E F U S I Ó N Escrito José Rivero Vivas

 E F U S I Ó N

Escrito

José Rivero Vivas

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De N I T I D E Z

José Rivero Vivas

Obra: E.17 (a.105)

Enero de 2017

José Rivero Vivas

E F U S I Ó N

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Oyó, aquel invierno, junto a sí, una canción de amor, que lo llevó a soñar en tierno arrullo de su ser apasionado. El muchacho, de afán embravecido, empuñó su espada y cercenó la cabeza de un urogallo que acertó a pasar por la rive droite del Sena. Pero marró el tajo y la cimitarra se partió en dos, con lo cual quedó indefenso ante la Guardia Republicana, que decidida cercó su estrado y lo redujo a pedazos. Entonces se adelantó la princesa, tocó con su blanca mano el cuerpo destrozado, y rápido volvió a integrarse en una sola pieza, más firme, si cabe, que en estado previo a ser descuartizado.

De suerte que, la actitud hosca del oyente, se contrapone al brillante discurso pronunciado en el foro de la Academia, antes de tomar asiento el público asistente, ávido de escuchar la palabra de una persona que se ampara tras la mampara de cristal cabalgando sobre su nariz. El inaudito colofón fue de súbito descartado por el propio orador, que traspuso la dependencia contigua en busca de aquellos beneficios paganos, propuestos como garantía inédita a quienes guardaron prolongado silencio como alternativa a tanta derrota, numerada en los anales históricos de cero al infinito, sin que hubiese sanción lingüística a su ardor por cautivar la mujer amada.

Olvidado de su más arraigada confirmación social, con tintes de llana filosofía, el hombre, en plena juventud, intenta trepar por entre aulagas, tabaibas y cardones, con propósito de alcanzar la cima de la montaña antes de anochecer. Las púas de las plantas, tiesas cual su pensamiento, hieren su carne y lo hacen sangrar, tiñendo de rojo el arroyo, que cantarino baja desde la cumbre de la cordillera hasta el litoral, de vertical acantilado, donde las pardelas anidan y liberan de encono el andamiaje del cazador furtivo, atenuando la desafección de los más fuertes hacia los débiles y melancólicos, cual intrusos, arribados a este punto en barcazas de doce metros de eslora, sin consignación ni legal conocimiento que les faculte para superar su deficiencia ciudadana frente a la coerción del gobierno central, en prueba de su avieso ejercicio, proclive a inusitado desmán.

Su radical enseña le privó de toda opción de ser un día introducido en el diagrama de valores sónicos, lo cual vedó su senda hacia el mágico fanal de ensueño, imposibilitado de transferir su curso, sin ajustarse al protocolo exigido, a cuanto individuo trate de penetrar su seno, aun a riesgo de caer exánime en mitad del océano. Sin embargo, los dioses protegen a quien hace bien su labor, evitando magnánimos el hundimiento del recién nacido designio, salvado al azar, de caer en fosa marina, de donde tantas criaturas emergen tras tema publicitario de generación espontánea. Así, pues, el confiscado pronóstico rompió su recóndito sortilegio y dio principio la tenaz contienda por la edición, en un mundo de angustiosa incertidumbre, prono a sostener su tradicional deriva hacia señalado puerto de untuosa estiba.

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E F U S I Ó N

Escrito

José Rivero Vivas

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De N I T I D E Z

José Rivero Vivas

Obra: E.17 (a.105)

Enero de 2017

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Tenerife

Islas Canarias

Enero de 2021

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