CARTA AL TIPO QUE MANDÓ UNA
CARTA A PABLO IGLESIAS
JORDI SERRANO I BLANQUER
Rector
Universitat Progressista d'Estiu de Catalunya UPEC
Carta abierta
al escritor y médico malagueño Juan
Manuel Jiménez
Al Sr. Jiménez le
voy a dar unas claves del significado de su lamentable carta.
Es lógico que Pablo
Iglesias esté preocupado “preguntándose qué coño habrá pasado -en
Andalucía- para que el avance fascista
haya sido tan rotundo”. Es lo mismo que nos estamos preguntando los
antifascistas de todos los rincones de España.
Creo que la buena
gente del pueblo de Sedella, gobernada por IU, necesita hacer una larga
reflexión sobre los errores que han cometido. Incluso los rojos cometen
errores. Lo raro es que den las culpas a los otros rojos. Esto sí que es
extraño y sospechoso.
Le voy a dar unas
claves para que reflexione. Como me dijo un viejo resistente comunista del
PSUC, hemos hecho escuelas pero no hemos cambiado la educación.
Tendría que saber
usted que hay un ascenso del fascismo en el mundo y, claro, Sedella es de este
mundo.
El líder de
Podemos, Pablo Iglesias, en un acto organizado por su grupo parlamentario en el
Ateneo de Madrid, con motivo del Día de la Constitución. EFE/Paolo Aguilar
El líder de
Podemos, Pablo Iglesias, en un acto organizado por su grupo parlamentario en el
Ateneo de Madrid, con motivo del Día de la Constitución. EFE/Paolo Aguilar
Cargar las culpas
del ascenso del fascismo en Sedella a Pablo Iglesias “de que ese supuesto
fascismo ha nacido de las propias filas de usted” es una insensatez difícil de
justificar desde el republicanismo y la izquierda.
Por qué dice
“¿supuesto fascismo?” Defender a los fascistas, ser racista, querer acabar con
la ley de memoria histórica, ser machista hasta aburrir, de extrema derecha,
esto ¿cómo lo llama usted? ¿De centro?
Mire usted señor
Jiménez, cuando se tiene la palabra España siempre en la boca, es que es un
fascista.
Cuando usted le
parece mal que alguien grite “¡Visca Cataluña Libre y Soberana!”, es que es
fascista.
Parece que usted no
entiende que Pablo Iglesias vaya a una prisión a ver a presos políticos
republicanos catalanes. Pues es fácil de entender, se trata de establecer
alianzas para que cuando los buenos fascistas de su pueblo vuelvan a asesinar a
sus concejales comunistas, alguien en el noreste se manifieste por las calles
al grito de “no pasaran.” Si no lo entiende es que es un fascista.
Usted debe pensar
que a Julián Grimau lo asesinaron por culpa de la gente de ERC. Si es así, es
que usted es un fascista.
Quien ve a gente de
su comunidad despidiendo a policías nacionales y guardias civiles al grito de
“a por ellos” y no protesta, es que es un fascista.
Cuando alguien no
entiende que Ada Colau vote sí en un referéndum, no es porque no sea de
izquierdas, es porque es un fascista.
Cuando usted no se
conmueve por la muerte de una persona por el hecho de ser inmigrante, es que es
un fascista.
Cuando usted no
entiende la moción de censura a Mariano Rajoy, es que es corto de entendederas
morales.
Cuando usted acusa
a Pablo Iglesias de las políticas de Susana Díaz, es que es un demagogo de tres
pares de narices. Y además está muy mal informado. Hasta los niños saben que a
Susana Díaz lo apoyaron los de Ciudadanos en esta legislatura y Podemos no. O,
tal vez, directamente mienta.
Cuando un ciudadano
ve que se encarcela por ideas políticas y no se manifiesta contra ello, es que
es un imbécil o un fascista.
¿Cuánto tiempo
piensa que pasará entre el hecho de encarcelar a un republicano catalán y que
se encarcele a un republicano de Sedella? ¿Un año, dos, tres?
Si cuando un
andaluz tiene que esperar 10 meses una colonoscopia y luego, tras hacérsela,
resulta que tiene un cáncer de intestino, y usted en vez de criticar al PSOE y
Ciudadanos, critica a Pablo Iglesias, es que es raro de cojones.
Cuando usted piensa
que en las escuelas se “obliga a los niños a estudiar temarios tendenciosos”,
es que es un fascista.
Cuando usted dice
que en Cataluña hubo una rebelión, es que es un fascista indocumentado.
Cuando Willy Toledo
se caga en Dios y usted se escandaliza, es que la democracia está en peligro.
Cuando un cómico se
suena los mocos en la bandera española y un juez pretende juzgarlo, y a usted
le parece bien, es que el fascismo está más cerca.
Cuando Ada Colau,
critica, como lo hacen en todo el mundo, la colonización española, y usted no
lo entiende es que sólo conoce la historia del franquismo.
Usted demuestra ser
un reaccionario malintencionado. Afirma que en unas jornadas en Zaragoza se
invitó de ponente a un exterrorista de Terra Lliure que asesinó a nueve
personas. Era del Grapo que, por si usted no lo sabe, no tienen nada que ver
con Cataluña.
Tienen usted razón
cuando dice que “todos los fascismos tienen, o han tenido, un motor
desencadenante.” Pero no saca ninguna conclusión acertada, tal vez por
desconocimiento. La extrema derecha española con la “División azul” luchó al
lado de Hitler. Y siento informarle de que en los campos de concentración nazis
fueron a parar 10.000 españoles, entre
los que podemos encontrar a personas de la CNT, PSOE, PCE, PSUC y también a los
de ERC que gritaban “Visca Catalunya Lliure”.
Tiene razón, en
cambio, cuando afirma que “el fascismo de ahora, ese que todos tememos, ese que
nadie queremos, ese que vemos esparcirse como una mancha de aceite por Europa,
hunde sus raíces en la falta de” reacción de personas como usted que no saben
que los nazis eran como las personas que ahora votan a Vox, gente normal y
corriente que tenían sus razones para estar enfadados, pero que acabaron
provocando la peor pesadilla de la
historia de la humanidad. Y en España unos militares fascistas provocaron un
golpe de estado comandado por criminales que han sido quienes más andaluces han
asesinado en la historia.
Banalizar la
historia es lo que crea fascistas.
Señor Jiménez, los
“verdaderos demócratas” atacan a los fascistas y no a los jóvenes antifascistas
como Pablo Iglesias.
No es ser de
izquierdas querer que gobierne Ciudadanos -que ha permitido el gobierno hasta
ahora de Susana Díaz- el PP y Vox.
Acabo su carta y
aún no entiendo porqué critica a Pablo Iglesias por la lista de espera de las
colonoscopias en Andalucía. No me atrevo a interpretar nada.
Yo luché por esta
democracia en la clandestinidad cuando había una dictadura y no puedo entender
la banalización del peligro fascista. Esto es lo que en realidad da cobertura a
los fascistas.
Pues eso, señor
Jimenez, mírese en el espejo y descubrirá a un fascista.
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