la estrategia para “enmierdar“ a PODEMOS como fuese y a la vez
ofrecían facilidades a los colegas venezolanos para blanquear el botín de la
petrolera, siempre que estos colaborasen.
Los “bolivarianos”
acabarían usando las mismas vías que Bárcenas para adquirir propiedades en La
Moraleja con dinero procedente de Hong Kong a través de Luxemburgo hasta llegar
a nuestro país.
Por qué les cuento
esto… porque Casado patinó al enfrentarse a Ayuso, olvido que en los repartos,
como es costumbre, un diezmo siempre va para el partido y Sebastián se sintió
traicionado.
Aquella batalla la
gano Ayuso, pero salió tocada.
No era el primer
caso en que familiares directos de la presidenta se veían involucrados, todavía
daba coletazos el préstamo que nunca devolvieron sus padres a Avalmadrid cuando
estallaba el escándalo de su hermano Tomás y aunque fue capeado, dejo ya un
poso de sospecha, por acumulación de indicios, difícil de arrojar al saco del
olvido.
Y llego el caso
Koldo, en el PP todo era jolgorio, eufóricos y confiados soltaron la bicha que
les habría de morder otra vez, como siempre, porque en este país cuando se
habla de corrupción dicho partido sienta Cátedra, cientos de casos jalonan su
trayectoria y no han sido simples asesores sus protagonistas… presidentes
nacionales y de comunidades autónomas (la madrileña una de las más afectadas)
han acabado en la cárcel o imputados.
Hasta llegaron a
denunciar los contratos firmados por una de las empresas que pago comisiones a
la pareja de Ayuso…
Esta estrategia de
tierra quemada, provocada por un calendario judicial que ni siquiera Castellón
podrá desarticular, pretende enfangar el terreno de juego hasta el punto en que
sea imposible distinguir las camisetas azules de las rojas.
La Perla Negra,
Ciudad de la Justicia, los coletazos de Gürtel, la macro operación Púnica (que
afecta a docenas de ayuntamientos madrileños) Lezo y el saqueo del Canal de
Isabel II, docenas de casos que incluyen una pieza fundamental, la de la
financiación irregular del partido, la que más temen y la que puede provocar su
ilegalización (un sueño).
Al Gallego Feijóo,
viendo el panorama, no le vendría mal arrojar carnaza a los leones, y Ayuso,
con su estrategia errática y desesperada, auspiciada por MAR, se lo está
poniendo en bandeja.
¿Cuánto durará la
agonía? Depende… todo depende… Pero no duden que si hay que eliminar a Alberto
de la ecuación, se hará.
Hoy por hoy, una de
las pocas maniobras que puede permitirse la presidenta madrileña, tras sus
mentiras y los ladridos de su asesor, es sacrificar al cordero y ese papel le
toco a Alberto en la última rifa en Génova 13.
“Material
prescindible… nos jugamos mucho en esta comunidad”, conspiraban dos “patas
negras” asomados a la ventana mientras contemplaban como el Maserati abandonaba
la sede, reformada en B , que Casado prometió vender.
Han pasado los Idus
de marzo… pero ya vendrán los de abril.
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