PREMIOS MARTÍN FIERRO: PERSISTENCIA DE LA FARSA
POR EDUARDO SANGUINETTI (*)
"Un mundo de esperanzas mutiladas,
de aspiraciones sofocadas.
Un mundo
en que hasta el cálido hálito de la vida
tiene que transitar de contrabando,
en que se cambia moneda,
por un metro de espacio,
por un poco de libertad.
Todo se combina en un paté-familiar,
que se traga en una hostia sin
gusto..."
(Fragmento de mi novela "Morbi
Dei", Ediciones Corregidor)
Se llevó a cabo en Argentina la entrega
de los premios bautizados con el dignísimo nombre de Martín Fierro, a
las supuestas mejores actuaciones en periodismo, radio, teleteatro,
entretenimientos y demás juegos, para todas las edades pero no para todos los
gustos.
El denominado periodismo tuvo su noche
de honor galardonando a los camaleónicos/as neandertales y a las performances
más destacadas.
El Martín Fierro de oro fue otorgado al
reality "Gran Hermano", instancia que dejó en claro que en mi país se
premia la decadencia y miserabilidad, por orden y dictado de APTRA. Si viviera
este “gaucho de ley”, ¡qué indignación sentiría!...
Inefables persistencia de la farsa se
aprecia en el acto de premiar cada año a las eternas divas del
subdesarrollo, Mirtha y la neo-uruguaya Susana, sin
olvidar al "gordo" Lanata, sin dejar de mencionar a una
premiada contante y sonante revelación, Wanda Nara.
Anteponer la personalidad de todo un ser
digno, como el personaje épico del libro de José Hernández, eternizado
en una absurda y oportunista estatuilla que premia el simulacro y la
genuflexión de quienes reciben órdenes de crear confusión en la ya de por sí
confundida opinión pública argentina, tan asimilada a la simulación y la
estafa.
Sonrientes publicistas del simulacro
convertido en norma, lanzan obviedades acerca de corrupciones endémicas o escriben
interlineados de noticias que jamás fueron, acompañados siempre por
publicidades de productos prescindibles y por las inefables opiniones de la
premiada farándula, conformada por una fauna de alcahuetes, putas y proxenetas,
ponen en escena la cultura de este tiempo…
Pobre tiempo donde los publicistas e
informantes blindan a siniestros funcionarios y asestan los denominados “golpes
blandos”, en beneficio de gobernantes inoperantes, oligarcas y multinacionales,
sponsors del neocolonialismo, que jamás se han retirado de Argentina, ante el
silencio, enteramente cómplice gobiernos, mascotas serviles de imperios en acto
de continuar eliminando soberanía.
Los espectadores de toda la porquería
que se proyecta en medios basura, día a día, persisten en recibir la dosis de
anestesia que los deja fuera de la vida en su más inquietante versión de socios
de la eliminación de la verdad y el conocimiento… ¿Los pueblos tienen idea de
que están excluidos de este festival de mitomanía, especulación y mediocridad?
Toda la corporación de medios rentados
está conformada por alcahuetes, chismosos, mentirosos, los “Nada” que pasan sus
días celebrándose a sí mismos, conformando la comunidad de los aplausos mutuos,
blindados y apuntalados por los corporativistas chorros, lo mejorcito del
caretaje argento, tan esquivos a dar noticias veraces; solo repetirán sin
revisar los informes oficiales acerca de una libertad de expresión que no
existe, una tercera guerra que nunca llega, la ausencia de una real resistencia
ante las aberraciones cometidas ante los ojos del mundo por el imperio y sus
secuaces, una defensa del medio ambiente falsa y otros detritus que les venden
estas bandas del poder a través de sus instituciones: ONU y su flagrante
inoperancia, gobiernos de todas las naciones que, en silencio, se convierten en
socios pasivos de los atroces genocidios cometidos día a día en las más
diversas regiones del mundo, agencias oficiales de noticias inventadas y la voz
trucada de Magnetto.
Y existe una disposición a esconder lo
evidente: la mentira de este sistema y sus consecuencias traducidas en juego de
patriotas para liberar a los rehenes conformados por toda una sociedad que se
debate entre ser esto o lo otro; la opinión pública manipulada entre la opinión
subjetiva de un hacker y la versión oficial siempre paupérrima y mentirosa, en
cuanto a manifestarse con espontaneidad y fuera de los lugares comunes que
propone el poder de la dictadura extraña de una democracia que no termina de
instalarse, asimilada a rutinas escatológicas a toda marcha, celebrando leyes
no escritas de eutanasia.
“Yo soy toro en mi rodeo y torazo en
rodeo ajeno; siempre me tuve por güeno y si me quieren probar, salgan otros a
cantar y veremos quién es menos” (Martín Fierro, Capítulo 1).
(*) Filósofo, poeta y performer.
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