DESCUARTIZA Y
CÓMETE A UNA MUJER
LIDIA
FALCÓN
En
una hamburguesería de Barcelona (calle Tuset nº 17) —y le hago la propaganda
para que vayan a verlo y disfrutarlo todos aquellos caníbales a los que les
satisfaga ver el anuncio— hay colgado un cartel con la reproducción de la Maja
desnuda de Goya. En su cuerpo se han señalado los trozos de carne que una vez
descuartizada podrían comerse, como si de una vaca se tratara. Acompaño la
imagen con el cartel que hemos realizado en el Partido Feminista.
Por
lo que se, ninguna institución: Institut Català de la Dona, Generalitat de
Cataluña, Ayuntamiento, Delegación del Gobierno, Policías varias, se han
enterado. Si lo han hecho no se han sentido concernidas. Tampoco, que yo sepa,
ninguna mujer se ha motivado lo suficiente ante esta publicidad para molestarse
en escribir una carta a los medios, ponerlo en conocimiento de los organismos
CITADOS, hacer una pintada en el pared del restaurante, presentar una queja
ante la propiedad del negocio. Y digo mujer por la alusión directa pero estoy
segura de que muchos hombres se sentirán escalofriados de imaginar que pudieran
descuartizar y comerse a su madre, su hermana, su hija, su amante.
Cuando
las organizaciones de mujeres o los gobiernos se preguntan cómo es posible que
la violencia contra la mujer aumente CONTINUAMENTE, quizá, al menos en
Barcelona, podrían responderse que entre otras actuaciones, permitiendo una
publicidad semejante. Con ese cartel se difunde la idea de que las mujeres
“están para comerse”. Expresión repetida
en el imaginario colectivo cuando se refiere a algo que gusta mucho, y ¿qué les
va a gustar más a los hombres que las mujeres?
No
debe de ser casualidad que, a la vez, según el informe de la Fiscalía catalana,
el 85% de las órdenes de protección solicitadas por los FISCALES para atender
las víctimas de maltrato sean denegadas por los jueces de Barcelona, logrando
con ello el mayor número de desprotecciones de todas las ciudades españolas.
La
propia Memoria de la Fiscalía advierte del significativo aumento de mujeres
asesinadas por sus parejas a lo largo del año 2014 en Cataluña, en que se
REGISTRARON 12 víctimas, frente a solo una en 2013 y a las ocho contabilizadas
en 2012.
Ya
saben, los hombres que abriguen la fantasía de trocear y comerse a una mujer,
pueden imaginarse que lo logran acudiendo a esa hamburguesería, que para más
INRI se llama La Burguesa. De MODO que no se trata de una campesina u obrera o
vulgar ama de casa. Hablamos de canibalismo de altura. Quizá, a partir de este
artículo haya cola de varones hambrientos en la puerta del restaurante.
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