viernes, 8 de julio de 2022

LO QUE LAS IMÁGENES IMPORTAN

LO QUE LAS IMÁGENES IMPORTAN

La foto de las parejas de los líderes de la OTAN ante el ‘Guernica’ no solo ha manipulado los “símbolos artísticos”, sino que ha provocado un cataclismo, opacando el ya de por sí (en estos días) debilitado imaginario de izquierdas

AURORA FERNÁNDEZ POLANCO

Operación 'Guernica'.

Mi paso retrocedido

Cuando el de ustedes avanza

El arco de las alianzas

Ha penetrado en mi nido

Violeta Parra, Volver a los diecisiete

 

Sí, las imágenes importan para las vidas negras que importan. Las de los criminales sucesos de Melilla han acentuado profundamente en la izquierda sus (nuestras) sempiternas dudas existenciales: salir del gobierno, reivindicar la moral, la dignidad, permanecer, ayudar legal y económicamente a los más necesitados. Todo se mezcla. He visto en estos días imágenes de personas tiradas en el suelo ante el Guernica como protesta por la cumbre de la OTAN. También, con extremada vergüenza, las de la masacre de la frontera de Melilla y las de policías retirando las flores que honraban a las víctimas de Lavapiés. Como es lógico, las relacionadas con Melilla me han impresionado más. Aunque las del museo recojan una postura que sentía como necesaria, algo palidecía en ellas a la sombra del crimen real.

 

Me disponía a comentar para esta columna la magnífica exposición del MNCARS Giro gráfico. Como en el muro la hiedra (hasta el 10 de octubre), e invitarles, como siempre, al recorrido (energético, matérico, estimulante) propuesto por la Red de Conceptualismos del Sur en colaboración con el Museo Reina Sofía. Quería hablarles de esa necesaria selección de imágenes y de palabras, muy cerquita de los cuerpos que las habitaron en los gestos de reivindicación y disidencia a nivel internacional, cuando me enteré de que la artista peruana Daniela Ortiz, después de ver la fotografía de las parejas de los mandatarios de la OTAN ante el Guernica, escribió una carta pública a la dirección del museo para que retiraran su obra de la colección permanente del centro (Vasos comunicantes. Colección 1881-2021). Ante la manipulación de los símbolos artísticos, llega a pedir “protección política”. Animadas por esta otra estrategia, las imágenes de la gente tirada en el suelo en el Museo cobraban ahora otro sentido.

 

¡Caramba! Cuando estaba tan encantada viendo la feliz incursión de los activismos en los territorios del arte/arte, resulta que en los museos los símbolos artísticos “tradicionales” ¡funcionan! Ignoro por ahora todo el trazo fino que se pueda desprender de peticiones y respuestas entre la artista y el MNCARS. Solo pretendo confesar en estas pocas palabras que tuve la misma sensación que Daniela Ortiz ante la imagen de los acompañantes de los líderes de la OTAN fotografiándose en posición vertical de firmes con todo el atrevimiento del mundo ante un cuadro que es puro zigzagueo trágico y cuyas reproducciones, más allá de ser el gran trofeo de la Transición, se colgaron en buhardillas progres, asociaciones de vecinos, feministas, ecologistas, madres contra la droga, represaliados de los nacionalismos y otras reuniones de pacifismos varios durante el franquismo y primeros años de la Transición. Así que sí, tiene razón la artista peruana: no solamente han manipulado los “símbolos artísticos” sino que han provocado un cataclismo, opacando el ya de por sí (en estos días) debilitado imaginario de izquierdas.

 

Creo que (todavía hoy) la potencia de la imagen responde al montaje que hagamos con las que tenemos interiorizadas. En mi caso, se mezclan ahora las comentadas con la de Boris Johnson en el Museo del Prado ante los cuadros de Rubens, o las del asalto al Capitolio, con todos esos brutos rodeados por la relevante colección de Washington. Nunca el arte de toda la vida resultó tan sicológicamente agredido, quiero decir sometido a inquietantes ocupaciones del espacio museal por individuos indignos (ni hippies ni contestatarios de los setenta, sino gente que se dice de bien). Un periódico del “Estat” llegó a alegrarse de que en la visita de los líderes OTAN al Museo del Prado los cuadros ennoblecieran a los asistentes. Si así se entiende el arte de la Historia del Arte es que estamos más cerca de las casas de subastas que de las que tendrían que habitar las vidas negras que importan.

 

Fotograma de la película Madrid, de Basilio Martín Patino.

 

Fotograma de la película Madrid, de Basilio Martín Patino.

 

Recuerdo las masivas manifestaciones anti-OTAN de 1986, capturadas luego en la película Madrid de Basilio Martin Patino con las caricaturas de González y Reagan que nos acompañan. Entonces no es que fuéramos más libres, pero si estábamos quizá en otras condiciones globales para ejercer mayor presión política popular sobre las élites y gritar contra lo que Gorka Larrabeiti acaba de recalcar: “La lógica militar como la única para gobernar el mundo”. Como diría San-Antonio-Gramsci-de-CTXT, mientras un mundo se va y otro no acaba de salir, el arte y el activismo; las prácticas y la teoría; las artes aplicadas y las bellas artes; los saberes académicos y los experienciales tienen que llegar a una alianza para que la imaginación política radical (lean aquí a Bernardo Gutiérrez) no solo denuncie y diagnostique críticamente el estado de cosas imperante, sino que proponga nuevas formas de vida en las que estas dicotomías ya no tengan ningún sentido. Del mismo modo que, para lograr la paz, la verdadera respuesta no se encuentra en el mantenimiento de dos bandos, engordado el susodicho “nuestro” por dinero público tan necesario para otros menesteres. Gorka Larrabeiti de nuevo: “No son otras armas, otras sanciones, otras alianzas político-militares, sino otro enfoque” lo que hace falta.

 

El cambio de foco será si aceptamos nuestra inter- y eco-dependencia o no será. En el proceso, la presión popular tendría que utilizar todos los medios a su alcance para forzar a los poderes públicos. Ya que, por retomar la exposición basada en los versos de la cantautora chilena Violeta Parra: “La gráfica crece en los muros y, como la hiedra, siempre vuelve a brotar porque, en este tiempo cíclico, las cosas no pasaron, siguen pasando, atravesando y conmoviendo”. La exposición muestra a las mil maravillas que los medios a nuestro alcance son muchos y plurales. El problema es que la libido no nos alcance porque ha sido tocada de muerte por las cerbatanas paralizantes del asesino sistema en curso

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