FIFA: IGUAL QUE EN LA DICTADURA
JORGE PASCULLI
La FIFA mandó requisar a la entrada de Maracaná todas las caretas y
camisetas con la cara de Suárez. Pero, además, mandó al director de la
transmisión televisiva evitar todo lo posible a la hinchada uruguaya. Y fue
evidente.
Ambas cosas fueron confirmadas no sólo por los periodistas
uruguayos sino por la prensa internacional. Como si se pudiera tapar la
realidad con prohibiciones. Gran parte del mundo, incluido el propio Chiellini,
han considerado que el fallo contra Suárez fue excesivo, denigratorio, y atentatorio
de los derechos humanos de una persona. Ni que fuera un criminal de guerra, un
asesino serial o un violador.
La saña de la FIFA contra Suárez no tiene antecedentes ni
justificación. Sólo es una muestra más de su manejo autoritario, discrecional e
impune, donde mandan los poderosos y hacen lo que quieren. Su prescindencia
absoluta de lo que es la justicia que rige a nivel internacional y de cada país
tiene una causa: mantener su total poder sobre lo que es una de las actividades
más lucrativas del mundo y así proteger a una casta que maneja sus recursos a
su antojo y sin ningún control. Hace 40 años que soy periodista y siempre lo he
expresado públicamente, ni lo vengo a descubrir ahora ni lo digo ahora porque
Uruguay y Suárez hayan sido perjudicados. Pero para muchos jóvenes y niños lo
vivido con Suárez haya sido una dolorosa novedad.
La corta historia de este pequeño país está llena de luchas
heroicas por la independencia, la libertad y la justicia. Cuando cantamos el
himno tenemos la conciencia tranquila que no es una letra vacía, sino
regada por la sangre de miles de compatriotas que a lo largo de
nuestra historia le han dado vida El viernes nomás, se cumplieron 41 años del
golpe de estado al cual resistimos durante 11 años hasta vencer a la dictadura.
Sin armas. Sólo con nuestra conciencia, nuestra actitud, nuestra resistencia.
¿Impotencia, resignación? Nunca. La prueba es la inmediata solidaridad con un
compatriota que si cometió un error fue perseguido y condenado en forma
excesiva, despiadada e inhumana. Nunca contarán con la complicidad, la
indiferencia o la pasividad de los uruguayos.
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