INSTITUCIONES CONTAMINADAS
L. Soriano
Bien, ya ha puesto fecha, y que fecha, a su salida “catástrofe” ZP. Nos deja un solar de país, una carga de deuda insuperable, unos intereses de la misma impagable, una juventud asolada, unos ciudadanos en la cincuentena aterrorizados, una sanidad insoportable, una educación abominable, y un modelo y sistema insostenible. A corto, a cortísimo plazo los acontecimientos serán malos o muy malos para la mayoría de los habitantes de este país. La práctica totalidad de las empresas fuertes y solventes están fuera y casi todas las fortunas han salido por la frontera. Para los que quedemos aquí, será el llanto, el crujir de dientes, la escalada y la imposición fiscal confiscatoria y desahuciadora, los precios de los combustibles, energías, alimentos, y tasas locales y autonómicas impagables, y todos enfrentados a todos con los políticos tratando de mantenerse a flote subidos a los hombros de las familias y de los pequeños empresarios.
Pero ¿Qué tiene que ver esto con las Instituciones y su contaminación? Pues bien, el ultimo bastión que nos quedaba a los ciudadanos era alegar indefensión y pedir protección, al Constitucional (JA), al TEAR, al Contencioso Administrativo, a los Abogados de Estado. Pero y sobre todo a los sesudos Jefes del Fisco que ponían las cosas en su sitio ante la voraz recaudatoria, la incoación de impuestos aberrantes cuando no estúpidos, duplicados, desincentivantes de la actividad y desalentadores de mantenerse aflorados por pura necesidad y por pura supervivencia a nivel de alimentación y cobijo. El banco de España, responsable último y directo de todos los desmanes bancarios y financieros, tanto por comisión como por omisión, por no practicar el “In Vigilando” debido, por no proteger a las familias y pequeños empresarios y trabajar con ahínco a favor de las Cajas politizadas y los Banqueros avariciosos.
Todos contaminados. El Caso del BE, para que hablar. MAFO y sus muchachos están peor que en Chernóbil. Casos como el TEAR son conspicuos, ya que era un alivio dirigirnos a ellos en busca de la protección de cualquier ignorante e indocumentado jefecillo de rentas de cualquier ayuntamiento o entidad pública, semipública o mediopensionista, con los odios personales incluidos en muchísimos casos. Ya cayo asimismo en la contaminación maloliente. Lo de la Cámara es de Juzgado de guardia, aunque al parecer como no les interesaba, ni les proporcionaba dividendos, han dejado de apoyar el asalto a nuestros bolsillos a partir de este año, no los anteriores, ojo.
Ni el Defensor del pueblo, ni el del ciudadano, ni las asociaciones de consumidores ni nadie, nos defiende ya. Y es que todos dependen de los que nos confiscan para cobrar sus sueldos, canonjías, sinecuras y prebendas. Entonces, está claro, se contaminan sin perdón. A reflexionar
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