¿Socialistas o
sociolistos?
sociolistos?
Juan
Henríquez
No son seres superdotados elegidos por sus
dotes intelectuales, y sobre todo, por su influencia ante los votantes isleños.
Eran, y son, perfectos desconocidos para la inmensa mayoría de los tinerfeños;
sólo tienen una relativa influencia en su ámbito local, y de no entrar en las
listas bajo el despotismo, o forzamiento de los votos de la demarcación
territorial de origen, pintarían menos que una brocha sin pelos. De hecho,
entraron en las candidaturas por ese juego de reparto comarcal en el que
siempre terminan enchufándose, no los mejores, sino los más listos, de ahí que
un servidor tenga sus dudas entre sí estamos ante socialistas o sociolistos.
La duplicidad de cargos tiene varias consecuencias negativas. La primera, y
la más despreciable, es el demérito a valiosos y destacados militantes del
partido. En segundo lugar, es aplicable el dicho popular del “el que mucho abarca, poco aprieta”; porque
en mi opinión, efectuar, en política,
varias responsabilidades simultáneas en el tiempo: colapsa el cerebro, aumenta
la distracción, dificulta la concentración y, además, se asocia a irreflexivas
conductas. Y por último, estamos ante un individuo/a con una desmesurada ambición de poder
político-económico para lucro personal, por encima de una dedicación real al
servicio de la comunidad. Por ejemplo, el no renunciar a las dietas por
asistencia a comisiones aparte de la dedicación exclusiva, es un ejemplo
irrebatible. ¡Dimitan ya, caraduras!
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