EL COLONIALISMO VUELVE A
ACOSAR A
LAS MUJERES CANARIAS
ACOSAR A
LAS MUJERES CANARIAS
Movimiento por la Unidad
del Pueblo
Canario
(Movimiento UPC)
El procesamiento de cinco mujeres,
militantes de Intersindical Canaria, a instancia de la titular del Juzgado número
8 de Las Palmas, Victoria Rosell, viceportavoz nacional de la
asociación de Jueces para la Democracia y vallisoletana de origen, es un
trascendental suceso que avanza en el alarmante cerco para cercenar un derecho
fundamental como son las libertades políticas y sindicales, más grave si cabe
al tratarse de una organización que lucha por la liberación nacional de un
pueblo sometido por las armas como es el pueblo canario.
La juez no sólo formaliza una causa
penal contra las activistas sindicales –a las que acusa como supuestas autoras
de un delito de allanamiento de morada, otro contra la intimidad y la propia
imagen y una falta de lesiones– por haber desplegado una pancarta con la
leyenda “Mujeres canarias contra la reforma laboral” en la sede pública de la
Confederación Canarias de Empresarios (CEE) el Día Internacional de la Mujer Trabajadora (8 de marzo de 2012), sino
que igualmente formaliza cargos contra el periodista que acudió a la
convocatoria de las sindicalistas, filmó su entrada en la sede de la CCE y
divulgó la noticia en un periódico digital, en un ataque sin precedentes a un
derecho fundamental como es la libertad de expresión.
Se trata de un acto intimidatorio más
contra el acosado pueblo canario del entramado colonial falsamente denominado
Estado de derecho, constituido por un gobierno cuyo presidente ha tenido la
desfachatez, el cinismo y la osadía de reconocer ante sus electores en
particular y la opinión pública en general que su gobierno incumple el programa
electoral con el que ha ganado las elecciones por mayoría absoluta “para cumplir con
mi deber”, razón más que suficiente para dimitir y convocar nuevas elecciones,
pues el deber inexcusable de un presidente de un gobierno no es otro
que cumplir el programa con el que ha ganado las elecciones, si se tratara de
un proceso electoral democrático. Claro que no es el caso, como lo avala el
hecho de que el propio tesorero del partido que sustenta al gobierno se
encuentra en prisión sin fianza por defalco de nadie sabe cuantos millones de
euros.
Otra parte del entramado colonial mal
denominado Estado de derecho lo constituye la judicatura, que no tiene reparo
en apoyar el bipartidismo del PPSOE, autodenominándose progresistas o
conservadores, según quien los haya puesto en el cargo, cuyo ejemplo más
bochornoso lo constituye la propia Rosell, no sabemos qué de jueces para la
democracia.
No menos vergonzosa es la otra pata
del entramado colonial, el poder legislativo, pues antes de las últimas
elecciones a las Cortes sus señorías se pusieron de acuerdo, sin que nadie se
opusiera, ni siquiera Ezquerra Republicana, Izquierda Unida o “Colisión”
Canaria, para modificar la ley electoral en el sentido de que aquellas
organizaciones sin representación parlamentaria que pretendieran presentarse
deberían ser avaladas por ciudadanos con derecho a voto, en un acto
discriminatorio sin precedentes, pero con la salvedad de que cada elector sólo
podía avalar una candidatura, o lo que es igual, el entramado colonial etc.,
pretendía listas de electores por ideologías, vaya usted a saber con qué fines,
lo que dio lugar a que El Movimiento por la Unidad del Pueblo Canario no
presentara tales avales al negarse a entregar un listado de nuestros apoyos
electorales, pidiendo por tal motivo el voto nulo, obteniendo más de 16.000
votos en Canarias, con las papeletas editadas por el Movimiento UPC pidiendo el
voto en dicho sentido, para quebradero de cabeza del colonialismo, lo que por
cierto nos aupó al segundo puesto de las organizaciones netamente canarias, si
este término pudiese ser aplicado a la “Colisión”.
La petición de un año de prisión con
suspensión del derecho a votar para Luci Rodríguez (Coordinadora
nacional de Intersindical Canaria), Asunción García, Guacimara Vera, Pino
Monzón y Aisha Hernández, constituye un acto más del colonialismo
español en su estrategia global de, amilanando a los ciudadanos, intentar
acabar con la rebeldía de los canarios y canarias contra este trasnochado
sistema monárquico medieval que nos sigue oprimiendo.
El Movimiento UPC se solidariza con la
luchadoras represaliadas y, de no ser favorable las sentencias de los
tribunales españoles, como es previsible, al ser tribunales al servicio del
colonialismo, recurrir, una vez agotadas las vías internas, a los tribunales
internacionales, concretamente el Tribunal Europeo de Derechos Humanos y el
Tribunal de Derechos Humanos de Naciones Unidas.
Movimiento por la Unidad
del Pueblo Canario (Movimiento UPC)
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