LA RATA
AIZPURUA tar JOSU Mª
La montaña parió un
ratón, y la Convención: una rata. La rata de siempre, la que habita entre la
mugre y la miseria. Es la misma rata que embarcó junto a Colón para la masacre
de los indígenas a los que hoy día desprecia Ayuso, y al Papa; lo manda al
rincón.
Se han reunido en Convención lo más florido del movimiento facha, con consignas a cuál más necias, en un intento de presentarse como futuro, los que ya estuvieron, Sarkozy, Aznar, M Punto, hoy unidos por su corrupción, y por su gestión favorable a la casta y negativa para la población trabajadora y marginales, con su potenciación de la nueva clase precaria, a los que arrebataron su calidad humana impidiéndoles la estabilidad necesaria para casarse o jubilarse. ¿Quieren volver?
El Oscar lo llevó
el que sin notarlo abjuró de la Democracia y se proclamó fascista dictatorial
al rechazar el voto como motor democrático y proclamar “el voto bien” como
obligación de los Pueblos. A él no lo votaron y se tuvo que ir del Perú; el Pueblo
siempre vota bien. En 2011 Manos Largas I, lo nombró marqués.
Y también se
presentaron las glorias nacientes, Casado y Ayuso, con el error mayúsculo de
pretenderse herederos del pasado. Su falta de luces los hace ir con las cortas
por la vida. Se hacen sucesores de la esclavitud y el genocidio, de Isabel, de
Colón, de Cortés, de Franco, y se siente orgullosos que en América se hable
español ¿Y cómo piensan que eso fue posible? No creo que los indígenas se
apuntasen a academias de idiomas. Los guanches
no lo hicieron y les arrancaron su lengua, como a los Pueblos Indígenas,
esclavizados, injertados de castellano, mestizados a la fuerza. Toda una
hazaña.
Y rebuznó el asno,
como siempre pero hoy más ridículo. Él y su mujer, dos adalides del inglés,
políglotas de corazón, pero sin lengua. He visto morir de risa a los isleños
haitianos y dominicanos ante su café de la Plaza Mayor.
Vaya tropa, la que
se ve y peor la que no se ve que financia esta basura intelectual a la que se
le ve su ambición por pillar y en nada su deseo de enmienda.
Ellos son los
culpables de la situación indeseada del Estado78. Han arruinado la economía,
han arrojado a Cataluña al abismo, han situado en la mediocridad la marca
España, que ya ni en futbol tiene la supremacía que ellos pretenden. Siguen
envueltos en su bandera, que divide más que une por su apropiación y el
exclusivo cobijo que da a una casta culpable de mantener paradigmas del pasado
y fracasados.
Si no encuentran un
líder de derecha siglo XXI, la rata se morirá de hambre.
Y no es
antiespañolismo, los correctos suecos hicieron parecido con los polacos, pero
hoy lo reconocen y enmiendan. El gran error, sacrilegio social, es pretenderse
heredero de aquella aberración colonial e intoxicar a la juventud del siglo
XXI, pretendiendo glorias y sin reconocer el pasado genocida.
Ni para oposición
sirven.
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