miércoles, 11 de junio de 2014

MUNDIAL DE LA CRISIS: EL "BRASIL TURÍSTICO" Y EL "BRASIL REAL"



MUNDIAL DE LA CRISIS: EL "BRASIL TURÍSTICO" Y EL "BRASIL REAL"
MANUEL FREYTAS

El Mundial es una ensalada rusa, donde se sintetizan por un lado el "Brasil turístico" de la rentabilidad capitalista que junta a la publicidad, al turismo, a los medios, a los empresarios, y al gobierno, en la gestación de un fabuloso negocio multinacional convertido en espectáculo mediático. Y por otro lado, resume al "Brasil real" que junta en una misma trinchera de protestas sociales y conflictos sindicales a la clase media, a los estudiantes, al sindicalismo, y al mundo de la pobreza marginal controlado por el narco. Es el Brasil que va a quedar después que se apaguen las luces artificiales del show mediático con el Mundial.
El escenario fastuoso y multimedático del Mundial en Brasil convive simultáneamente con las protestas sociales, la corrupción politica, la pobreza extrema, las drogas y la prostitución infantil. El espectáculo resume crudamente la crisis capitalista convertida en un espectáculo mediático por el que se filtra la verdadera cara social del Brasil. El brillo de luces y el montaje publicitario transnacional de la competencia, paradojalmente (y como efecto no buscado), muestra en carne viva los emergentes del sistema capitalista en Brasil. Como contracara del fabuloso negocio multinacional de US$ miles de millones donde interviene y participa toda la estructura capitalista a nivel global, asoman las favelas, la pobreza extrema, la droga, la prostitución y los conflictos sociales y sindicales que tienen un desenlace con la cobertura internacional del evento. En las doce ciudades que serán sede de los partidos del Mundial de Fútbol de Brasil 2014, el gobierno, buscando publicidad política, invirtió miles de millones de dólares en la construcción y renovación de los estadios de fútbol. Esto movilizó un negocio multimillonario, posibilitado por la corrupción política, donde interviene todo el espectro del capitalismo brasileño en asociación con bancos y trasnacionales de todos los rubros que hacen ganancias siderales con la infraestructura espectáculo. En el otro extremo, de este boom inmobiliario del "Brasil turístico" con la construcción de estadios, convive el "Brasil real" de la desocupación, de la pobreza extrema, de la falta de viviendas, de los empleos en negro, de la vida miserable en las favelas, entre el narco, la delincuencia, y la prostitución como medios de vida. Este combo, fue lo que juntó en protestas masivas y en el bloqueo de calles y rutas a la clase media y a los estudiantes, con los sectores sindicalizados y las clases marginales de las favelas. Los conflictos, que hacen peligrar el desarrollo del Mundial, paralizaron a San Pablo, la metrópoli industrial y financiera de Brasil, con 21 millones de habitantes. Mientras, a pocas cuadras de estas faraónicas construcciones de estadios y sedes del Mundial están las favelas donde la miseria, el hambre, el narcotráfico y la drogadicción han generado una prostitución infantil rampante .No hay una cifra oficial, pero se estima que centenares de miles de niñas y niños -algunos de sólo 10 años- ya están en la vidriera del mercado del "turismo sexual" y de la drogadicción, explotados por proxenetas que hacen del Mundial su propio negocio multinacional. Detrás de este negocio con la prostitución, las drogas y la delincuencia está el narco. En resumen, el Mundial es una ensalada rusa, donde se sintetizan por un lado el "Brasil turístico" de la rentabilidad capitalista que junta a la publicidad, al turismo, a los medios, a los empresarios, y al gobierno, en la gestación de un fabuloso negocio multinacional. Y por otro lado, resume al "Brasil real" que junta en una misma trinchera de protestas sociales y conflictos sindicales a la clase media, al sindicalismo, y al mundo de la pobreza marginal controlado por el narco. Es el Brasil que va a quedar después que se apaguen las luces artificiales del espectáculo mediático con el Mundial.

Por MANUEL FREYTAS / IAR Noticias

 

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