CIEN DESAHUCIOS Y UN CONGRESO
DE VERGÜENZA
DAVID BOLLERO
Ayer se constituían
Congreso y Senado dando claras evidencias de la calaña de buena parte de la
clase política. La misma que hace campaña, escupe sus proclamas y sus falsas
promesas y no escucha a la ciudadanía. La misma que mientras avergüenza a
cualquier demócrata pataleando en su escaño ignora realidades como el desahucio
de más de 100 personas en Vallecas, a escasos kilómetros de Carrera de San
Jerónimo.
Un ritmo de entre
10 y 20 desahucios a la semana en Vallecas es, sencillamente, insoportable.
Algunos de ellos son debidos a subidas desorbitadas del precio del alquiler,
otros porque una promotora alquiló viviendas sin contar a los nuevos habitantes
que ya pesaba una orden de desahucio. El denominador común es que los
propietarios de las casas son grandes tenedores de viviendas, es decir, viles
especuladores. Debería estar prohibido por ley especular con bienes de primera
necesidad y la vivienda, definitivamente, lo es.
Mientras cientos de
familias en toda España se enfrentan a la misma situación, los grandes
constitucionalistas pataleaban en su escaño con vergonzante comportamiento
pueril. Nada les importa el derecho constitucional a la vivienda digna, nada
les importan sus compatriotas. Nunca les han escuchado: ni PP, ni Ciudadanos ni
Vox han defendido a las personas que no tienen un techo donde vivir y, por el
contrario, se han puesto del lado de quienes poseen muchos techos para
especular. Ante la oleada de desahucios ellos prefieren poner en marcha leyes
anti-okupas.
Hace mucho tiempo
que esos tres partidos rompieron los puentes con la realidad. Intentan por
todos los medios trasladar la imagen contraria, pero lo cierto es que no
escuchan. Ver ayer mismo como Pablo Casado (PP), Albert Rivera (Cs) o Javier
Ortega Smith (Vox) simulaban atender a los funcionarios de prisiones cuando
jamás los han escuchado cuando éstos arremeten contra la prisión permanente
revisable es intolerable.
Como guinda de un
día infame, Casado cerrando la jornada con un mitín en el que sugiere que la
detención de Josu Ternera en plena campaña electoral no es casual. De nuevo ETA
instrumentalizada, utilizada como arma arrojadiza y, con ella, a todas sus
víctimas… por eso no dejó caer a Mari Mar Blanco, a la que el electorado dejó
claró que no quería. La necesita para poder seguir usando a ETA, para llenar
los huecos de su discurso con parches de una banda terrorista que no existe. No
tocaba ayer escuchar a las víctimas, ni siquiera a la Guardia Civil, que le
habría aportado una versión muy distinta.
Basta de prestar
oídos sólo cuando el viento sopla a favor. Un/a polític@ con talla demócrata
escucha más, precisamente, cuando se tiene el viento en contra. El próximo 26
de mayo, tanto en las elecciones europeas, autonómicas o municipales, son
ustedes quienes pueden hacer oídos sordos a quienes les ningunean
sistemáticamente cada cuatro años.
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