martes, 7 de mayo de 2019

LA SOMBRA,13(NARRATIVA)


LA SOMBRA,13(NARRATIVA)
DUNIA SANCHEZ PADRON
Soy libre y hoy , en este presente que me ampara me lo asegura. No hay nada que debatir solo los sueños que nacen de mi mente mientras miro el parque desde esta ventana de la pensión. Sí, soñar despierta , ahora que nadie me ve, ahora que mis adentros son follaje exuberante de tranquilidad. Caigo en mis manos, cuantas penurias y violentos almas han pasado…pero ahora, las miro, y me siento regocijarme en la madurez, en el absoluto recolectar de los días venideros. He cogido sin que me viera el vigilante unas margaritas en el parque y las he puesto sobre la mesa de esta pequeña habitación. Margaritas blancas, margaritas plenas, margaritas irradiantes de luz…una luz que atrapa mis ojos mientras miro el parque desde esta ventana. Y aunque invierno, todo me parece luminoso, pletórico. Y ahora qué, sí, mi hijo ¿Cómo estará? Lo conoceré o no, lo veré o no.
Pero me gustaría saber de él, la más nimia información me reconfortaría. Y sueño , y sueño despierta mientras la voracidad del cemente se traga el oleaje, sesga todo lo que es bello, la naturaleza. Aunque en la ciudad también es bonita, según como se mire, su inmensidad en hermosos y exactos edificios te puede atrapar. Por un instante vierto mis ojos al suelo…ay, esas cartas. ¿Qué hacer con ellas? No, no se las entregaré a nadie, ni si quiera si llego a tener alguna noticia a mi hijo. No vale la pena, los lamentos no valen la pena. Es el hoy el que cuenta, este día y el mañana donde nos encontramos acogidos a los senderos que elijamos. Sueño y sueño y un resquicio del ayer me viene, doloroso, agudo. Si yo he podido alzar mis pasos, otras, tal vez lo puedan lograr. Nadie tiene derecho en gobernar sobre nuestros movimientos, nuestros cuerpos, nuestras formas, nuestras maneras de ser ave de este mundo. Libres y libres sin los golpes, sin el tropiezo de alguna fuerza humana brusca, brutal. Soñar y soñar…sí, despierta. Me veo dándole la mano a él , a mi hijo con sus veinte años ¡Veinte años¡ ¿Será ya un chico maduro? Espero que sí, comprenderá mi historia. Eso es muy incierto y me preocupa, me da una cierta angustia que quiero apartar de mi ¡Apártate¡ ¡Déjame en paz¡ Cojo una de las cartas de cuando estaba en prisión y la leo en la distancia de acantilados ciñéndose a mí. Por un momento todo me pesa y caigo derrumbada ¡No¡ Qué el ayer no me mortifique pero , está ahí. Solo quiero saber que está bien. Solo quiero quererlo aunque sea en la distancia. Solo saber de él y como es. Solo saber…Me estremezco, un calor sube por mi cuerpo hasta la cabeza. Me lo imagino. Sí, imaginar en este sueño como un muchacho inocente ¿Cómo será su familia? No, no quiero pensar pero él es mayor de edad y decidirá. No sé porqué se me vuelve todo confuso, complicado, oscuro. No es tan sencillo ahora que lo pienso. Pero hay que intentarlo, moverse entre las sombras donde quizás se encuentre algo de luz. Necesito descansar mi cerebro, este cavilar constante me agota, este rumbo tengo que anudarlo a mis sueños, fuerte…muy fuerte.

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