JM AIZPURUA
La brecha
sangrante, la que lleva generaciones rompiendo la península, la que cantó el
poeta que avisaba que te helaría el corazón, sigue muy viva, ardiente y
devorando los futuros ¿Cómo es posible?
Sencillo: hay gente
que sólo sabe vivir contra alguien, con enemigos en los diferentes. Y sus odios
y malas babas los contagia a los que no son capaces de pensar que la harmonía
es el objetivo de una sociedad.
Rivera, Arrimadas,
VOX, Oramas y la marquesa Cayetana son los agentes de la destrucción social, de
la supremacía, de la maniquea segregación de buenos y malos, de la denigración
de los que no piensan como ellos a los que intentan eliminar con epítetos
despreciativos y mentiras argumentales. Son los salva-patrias de pacotilla.
No son demócratas,
vulneran la mas elemental norma de la democracia, la igualdad y su método de
dialogo entre todos, para adoptar la fórmula de la segregación dejando de lado a
los que al igual que ellos son elegidos por la ciudadanía para aportar sus
soluciones al común desarrollo social. Pero ellos, acusación, jurado y jueces,
los inhabilitan y los condenan al ostracismo y la humillación: no son los buenos.
Su pensamiento, sus
modos, sus acciones están impregnadas de fascismo, que es aquella posición que
solo admite el pensamiento único, el suyo. Al otro lado de la brecha quedan
“los otros”. Pero nunca dicen que hacer con ellos, los ignoran: ¿podrían
decirme que hacer con ellos? ¿Son españoles o que son?
Digan que harán con
Ceuta y Melilla, Canarias y Gibraltar, y las naciones vasca, catalana y
gallega, pero, sobre todo digan cómo lo harán: ¿deportaciones, cárceles,
eliminaciones masivas? ¡Farsantes! No tienen alternativa a la realidad.
La realidad los
desborda y la injusta situación de pobreza, paro, precariedad y falta de futuro
ilusionante, los orilla en la historia. Son los culpables de mantener un
argumentario superado e impedir que al fin la derecha civilizada, con
presupuestos democráticos y reales, entre en las Cortes con soluciones
posibilistas y con el objetivo de proponer un Estado razonable donde cada uno
disfrutar con lo suyo.
Yo desde los 15
años tengo claro lo que soy y lo que quiero, y jamás cambiaré ni por miedo ni
por soborno, y pienso morir así. Y como yo hay millones que hacen estéril su
trabajo de engañar, falsificar y mentir. Cuanto antes se percaten de ello, más
fácil será salir de la brecha e ir al verdadero camino del consenso.
No comprenden a los
patriotas, pues ustedes son patriotas de bolsillo y ladrones de las patrias
ajenas, represores del pensamiento y mercenarios de la razón de Estado por la
cual son capaces de todo sin el menor escrúpulo. Llevan dos siglos
descalabrándose por la Historia, pero como mantienen sus bolsillos a salvo; lo
demás no les importa.
De nuevo nos
convocan a las urnas, con una mezcla inapropiada: no es lo mismo elegir al que
pone los semáforos en la esquina que al que negocia el RUP en Bruselas.
Hoy UE, la Europa
de Bruselas, es donde se cuecen las habas, donde desde un RUP que define a
Canarias se fijan las posibilidades de futuro y la reorientación de su
infraestructura social, económica y logística, y allí: ni saben quién es
Clavijo.
Piensen bien en
voces canarias inalterables, honradas con su nación canaria, firmes y pacientes
para que la Europa que nos visita sepa la verdadera historia colonial y pueda
ayudarnos a superar la infamia de un Pueblo que lleva siglos embarcando para
huir del hambre y la miseria, pero en el que unos pocos caciques hacen su
agosto.
Necesitamos pan,
trabajo y libertad
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