¿MÁS ERREJÓN?
Quiero equivocarme,
pero tras años de paciente observación de todo aquello ubicado a la izquierda
del PSOE imagino otro tropiezo contra la misma piedra. Las palabras de Iñigo
Errejón en su discurso como "derrotado" en la Comunidad de Madrid
parecieron toda una declaración de intenciones: "Ha nacido una izquierda
diferente [...] espero que Podemos no eche balones fuera sobre sus
resultados"... es decir, estamos aquí para quedarnos y ya andamos
discutiendo si la marca de nuestro partido en el Ayuntamiento y en la Comunidad
de Madrid debe trasladarse a escala nacional. A pesar de lamentar el resultado,
Errejón ha querido subrayar en su discurso que "Manuela Carmena ha ganado
las elecciones en Madrid". También que la irrupción de "Mas
Madrid" en la Asamblea con 20 escaños ha servido para "ensanchar la
izquierda" en una vocación trasversal que empieza a irse de las manos.
Porque de tanto "ensanchar" la izquierda, uno diría que llega un
punto en el que lo que se está ensanchando es la derecha, si nos atenemos al
programa o al estudio detenido de las medidas concretas aplicadas en la pasada
legislatura.
Más Madrid logra en
la Comunidad 20 escaños y 470.822 votos (14,72%) y se queda como cuarta fuerza
en la Asamblea por detrás del PSOE, pero, al igual que en el caso de Pedro
Sánchez, debiera tener muy presente que gran parte del voto fugado desde Unidas
Podemos o de sus versiones en diversos territorios, no se debe a méritos
propios, sino más bien a cuestiones estratégicas relacionadas con el sistema
electoral y al objetivo de evitar a toda costa la victoria del nefasto bloque
PP-Cs-Vox. Es un voto del miedo, no tanto de la ilusión.
"Espero que
Podemos no eche balones fuera por sus resultados", ha dicho Errejón,
invitando a Pablo Iglesias a una autocrítica que -no nos engañemos- exonere a
Manuela Carmena y a él mismo en la responsabilidad de la división del voto en
Madrid. Fue precisamente la propia Carmena la que expulsó a Podemos, a Izquierda
Unida, a Ganemos Madrid y al resto de actores de Ahora Madrid de la antes
exitosa confluencia, quedándose esta con su liderazgo, con el apoyo mediático y
con la fuerza del merchandising que tan bien funciona en las capas más modernas
del PSOE. Fue Carmena quien sacrificó a su sobresaliente concejal de Economía,
Carlos Sánchez Mato, ante el altar ensangrentado de Cristobal Montoro. Fue
Íñigo Errejón el que dio por finiquitada su etapa en Podemos tras perder con
claridad en Vistalegre II y poco antes de las citas electorales.
"Hemos
demostrado que la pluralidad, que ensanchar, que abrirse suma más. Hemos estado
a punto conseguir una victoria progresista y vamos a seguir trabajando para
mejorar", dijo también Errejón. "Estamos orgullosos de la irrupción
en una situación en las que las fuerzas de izquierdas retroceden. Tenemos una
forma de hacer política diferente" continuó... Como decía, espero
equivocarme, pero estas palabras parecen vaticinar la fundación de su partido a
escala nacional, aunque suponemos que con otro nombre, porque "Más
España" sonaria tan transversal que incluso ganaría votos desde algún
despistado de Cs y VOX. Tal ocurrencia -peligrosa como pocas- podría ahondar en
una fragmentación que condenase cualquier esperanza de acabar con las políticas
neoliberales en sus dos versiones, la socialdecrócrata o enésima refundación de
una tercera vía, donde la reforma laboral y la ley mordaza no se derogan, sino
que se reforman, y la conservadora con tintes neofascistas.
Si Errejón opta por
seguir con su aventura en solitario creará una marca entre PSOE y Unidas
Podemos, que fragmentará aún más el voto ante PP-Cs-Vox al margen de su éxito
personal o si consigue o no sobrepasar a Unidas Podemos. Tal opción encontrará
el cobijo y el cariño de los medios corporativos, encantados ante el sombrío
panorama para la justicia social en nuestro país, pero también de otros más
cercanos ahora a Unidas Podemos, como eldiario.es. Podemos ocupará el espacio
que llenó Izquierda Unida hasta que se impuso la cordura, como la "vieja
política", y entonces, solo entonces, el tándem Errejón-Carmena invitará
graciosamente a la izquierda "radical" a incorporarse a su plataforma
o desaparecer.
Ante la cuestión de
un periodista en la rueda de prensa en la que Más Madrid valoró sus resultados
-"tiene pensado hablar con Pablo Iglesias estos días"- Errejón quiso
responder enseguida: "con respecto a la segunda pregunta, no" [...]
"Lo dijimos muchas veces, en política dos más dos no son cuatro, y creo
que esta vez lo hemos vuelto a demostrar".
Lo dicho, esperemos
que se imponga una estrategia donde quepan todas unidas antes que los egos y
los proyectos parciales, donde nadie quede fuera. La historia nos cuenta que
los proyectos duros y cohesionados son aquellos que se cocinan a fuego lento,
con todos los ingredientes.
Espero equivocarme.
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