POEMAS ESCOGIDOS Y UNA SALMODIA
Un guiño a África,
recital homenaje a Amadou Ndoye
Convento de Santo
Domingo de Guzmán. La Laguna
5 de julio de 2013 a las 19,15 h. Salón del Libro Africano 2013
POEMAS ESCOGIDOS Y UNA SALMODIA.
En
anteriores entregas, Cuando el sol se cae
y A un tiro de piedra, hemos
intentado gracias a la generosidad de un tabloide como La Laguna mensual, retratar
nuestras inpresiones; hacer un balance desde las perspectivas emocional y crítica,
de la figura de este desaparecido autor. Quizá mil palabras más no sean suficientes,
pero lo nuestro es la escritura, cualquier rendija y cualquier página, supone
una oportunidad. Y en eso sí que nos parecemos mucho al resto de nuestros
vecinos africanos. Un largo verano nos espera sin manises tostados en arena
caliente, ni refrescante bissaps, cuyas hojas nos traía con cada viaje, tal vez
sin un encuentro fulgurante o una llamada inesperada desde Senegal; sin
canciones soul que apuntaban al sur de un siroco abrasador. Sin el paño del
polvo que limpiaba los pupitres, ni pupilos de mirra o jazmín. Y estos
renglones son eso, un recordatorio de nuestra realidad de hoy que nos une en un
tributo a Amadou en la universidad del recuerdo con flashses que se suceden
echando días atrás. Libando santas noches en el Oporto de la bota de Ndoye. Ese
gran jugador ambidiestro de letras e historia.
En
aquellos artículos quisimos dibujar las líneas maestras de su aportación tanto
al mostrar el mapa de un África compleja, sangrante, pero atractiva y en auge, como
el sobrecruzamiento entre la literatura insular y la africana, así como sus
genuinos anclajes. Hoy serán las voces de poetas isleños quienes tomen la
palabra para unir nuestras riberas en un mismo océano @ Roberto Cabrera
Amadou Ndoye y amigos en su casa de Dakar.
NIÑO DE AGUA
1.-
En
el interior del tronco de higuera verde
del huerto de los gri
gri,
el aprendiz de
carpintero
dio tres machetazos,
de frente, de lado y
abajo, y
descubrió debajo de la
cáscara
la escultura
encubierta de
la imagen de niño de
leche,
composición de hebra
interior de la higuera.
Criatura tal como lo
había imaginado nunca,
radicalmente distinta
al descubridor.
No había ninguna
diferencia
del niño pequeño y
aprendiz de carpintero.
Había esperado aquel
regalo
toda la existencia y
la confirmación de la
imaginación y la fantasía.
2.-
Para
cuando me acueste, y
empiece a soñar,
rememoraré la historia
del viaje
pendiente del destino.
¡El viaje! ¡El primer
viaje!
3.-
La imaginación de la
tormenta y de la locura,
desengañada de si
misma,
se muda de cama
por alternativa a la
negación de la voz.
4.-
Espero que la sombra
se mueva,
Que el sol recorra su
tránsito,
para saber que
dirección toman los pies de la sombra,
y lo lejos que piensan
llegar
con el sol dentro y al
otro lado.
5.-
Una
mujer sueña que
se arranca la lengua,
para no tener que
declarar,
para no traicionarse,
para no traicionar y
hablar de otra manera.
(Del libro inédito:
lectura para tres días de lluvia)
@ Ignacio Gaspar
SAINT LOUIS DE SENEGAL
Faltó narrar el
crepúsculo que no volvería a tu mirada, a veces hastiada del
candor de las flores
azules en tela, crueles y feas de un cielo falso que nos
rodeaba de azúcares
tristes en la ciudad deconstruida en las arenas. Faltó la
noche, los días de
Saint Louis que nunca veremos, la tierra del free que
invocamos presentida de
mangos y aullidos, la música fina y febril con su
frac de impaciencia y
arrogancia.
SPILL THE WINE
Soltó una mano de la
bandeja, dejó caer la otra, salpicándose de vino y
cristales.Dijo azul,
azul alzando en el aire su dedo corazón y dando un
portazo salió al fresco
de la noche donde la luna hacía grande las pupilas de
los gatos. Hacia el
Ponto abundante en peces prometió alcanzarlos ese mismo
amanecer.
amadou ndoye y ada miranda
POESÍA
Den fruto las palabras
Extasíen tu boca
Mensajeras del sabor
Suaves como membrillos
donde no hay nudos
al sol de tu Caribe
Entre costillas azules
Alto entre las hojas
del destino
@ Olga Luis Rivero (poemas
inéditos)
No
importa donde vayas.
Te
tenemos en tus libros.
Y a ese
corazón insobornable
como una
flor perenne
que
alumbra y sube al alma
con la
llama de tus ojos
que nos
mira y habla
entre los
dedos.
Hablé contigo.
El aire miraba aún el brillo de tus ojos...
Allí comieron tierra las palomas,
la playa y el ocaso.
Un dátil creció como un regalo
y la palmera más bella en el oasis.
Qué
escribe y habla por mi sangre
entre
amapolas.
Un lirio
florece como un escalofrío
en medio
de las flores.
La calle
mustia,
la puerta
abierta al abandono.
La huerta
se estremece,
un perro
pasa
sobre los
huesos de las horas.
Leer
y que cada letra queme dentro su misterio
y nazcan como espadas las palabras
mientras te abraza y rompe los colmillos de la
tarde.
Beber hasta el último poro
del grito de sus labios.
Cuándo
llega la tormenta
hasta la
angustia,
un
terremoto fiero hasta la boca,
la furia
y la desobediencia
como un
pacto
en un
abrazo extremo.
Camino y
todo apesta,
permanece
la desolación.
Sólo tus
ojos tristes
que no se
rinden nunca
buscando
pájaros y sueños
donde
sembrar de nuevo el día
y su
sonrisa abierta y llena
para
todos.
@ Domingo Acosta Felipe
1
Dame la lucha
y que mis ríos
rompan sus cauces.
Empaparé tierras
que nadie conoce,
prolongaré mi veredicto
en la mudez
hasta que mi corazón
rompa en el ocaso
y mis espejos
reflejen un cielo
sin límites.
Dame la lucha
mientras me convierto
en Teseo
degollando al minotauro.
2
Urgía un escondite fácil
para heridas no cerradas.
Me buscabas en la esquina
de algún sueño,
más tus veladas imágenes
construir no supieron
un techo blanco
en mis noches.
No reconocimos
la lluvia del azar.
El futuro se anunció:
bajo tu telón de ángel,
en la primera escena
una estatua de piedra
llenó de sombras el aire.
3
Se tambalea mi cuerpo
pero no inclinaré mi cabeza
ante las manos del verdugo.
En el tiempo de la espera,
elijo líneas de azar:
cierro la puerta
al reposo del guerrero.
No es mío el viaje.
(Lourdes
Hernández, poemas escogidos)
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