CRISTINA, LA IRA DE DIOS
Por Eduardo
Sanguinetti
El 8 de agosto se prepara la “más grande marcha de la historia”
contra el gobierno de Cristina Fernández, y según pasan los días, el odio y el
resentimiento de la masa de activistas caceroleros aumenta su tenor y la atroz
posibilidad de llegar a una situación "sin retorno", a lo que se
creía superado:
El
transitar una existencia dentro del marco de armonía y diálogo que la
democracia propone y las macro-corporaciones disponen, creando el clima
propicio para un golpe de Estado subliminal. ¿Cabe alguna duda?
La
desinformación se despliega, en un mundo en que no hay lugar, ya, para ninguna
comprobación cierta de nada. Cada día hay un mayor número de hombres y mujeres
formados e instruidos para actuar en el secreto, entrenados para no hacer más
que eso, ya sea desde las macro-corporaciones mediáticas o desde cualquier
poder, en acto de confrontar y defecar en la decisión de las mayorías al elegir
a sus gobernantes y adherir a sus acciones de gobierno.
Se
trata de cuadros especiales de hombres de las más variadas profesiones, armados
de archivos reservados, de observaciones y análisis secretos, en fin,
mercenarios rentados. Estos infectos contratados disponen de diversas técnicas
para la explotación y manipulación de esos asuntos secretos, consumidos con
unción por las burguesías parásitas neoliberales que conforman un amplísimo
espectro de la comunidad, hoy en pie de guerra abierta al gobierno de Cristina
Fernández y a todo lo que esta mandataria capaz, perspicaz, aguda y valiente,
intenta poner en acto, siempre a favor del pueblo y sus necesidades y al margen
de cualquier ideología de ocasión, fundando una tendencia marcadamente fuera
del peronismo ortodoxo, tan mezquino en su propios fines.
“Cristina
la ira de Dios”, como podría ser bautizada por sus detractores y quienes la
demonizan, se subleva estupendamente a las escleróticas políticas de entrega y
sumisión. Lo hace con talento, ironía y sarcasmo, impregnada de aires
revolucionarios nacionales y populares, instancia que provoca la ira, la
envidia y el pánico de la denominada oposición liberal, peronista y de la
izquierda capitalista.
Cristina
escapa a los lugares comunes y a la política marcada por EEUU, tan afecta a
desvirtuar nuestro destino. Imposiciones del imperio del norte, que han llevado
a Argentina y a todos las naciones hermanas a ser territorios con su patrimonio
cultural y de relación degradados; solo el mercantilismo impuso criterios
siniestros para la vida en relación de los pueblos, sometidos a las tendencias
anquilosadas, vetustas y consumistas de importación.
Dejando
en claro que jamás adherí al movimiento peronista, manifiesto enfáticamente con
certeza, a mi modo de ver, que la presidenta Cristina Fernández, en actitud y
aptitud, superó y trascendió al peronismo en discurso, en práctica de la verdad
y en cualidades éticas que el peronismo, a mi humilde entender, jamás tuvo.
Cristina
Fernández, en Argentina no tiene reemplazo hoy, dada la ausencia de candidatos
capaces, valientes y con sentido de nación; lo manifiesto sin dudas ni
intereses de ningún tipo, solo me impulsa mi adhesión a la verdad.
En
sus gobiernos se promulgaron la fantástica Ley de Medios (un derecho humano),
la Ley de elección de los jueces de la Magistratura de manera directa, la
nacionalización de YPF, Ley de Matrimonio Igualitario, el cepo cambiario, la
expropiación del predio de la Rural, la consumación de juicios y prisión a los
genocidas de la dictadura, sin antecedentes en ningún país hermano, el reclamo
permanente sobre nuestras islas Malvinas y tantas otras acciones a favor del
“deber ser”, sumado a su capacidad oratoria, harto demostrada en aquel discurso
de setiembre de 2012, en Naciones Unidas, impecable e implacable.
Estimados
lectores, sobre una economía de mercado semifeudal, no pueden prosperar jamás
ni funcionar legítimamente las instituciones democráticas, incluida la
corrupción endémica que hizo nido en nuestras instituciones y comunidad toda,
incluidos funcionarios del gobierno. Creo que estamos muy lejos de erradicarla.
Todo hoy nos insta a un ensayo de entendimiento y acción, ante las exigencias
del presente y de nuestro despliegue personal, tiempo al tiempo, espacio al
espacio.
Magnífico panóptico de Argentina del presente. Valentía y lucidez. No agrego más.
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