EL AGUA ES PÚBLICA Y SU
GESTIÓN TAMBIÉN LO DEBE SER
GESTIÓN TAMBIÉN LO DEBE SER
Por Cándido Quintana
Compañeros, en estos momentos se está tratando otra vez la
privatización de EMMASA en pleno del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife,
una empresa vergonzosamente y seguramente con oscuros trasfondos privatizada,
que ha tenido después una gestión de pena con un servicio de juzgado de guardia
y con el precio del agua más alto de España que los Ciudadanos hemos
tenido que pagar. Si EMMASA fuera pública el precio sería más barato y esa
empresa, que era la más rentable de las de Santa Cruz para lo público,
generaría hasta nuevos puestos de trabajo, de esos que estamos tan necesitados
para que las familias puedan sobrevivir y no se suiciden.
Y Ahí están los de siempre, los socialistas de pena, que siguen
empeñados en machacar al Pueblo con sus decisiones, seguramente para no
perder las nimias cuotas de poder que CC les ha otorgado. Y ya no está ahí
aquel nefasto Julio Pérez, el mismo que decía que lo que más le preocupaba de
Las Teresitas era el lamentable estado de la playa y NO la trama que había
detrás, que dejó las arcas del Ayuntamiento en quiebra técnica. Ahora está José
Ángel Martín, ese José Ángel que tanto ha criticado la gestión privada de
EMMASA, ese José Ángel que también interpuso demanda por el affaire de Las
Teresitas, pero que ahora da este espectáculo tan bochornoso al plegarse ante
tanto atropello al Pueblo, que en otro momento criticó.
Que pena, que asco de partido, que contrasentido que en sus
siglas incluya las letras "O" de Obrero y "S" de
Socialista. Si hoy votan a favor de la privatización procede que los eliminemos
del mapa político, por lo menos en Tenerife. Si finalmente votasen en contra,
veremos, pero tiene que ser un voto claro y contundente que deje sin efecto
esta nueva pretendida privatización, este nuevo pelotazo, que ya de “Zerolos”
estamos hartos y escaldados, igual que lo están las arcas del Ayuntamiento de
Santa Cruz. Un servicio vital para los Pueblos, como es el agua, tiene que ser
PÚBLICO, porque el agua NO se fabrica, nos cae desde las alturas y, por lo
tanto, es de TODOS, no de los listos de turno que quieren seguir
enriqueciéndose a costa de jodernos la vida. Y ello. Aunque pudiesen conllevar
prebendas para algunos otros listos aprovechados de las penurias de los demás.
¡Ya está bien de sinvergüencerías!
© Cándido Quintana
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