BARTOLOMÉ TIENE 56 AÑOS
Bartolomé García murió
acribillado a balazos por la brigada Político Social del franquismo el 23 de
septiembre de 1976, pero su recuerdo sigue vivo 35 años después. El barrio de
Somosierra celebra esta semana un amplio programa conmemorativo de la muerte de
un independentista que derivó en huelgas y protestas.
ÁLVARO MORALES
Durante
35 años, la llegada del 22 de septiembre se ha convertido en un triste recuerdo
y, al mismo tiempo, en un motivo de orgullo y reivindicación para muchos
vecinos del barrio santacrucero de Somosierra y múltiples tinerfeños y canarios
amantes de la libertad. En la madrugada de esa jornada de 1976 (tal día como
hoy), y como se probó después en vía judicial, una operación conjunta de las
brigadas Político Social y de Investigación Criminal, así como de la Policía
Armada del franquismo, acribilló al joven independentista isleño Bartolomé
García Lorenzo en la puerta de la casa de su prima Antonia Lorenzo, en el citado
barrio capitalino. Sus convecinos y amigos han vuelto a organizar este año una
semana de actos y homenajes con los que, entre otras cosas, pretenden dejar
claro que Bartolomé, que hoy tendría 56 años si no fuese por las balas de la
represión, y el espíritu que representa siguen vivos.
Con
21 años, Bartolomé encontró la muerte de forma cruel ante seis policías
vestidos de paisano que, de dos en dos, se apostaron en los rellanos de la
escalera y en el de la puerta del piso. Tras abrirla, el joven militante independentista
volvió a cerrarla al ver a los agentes con metralletas empuñadas. Más de 30
impactos de bala en la puerta quedaron como implacable prueba de la atrocidad.
De esas balas, cuatro alcanzaron el cuerpo de Bartolomé, que moriría al día
siguiente pese a la operación quirúrgica a la que fue sometido. Los impactos le
afectaron el brazo, la arteria humeral y el vientre, donde se le produjo
"un desgarro del lóbulo del hígado y estallidos múltiples en la región
rectoperitoneal y en la epigástrica superior izquierda que determinaron su
muerte", según el parte médico.
La
explicación policial consistió en que buscaban a Ángel Cabrera, conocido como
"El Rubio" y al que se perseguía por el secuestro del falangista
Eufemiano Fuentes. Sin embargo, "El Rubio" ni siquiera se hallaba en
Tenerife, por lo que muchos pensaron desde el principio que se fue a por
Bartolomé de forma premeditada en una acción entendida también por muchos desde
entonces como "terrorismo de Estado", con la paradoja de que el padre
de Bartolomé era guardia civil retirado.
El
16 de octubre siguiente, los seis agentes fueron procesados y separados de sus
funciones, aunque, al existir entonces el denominado "fuero
policial", por el que no cumplían la prisión preventiva en cárceles, los
cuatro del Cuerpo Superior quedaron internados en la Comisaría de Santa Cruz y
los dos de la Policía Armada, en su cuartel.
Cuatro
días después, fueron trasladados a Madrid y recibidos por centenares de
policías en señal de solidaridad. En 1982, sin embargo, la Audiencia de
Tenerife los condenó, sentencia que fue ratificada ese mismo año por el
Tribunal Supremo, si bien la citada Audiencia, en 1986 y mediante un auto,
declaró extinguidas las responsabilidades y los agentes siguieron en activo y
fueron promocionados en diversas ocasiones.
Para
recordar y seguir censurando, con perspectiva, esta lamentable historia, los
vecinos de Somosierra y García Escámez reparten estos días un libro que resume
lo ocurrido y otros acontecimientos que marcaron esa época (como las otras
muertes en Tenerife, nunca esclarecidas del todo, de Antonio González Ramos,
trabajador de Philip Morris, en 1975, y en los sótanos del Gobierno civil; o
del estudiante grancanario F. Javier Fernández Quesada en la ULL en 1977 tras
un disparo en la espalda de un guardia civil).
Entre
los actos, destacó ayer la mesa redonda celebrada en la plaza de García Escámez
con diversos testigos privilegiados de esa etapa, como Dulce García Lorenzo,
hermana de Bartolomé; Alfredo Horas, abogado laboralista, y Cirilo Leal Múgica,
periodista y dramaturgo, cita moderada por el periodista Carmelo Rivero.
El
acto central, no obstante, tendrá lugar este sábado en ese mismo recinto, donde
se tributará un homenaje a Bartolomé y a otros independentistas, intervendrá
uno de sus familiares, se leerá un manifiesto conmemorativo del 35 aniversario
y se entregará una placa a la familia de un joven inocente que murió por sus
ideas
GENTILEZA
DEL PERIODICO EL DIA DE TENERIFE
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