sábado, 4 de mayo de 2019

5 MILLONES EN BUSCA DE SIGLA


5 MILLONES EN BUSCA DE SIGLA
JM AIZPURUA
El crack del 15M supuso el ¡basta ya! de una parte de la ciudadanía estatal a la que el Régimen78 no garantizaba sus ilusiones sociales ni nacionales y se lanzó a las plazas a gritar su desencanto. Y surgió el “coleta morada”, el joven profesor alternativo que junto a un grupo que luego se reveló de amiguetes, y algunos Judas, intentó llegar al Gobierno y le siguieron 5 millones de votantes: 5.189.333.

Evidentemente, este liderazgo se esfumó en poco tiempo por su incapacidad para formar un partido serio, tratando a la ciudadanía como una asamblea universitaria, y rodeándose de colegas y no de capaces, siendo incapaz de dotarse de principios partidarios a los que sustituyó por ocurrencias y culto a la personalidad convirtiéndose en marioneta de los medios televisivos a los que seguía el juego.
Y hoy tenemos a 5 millones de ciudadanos que suspiran por tener una sigla a la que atarse electoralmente para revertir el fallido Estado78.
Y es sencillo; posicionarse en lo nacional y lo social y crear partido, organización.
Decir plurinacional y hablar de nación de naciones es una barbaridad. Las 4 naciones estatales peninsulares no pueden seguir siendo fagocitadas por una Castilla supremacista, que es la definición de la nacionalidad constitucional78. Federación o Confederación es la diferencia para definir. Y la descolonización de Canarias no ofrece dudas ni alternativa.
Mantener el capitalismo, obliga a una visión mercantilista de la sociedad y sostiene la lucha de clases. Ante esta realidad hay que posicionarse: programa social.
Y hacer un partido viene después, surgiendo de las bases territoriales, y creando una cúpula que coordine, pero no que se imponga. El programa obligará la acción militante. Y el carisma dará liderazgos, pero bien amarrados por el programa y la honradez.
Tratar de eludir todo esto en base a un líder carismático, con el puto chalé se ha venido abajo. Pretender mantener el partido con un matrimonio a la cabeza es: ridículo. No plantear alternativa madrileña a los traidores de la abuelita es: suicida.
Y poner un nombre como “Unidas Podemos” es algo cómico, y trágico que en el buzoneo no ponían la papeleta del senado y el sobre fue una carta, mala, del candidato de Madrid, cuando yo a quien votaba era a Alberto el chicharrero del que no había ni una simple foto. Peor no se puede gestionar.
Pese a todo hay 3.732.929 ciudadanos que comprenden que es necesario el nicho electoral a la izquierda del PSOE y votaron el invento de coleta morada, incluido yo que lo hice más por Alberto ( y por el maestro Monedero; que todo hay que decirlo).
¿Vamos en serio a por los 5 millones que rompan a la derecha?
Para ello no es necesario inventar, y mucho menos ocurrir-ocurrencias, y el nombre del invento es algo prioritario, que revela las verdaderas intenciones de los partidarios, que debe ser como decía el Califa; programa, programa, programa. Me temo que de seguir así a las próximas elecciones nos citará “Unidas Podemos Carmena Errejón y Cia.”, UPCEC. Es igual a lo del BBVA. Yo, que sigo siendo masculino, votar “unidas” me suena a tías, que quieren que les diga. Unidos me suena más neutro pues así lo aprendí, y ese unidas no aporta nada al logo. ¡Sean mas creativos y menos ocurrentes! Teníamos “PODEMOS” que lo dice todo y lo de unidos es el rollo de los incapaces de siempre. Los vejetes que vamos sin las gafas a votar debemos encontrar una papeleta identificable, en su color, en su sigla, y en su liderazgo estatal, autonómico, o municipal: lo demás es fraccionalismo, afán de protagonismo, intereses inconfesables donde los submarinos infiltrados colocan sus bases de lanzamiento. Donde quieran, que voten Podemos, y donde no; que se encuentren con esa alternativa.
Se esfumaron 1.456.404 votos, pero lo que quedó es algo importantísimo para que una nueva versión de la izquierda estatal sea el faro de la clase trabajadora y la referencia de un nuevo marco constitucional que asuma la realidad plurinacional, la descolonización canaria, y la República, todo para mejora de las condiciones de vida de los desheredados del Sistema. Sin más ocurrencias.
¡Ah! Y yo no les voté para que mendiguen poltronas al PSOE: lo hice para que trabajen en asentar una sigla en la que concentrar españoles de izquierda que han dejado de ser centralistas y comprendan la plurinacionalidad, y la esencia canaria.

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