PANDORA MODELADA EN LAVA
"Pandora
ha abierto su ánfora en forma de papeles. Muchos nombres, actuando de la misma
manera, en diversos países, de diferentes ramas ideológicas, razas y credos
pero compartiendo un proceder que coloca a las élites alejadas de la
realidad".
ANTONIO MAESTRE
Mario Vargas Llosa | EFE
Se han abierto dos recipientes en el último mes que siendo en apariencia totalmente diferentes están unidos por un vínculo social que permite narrar los males del capitalismo tardío. Una investigación periodística sobre evasión fiscal y un volcán. Pandora se ha modelado en lava en vez de en arcilla para explicarnos con un sencillo ejemplo cómo los males arrecian en la humanidad con diversas formas pero con la misma concepción hesiodica narrada en los mitos.
Hefesto, el dios del fuego, modeló a
Pandora, que trajo los males a la tierra. El señor de las forjas que nos ha
mostrado toda su fortaleza escupiendo lava sobre los palmeros fue el encargado
de dar forma a quien nos trajo dolor y sufrimiento. El poco consuelo que los
ciudadanos de La Palma han encontrado ha venido de los servicios públicos, de
los bomberos, de la UME, del Instituto Geológico y Minero, de los cuidados que
provienen de los impuestos. Mientras, a su vez, asistimos nuevamente a aquellos
que quieren privarlos de la única protección ante la furia de la tierra.
Pandora ha abierto su ánfora en forma de papeles que muestran a quienes más
tienen hurtando consuelo a quienes todo lo han perdido.
Los papeles de Pandora han destapado
un nuevo escándalo de elites escondiendo sus fortunas a salvo de las agencias
tributarias de su país. Cada uno del suyo, que el internacionalismo marxista se
ha olvidado, pero el que practican los ricos es la nueva empatía de clases que
no piensa en fronteras ni territorios. No importa que sean indepedentistas como
Guardiola que se olvidan del estado opresor para acogerse a la amnistía de
Montoro, o creadores de la Tercera Vía socialista como Tony Blair que hacen
honor a su legado como mejor creación de Margaret Thatcher. A la hora de actuar
defendiendo sus privilegios de ricos no hay banderas ni fronteras, solo un
proyecto de clase. De élite extractiva.
Mario Vargas Llosa sabe que quienes
permiten estas trapacerías son de los suyos. Se vota bien permitiendo que existan
vehículos fiscales que ayuden a los de su posición social a extraer rentas de
las clases trabajadoras para llevárselas a una sociedad offshore y así
contribuir poco o nada al sostenimiento de los servicios públicos que sirven
sobre todo a los que menos tienen. Por eso él es uno de los nombres que aparece
en los papeles de Pandora, una semana después de dar lecciones sobre democracia
y libertad en la convención de Pablo Casado. Una reunión plagada de corruptos y
evasores fiscales que se parece cada vez más a la boda de la hija de Aznar.
Las investigaciones sobre evasión
fiscales masivas son paralizantes. Muchos nombres, actuando de la misma manera,
en diversos países, de diferentes ramas ideológicas, razas y credos pero
compartiendo un proceder que coloca a las élites alejadas de la realidad de la
gente común. Una pléyade de nombres que se consumen con indignación y rabia y
con la seguridad de que nada cambiará porque los que tienen la capacidad para
cambiar esos modos de actuación son los que actúan de ese modo en su propio
beneficio. No puede acabarse la elusión fiscal cuando quienes se benefician de
ella son quienes tienen capacidad para que acabe. Los paraísos fiscales para
los ricos son infiernos fiscales para los pobres, por eso seguirán existiendo
hasta el fin del capitalismo.
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