LA CONTRARREVOLUCIÓN ESTÁ
SIENDO TUITEADA
FERNÁN MEDRANO
Dice Evgeny Morozov
que la revolución no será tuiteada; pero se le olvidó explicarnos si la
contrarrevolución sería tuiteada, o no.
Un ejército de bots
y trolls goebbelianos, por ejemplo, han desempeñado un papel protagónico en la
difusión de fake news (falsas noticias) para enlodar la honra y el buen nombre
de nuestros compañeros Lula da Silva, Dilma Rousseff y Fernando Haddad,
principalmente.
Ése es el modus
operandi trazado por los golpistas duros y blandos para la imposición de
gobiernos neofascistas y/o para imposibilitar la llegada y la implementación
del programa político de los gobiernos progresistas, y de todo aquél que guarde
algún compromiso con las mayorías pisoteadas.
Asi fue como
actuaron para que Jair Bolsonaro arribara a la Presidencia de Brasil. Le
hallaron el camino a Bolsonaro, poniendo a Lula en la cárcel sin que se
detuvieran demasiado en el principio de inocencia ni en el debido proceso del
expresidente brasileño.
No es una profecía,
pero cabe pensar que ellos continuarán exportando su estrategia a todos los
países de Latinoamérica, puesto que les ha funcionado en el gigante
sudamericano. Por eso es menester que nos mantengamos alerta y tomar medidas
efectivas al respecto; no se debe descartar la posibilidad de que el libreto
aplicado contra Fernando Lugo, Lula y Dilma, también será aplicado con ligeras
diferencias contra el gobierno de Andrés Manuel López Obrador en México,
verbigracia.
Ya todos hemos podido
ver el polvorín tóxico que intentaron levantar los medios dominantes de México
y de América Latina por la invitación que le hizo el presidente de México,
Andrés Manuel López Obrador, al presidente de la República Bolivariana de
Venezuela, Nicolás Maduro, para que asistiera al acto de posesión.
Contra el
excandidato presidencial colombiano Gustavo Petro se empleó la campaña más
sucia de la historia electoral del país. Se orquestó una operación electrónica
de desprestigio contra el candidato del movimiento político Colombia
Humana; y desde las redes sociales se
difundieron profusas mentiras, sobre todo desde las más populares: Facebook
yTwitter.
Las redes sociales
consienten una forma de comunicación instantánea, la cual es aprovechada por el
ejército de bots y trolls goebbelianos para tener éxito en su operación de
desprestigio contra determinado movimiento político o persona.
El ejército de los
bots y los trolls goebbelianos sabe que una de las maneras de que las fake news
se viralicen es incitando a la gente a que publique comentarios de cualquier
clase, sin que por ello importe mucho si es para aclararla o desmentirla.
La actitud de los
usuarios de querer desmentir la información falsa termina siendo contraducente,
puesto que en la medida que la publicación con contenido falso y provocador es
comentada, ésta se va haciendo visible cada vez más para mucha gente (cauta e
incauta), entre la cual habrá cierta cantidad que creerá que ese embuste es
verdad; y así dichas noticias se van posicionando en las redes sociales y en
todo Internet para causar daño.
Así es, pues, como
se logra uno de los objetivos fundamentales de las campañas de difusión de fake
news, cual es la viralización de los embustes con fines de desinformar y
confundir.
Frente a esta realidad,
cabe formularnos una pregunta: ¿Qué hacer? Lo primero que nos corresponde hacer
es escudriñar la verdad, verificar la veracidad de las noticias con los medios
serios, de prestigio y los no mercantiles; nos toca ser informadores cívicos;
crear blogs y fundar portales informativos. Sobre todo, nos atañe ser rigurosos
a la hora de retuitear y de dar like a las publicaciones en las redes sociales,
y no ser cajas de resonancia de las fake news, para que la contrarrevolución no
siga siendo tuiteada
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