EL LOBBY MEDIÁTICO EN CONTRA
DE AMÉRICA LATINA
POR
EMIR SADER
Por Emir Sader América Latina –o por lo menos algunos de sus
gobiernos– se ha puesto en contra de la corriente dominante desde hace décadas
en el plano internacional. Despues de sufrir duramente los efectos de esa
corriente, algunos gobiernos se han rebelado en contra de ella y empezado a
poner en práctica políticas que […]
América
Latina –o por lo menos algunos de sus gobiernos– se ha puesto en contra de la
corriente dominante desde hace décadas en el plano internacional. Despues de
sufrir duramente los efectos de esa corriente, algunos gobiernos se han
rebelado en contra de ella y empezado a poner en práctica políticas que
contradicen frontalmente la onda neoliberal.
Los
resultados no han podido ser mejores: mientras aumenta la desigualdad, la
pobreza, la miseria, la exclusion social en el mundo, un país como Brasil, que
era el país más desigual del continente más desigual, ha tenido avances
espectaculares en este campo a tal punto
de proyectar a Lula como líder mundial de la lucha en contra del hambre. La
Bolivia de Evo Morales, ubicado antes como uno de los países más pobres del
continente, junto a Haití y Honduras, ha pasado a ser un modelo de crecimiento
económico y de promoción de la justicia social.
Los gobiernos de los Kirchner han logrado rescatar Argentina de la peor
crisis de su historia, producida por el neoliberalismo, y hacer con que el país
vuelva a crecer y a distribuir renta. Ecuador se ha vuelto uno de los países
latinoamericanos que más crece, con algunos de los mejores índices sociales.
Bastaría
esos ejemplos –aunque podríamos citar otros– para que nos demos cuenta que son
gobiernos que incomodan a los que siguen creyendo en la prioridad de los
ajustes fiscales, en las políticas de austeridad, en la centralidad del
mercado. América Latina – y esos gobiernos en particular – tienen que ser
descalificados, para que se afirme el pensamiento único, el Consenso de
Washington, según los cuales no habría alternativas al neoliberalismo.
En
la vanguardia del lobby en contra de los gobiernos que avanzan en la superación
del neoliberalismo y de sus dogmas, se
encuentran algunas publicaciones de proyección internacional: Financial Times,
Wall Street Journal, The Economist, El País, entre otras.
Promueven
sistemáticamente campañas para intentar descalificar los avances de esos
gobiernos, que chocan con sus posiciones y las de los gobiernos neoliberales.
En
ellas hasta hay columnistas latinoamericanos que se PRESTAN a esas campañas,
mientras otros, se acogen al silencio frente a esos ataques sistemáticos a los
gobiernos de Argentina, Bolivia, Brasil,
Venezuela, Uruguay, Ecuador. Si esos
gobiernos se consolidan, son verdaderos desmentidos a los postulados de las
políticas de austeridad que hasta ahora se imponen en Europa, a los preceptos
del FMI y del Banco Mundial.
Había
entonces que destruir sus imágenes, decir que los avances sociales o fueron
engañosos o han desaparecido frente a las crisis actuales. Que los problemas
enfrentados actualmente por algunos de esos gobiernos representarían su
agotamiento. Que la corrupción, el autoritarismo, el populismo, habrían
condenado esos gobiernos al fracaso.
Esas
publicaciones, en particular, se empecinan, en campañas en contra de esos
gobiernos, de sus líderes, porque les es insoportable que ellos hayan impuesto
el período más largo de estabilidad política, con gran apoyo social, en una
región donde sus gobiernos – dictaduras militares y gobiernos neoliberales –
han fracasado rotundamente. Mientras que los gobiernos europeos que mantienen
las políticas neoliberales, a pesar de sus efectos sociales trágicos, no son
condenados por esos órganos que, al contrario, los tienen como referencias, aun
con su incapacidad de superar la profunda y prolongada crisis recesiva iniciada
en 2008 y sin plazo para terminar.
Los
lobbies de los medios de comunicación internacionales son incapaces de
comprender por qué los gobiernos que descalifican tanto, son capaces de
reelegir a sus líderes o elegir a sus continuadores, mientras que los gobiernos
latinoamericanos que ellos intentaron promover como alternativas –como los de
la Alianza del Pacifico, especialmente México y Perú– tienen gobiernos sin
apoyo popular, donde se suceden líderes desprestigiados. Pero siguen con su
trabajo de pésimo periodismo, que no logra dar cuenta de porqué esos países del
continente son excepciones a escala mundial, frente a los retrocesos de los
gobiernos que mantienen modelos neoliberales.
Emir
Sader, sociólogo y científico político brasileño, es coordinador del
Laboratorio de Políticas Públicas de la Universidad Estadual de Rio de Janeiro
(Uerj).
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