UN PLIEGUE DE ESPECTÁCULO
Por Eduardo Sanguinetti
Su concentración ha llegado a límites preocupantes. Dos grandes
grupos económico-financieros cubren la totalidad del país.
Las informaciones políticas son copiadas directamente de las
agencias de noticias extranjeras, y las opiniones consensuadas con argumentos
sustentables no tienen espacio. Solo domesticidades truculentas que dejan al
descubierto la fractura social de una comunidad amancebada y epidérmica en sus
fines, solo con espacio para un disenso simplista y con una animosidad
inocultable hacia la presidenta Cristina Fernández y su gestión de gobierno.
Todos los articulistas, entrenados en las mesas de noticias
neoliberales “al uso nostro”, de opinión excluyente y monolítica, conforman la
guardia pretoriana de la falaz y monocorde “queja” de una burguesía infecta y
atomizada en asuntos periféricos, en disonancia con el periodismo veraz y
legítimo de otros tiempos, donde la “confrontación de ideas” daba marco y
esencia a la labor de informar. Hoy, estas modalidades están exiliadas de los
medios de comunicación del pensamiento único.
Las noticias de orden internacional son acomodadas a gusto y
regusto de las multinacionales y de los dueños de la información, de la gran
nación virtual, de las pistas de la web, como son Google, Yahoo, Wikipedia y demás
sitios, siempre con referentes en cada continente, para que la libertad de
expresión brille por su ausencia.
Un claro ejemplo lo da el arbitrario y grosero accionar de
varios países de la Unión Europea, días pasados, en relación al presidente de
Bolivia, Evo Morales, al impedirle sobrevolar el espacio aéreo de sus países y
colocar al avión presidencial fuera de la ruta trazada que hubo de ser
modificada de urgencia. La noticia, de por sí muy importante en cuanto a las
relaciones bilaterales de América Latina y la vieja Europa y lo porvenir, ante
tan flagrante humillación que ha sufrido Evo Morales, fue tomada y transmitida
por estas corporaciones de medios como un pasaje, en un par de minutos, sin
opiniones sobre el tema; solo fue un malentendido con disculpas del canciller
francés a destiempo. Respecto al golpe de Estado en Egipto y sus consecuencias,
solo imágenes y unas palabras que acompañaban a las mismas, otros malentendidos
de las relaciones internacionales, para estos degradantes medios.
La programación, de noticia única, siguió su curso pautado y me
refiero puntualmente a las curiosas y delirantes investigaciones del homicidio
de una adolescente, ocurrido hace un mes y que ya tomó carácter de
“acontecimiento del año”.
Por supuesto, con informadores de los canales de los grupos
económico-mediáticos, protestando acerca del tratamiento que se le da a la
noticia. Se convierten así, en una especie de teólogos vocacionales,
desgarrándose las vestiduras pero continuando con las instancias necrológicas,
escatológicas, del peor policial negro, que se cocinó en las mesas de redacción
del denominado periodismo argentino. Una “vera merda”, por donde se la analice,
sin dar lugar al más mínimo análisis. Periodismo basura, para espectadores
basura, diría el siempre recordado Discépolo.
Aquello de que hablo es un dominio inexplorado, pleno de
palabras escritas y vocalizadas, palabras que articulan frases y textos que
conforman la prensa diaria, infectan e ignoran, borran y deterioran, dan
vergüenza, falsifican, estropean, oscurecen y crean un estado de violencia
creciente y espantosa. Lo que se publica no se identifica con lo que “es”, la
existencia es otra y estamos bastante lejos de poder instalar a la verdad en el
espacio del acontecer de este mundo donde intentamos vivir, computar y existir,
sin representaciones teatrales de la denominada realidad de hoy: un pliegue de
espectáculo.
Nota ESCLARECEDORA y muy interesante que al fin desde la prensa se hable de la expresión manipulada de los grupos económicos de la prensa.
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