lunes, 11 de abril de 2011

COLABORACION

DESCOMPOSICION L. Soriano

La verdad es que la situación se merece otro título, sin embargo me voy a contener para contentar a algunos amigos que me piden prudencia, aunque yo le llamo otra cosa.

Es evidente que no podemos con este modelo ni este sistema ni esta digamos... organización que nos hemos dado. Al parecer porque mayormente faltan controles rigurosos, serios, competentes, equilibrados, neutrales y escrupulosos ética y moralmente. Pero lo que está claro es que nuestro “old system” de equilibrio, donde el hombre es bueno por naturaleza, al menos en España hay que descartarlo, y si bien no me opongo a retirar maldad, si que digo e insisto en que hará lo que le dejen hacer en su beneficio sin importarle mucho el resto. Esto viene de ancestros lejanos. El Princeps, a quien le estaba vedado el trabajo manual y el comercio, era el dueño de todo, trabajar mas era deslomarse más a beneficio…. del Princeps, así que de nada o poco de lo que nos esforzáramos repercutía en nuestro bienestar directo salvo la picaresca o el golferio. Y, de aquellos ancestros venimos nosotros, “el que menos corre tumba al de delante”. La ley del mínimo esfuerzo, Quítate tu para ponerme yo, y otras lindezas propias de la raza y del paisanaje.

Señores esto se hunde y estamos en lo más centrado de la película de los hermanos Marx, “Mas madera”, estamos quemando las sillas, las mesas, y hasta las vigas que sustentan nuestro pequeño e inestable tingladito, que no era solido de roca granítica, ni de acero sueco, ni siquiera de aluminio Australiano. Era de madera carcomidita, y de paja de la mojada con mezcla de barro de los pies de nuestros gobernantes. Y… ¿a o hacia dónde vamos en esta loca carrera quemando los restos de nuestra economía y bienestar? Pues parece ser que uno intenta ganar tiempo y el otro esperar a que le caiga el poder encima, sin aplastarlo, cosa que no será tan fácil ya que el “presunto” saliente más que poder le dejara una losa propia de cementerios de cipreses ateos. Lo cierto es que sea donde sea a donde vayamos nos espera el dead end, la vía muerta y si los frenos no paran la carrera loca, ni los topes aguantan la embestida, sin duda nos despeñaremos para lustros atrás de nuestro bienestar económico. Esta Película ya la hemos visto algunos, y no, no somos videntes, ni tenemos poderes ni podemos ver en la bola de cristal, es que a pesar de lo que nos achacaba Wellington, en España, dos más dos, aunque estemos convencidos que son 5, son cuatro, y la realidad siempre acaba por aterrizarnos. Claro que queda por ponernos todos a rezar, cogiditos de la mano a la “nueva Religión” y pedirle al Gran Baal o a Moloch que nos asista, en ceremonia del Gran Maestre de la Logia cercana y pensar en positivo o entonar el “ OHMMMMMM….” Con fuerza hasta destruir a los Belcebues, Demons, Belpheghores, Satanases, Luciferes….. Y así hasta los veinte nombres de la bestia, que azotan a nuestro país con la pena de las plagas más grandes que ni siquiera la imaginación de José el profeta pudiera haber previsto en los tenebrosos sueños del déspota Faraón. Eso sí, los “rulers” patrios dicen navegar en la ignorancia de cómo hemos llegado hasta aquí, salvo por asuntos heredados de nuestro oscuro pasado, pero ellos quieren y predican que volveremos a donde estábamos jugando en las alturas y con la élite, y pidiendo “otra de gambas Manolo”. Yo ya estaría haciendo la pancarta de la Rebelión Cívica, y la de la insumisión fiscal. Es la única manera de que suelten la presa, o sea a nosotros.

A Relexionar

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