PAULINO CEJAS
FUENTES QUINTERO:
CON LAURELES DE
ORO Y PLATA.
Rafael ZAMORA
MÉNDEZ
La SALUD, es uno de nuestros más
preciosos tesoros y, los hábiles Maestros de la portentosa Medicina, son sus
más apasionados custodios.
El acreditado COLEGIO
OFICIAL DE ENFERMERÍA de Santa Cruz de Tenerife, con el total acuerdo y
colectivo beneplácito de la Comisión Ejecutiva del Consejo General, hace unos años, se complacía en otorgarle a mi muy decidido, acreditado e insigne paisano,
PAULINO CEJAS FUENTES QUINTERO, (Ex Presidente del Colegio Oficial de
Practicantes de la Provincia), el meritorio COLLAR de ENFERMERÍA, en su muy
distinguida categoría de PLATA.
Todo ello, debido a su valiosa
aportación, al equitativo mantenimiento de su entregada experta carrera, a
partir de una íntegra responsabilidad, emanada desde el complejo cargo que durante más de quince largos y prolíficos
años ostentara como Cabeza del Colegio
Oficial de Practicantes y A.T.S.,
habiendo desarrollado durante los mimos, una excepcional labor humana
de penetrantes registrados méritos
particulares, habitualmente, con la deliberada prudencia de poder atender como
es debido a los demás, sin dejar de dar en absoluto ni una sola asistencia en balde.
Con una voluntad estable, en manos de
una conciencia delicada, impulsado por un inmutable carácter, sometiéndose a sí
mismo, cumplió como Dios manda, para
intentar en servir a cuantos, solícitos, pretendieron requerir sus diestros auxilios competitivos.
Con la mencionada recompensa, así, de
relieve, supieron exponer el inusitado recorrido efectuado, la plena consumada
entrega para, matizar al máximo su comprobada defensa en pro de las
Instituciones y Foros en los que él participara, con exitosa brillantez y
elogiada decisión.
Uno, habiendo asimilado en la prensa de
aquellos años, allá por el 2.003, esta tan sugestiva reseña, (hoy, para la
mayoría de nuestros amables lectores de NACIÓN CANARIA, completamente como
nueva e inédita), equivalente a un servidor, tendrán que sentirse saturados de
natural orgullo; de colmada satisfacción, al comprobar cómo un conocido
compatriota nuestro, ha sido, pública y oficialmente galardonado,
reconociéndosele en vida, sus múltiples
e indiscutibles valores característicos.
Es algo que nos turba grandemente, que
nos conforta y anima sobremanera porque, otro más de los nuestros, pone de
relieve el fecundo tesoro individual que de una pequeña isla logra aportar en el amplio mapa del mundo,
proporcionándole hombres de talla
cosmopolita, capaces de traspasar triunfalmente las impagadas murallas de los verdes laureles, conquistado con el mejor de los patrones,
aureolada notoriedad y derrochada
dignidad
El deferente amigo, PAULINO,
constantemente, ha sabido mantener a la mejor altura la fiel bandera de su muy
amada isla, declarando a quien quiera y en donde quiera, sin tapujos ni
disimuladas falsedades de ningún género, el muy distinguido hecho de ser todo
un herreño de pura cepa y condensado
arraigo.
Una abierta muestra de lo dicho, quedó
bien patente en el breve y conmemorado discurso que él mismo pronunciara, al
corresponder sobreexcitado, agradeciendo la tan alta distinción recibida:
“Con insondable congratulación, en pocas palabras, deseo expresar la honda convulsión de un
HERREÑO que, íntimamente, se siente algo más que excitado y
decididamente contento.
Encontrándome en mi isla, se me comunica
que, la Masa Colegial,en Asamblea General, acordó por unanimidad, el conferirme
tan preciado galardón y, a la verdad, de repente, no supe qué responder.
Me sequé una traidora lagrimita, aclaré
mi desconocida voz, consiguiendo al fin poder decir:
Si ellos,los colegas, Practicantes del
pasado, los A.T.S. del ayer y los Enfermeros de hoy, determinaron llevar a cabo
tal idea, sabiendo a conciencia por qué lo han hecho, alucinado y aturdido,
con toda el alma, obedientemente, lo
acepto gustoso.”
Más adelante, manifestó, el inmenso y
grandioso amor hacia los venerados
progenitores que le dieran la
existencia y, al extraordinario ser
adoptivo que con tanta considerable generosidad le extendiera sus paternales
brazos, haciendo que todos ellos, en
conjuntada unión, en mutua concordia fraternal, debidamente, le
aleccionaran,ayudándole hasta alcanzar a ser lo que en realidad es: UN HOMBRE
AFORTUNADO.
De una manera muy concreta, bastante
íntima, privativa, mencionó a su muy digna esposa, INMACULADA PADRÓN, gran
entusiasta de la escena, la elegida compañera, modelo de encantadora señora,
conferida madre de sus hijos la que, con sus atinados consejos, supo
devotamente entenderle, briosamente comprenderle, desplegando para ello, el más
afectivo afán, a todo lo largo y ancho de su muy adherida existencia.
Al vocacional trabajo que le permitió
ser también MEDALLA DE ORO AL MÉRITO
PROFESIONAL, SOCIO DE HONOR DEL CLUB MÉDICO DE ESPAÑA, algo que le toleró sacar adelante a su numerosa familia, sobre
todo, si se tiene en cuenta de que, en aquellos remotos tiempos, proliferaron
muchas y dilatadas graves dificultades para poder coexistir.
Le rinde
soberana pleitesía al buen DIOS CREADOR, por haberle permitido el poder
convivir con todos los suyos, en el lisonjero consorcio de incontables amigos y
capacitados profesionales.
Asevera lo siguiente:
“SIEMPRE HE SIDO PRACTICANTE Y, TAMBIÉN,
A.T.-SANITARIO, MÁS... NO CREAN QUE SOY SECTARIO, NI TAMPOCO... PETULANTE”
En nuestra transferida juventud, tuvimos
la fácil circunstancia de poder conocerle fácilmente, de alternar con él y...
¡hasta de llegar a jugar juntos al
fútbol, siendo PAULINO, un férreo defensa de aquel bizarro equipo que se
llamara, CLUB DEPORTIVO VALVERDE!
Casi, casi, nos rozamos en el jadeante
hálito de sus abnegados y brillantes estudios, allá, cuando fuera a realizarlos
en Las Palmas de Gran Canaria, en un prestigioso colegio, desde cuyos vetustos
muros, podíamos vislumbrar las ruidosas olas del encrespado mar, algo que, con
toda certidumbre, le imprimiera pujante fuerza de carácter y descollada enjundia particular.
Una vez graduado, ejerció su noble
actividad en Valverde, sucediendo con trascendental eficacia al recordado digno
caballero colega, CLAUDIO BURGOS, continuando fielmente con el mismo éxito y entrega un medio recorrido
camino, para perfeccionarlo con providencial superación, sembrado en el
mismo, una excepcional labor de
registrada esplendidez y ensalzada
entrega.
¡Mucho, pero muchísimo más, podríamos
seguir subrayando sobre las poseedoras virtudes
de este excelente compañero, de sus floridas cualidades, de sus
numerosas aptitudes, entre ellas, las de ser un inspirado poeta, refinado
disertante, ameno conversador, y relevante
escritor, que ha podido volcar sus ingeniosas creaciones literarias en
las muy leídas páginas de variadas Revistas y
Digitales periodísticos.
¡Una bien dotada perla de alto precio
específico que ha sabido ejercitar una impuesta voluntad, dominando pasiones,
teniendo la exclusividad de la tristeza, de la
alegría pero, sobre todo, QUE HA VIVIDO ENTRE OTROS Y CON NOSOTROS, SIN
DEJAR NUNCA JAMÁS DE SER ÉL MISMO!
Mi centenario suegro, Don Ángel Padrón,
solía comentar: “De la muerte a la vida... ¡lo primero es la comida!”
Y, hoy, remataremos esta extendida
crónica, señalándoles: ¡LA VIDA SERÍA UN VERGEL, SI TODOS, COMO PAULINO CEJAS
FUENTE QUINTERO, SUPIERAN CUMPLIR CON SU
PROFESIÓN!
¡UN EXTRAORDINARIO SER, RECARGADO DE
BONDAD,
QUE HA SABIDO COMPRENDER, LA MAGNITUD
DEL DEBER,
CON EJEMPLAR
HUMILDAD!
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¡
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