miércoles, 6 de mayo de 2020

YO; PROTESTO.


YO; PROTESTO.
JM AIZPURUA
La calle era de Fraga y la peleamos hasta ganarla, calle a calle, con muertos, porrazos y pelotazos para arrancar de la sociedad sus ideas fascistas. Nos presentaron una Constitución 78 que nadie leyó, y la votamos creyendo que era la expresión de la lucha antifascista que al fin triunfaba en facultades, fábricas y calles. Pero al parecer nos engañaron y hoy sigue habiendo dueños de la calle distintos de nosotros. Yo; protesto.

Esos artículos que nos quitan los derechos sin pasar por referéndum: son una mierda antidemocrática. Se pongan como se pongan.
Aquí hay una crisis sanitaria, una pandemia, no hay “alarma”, si no “certezas” con daños de carácter médico producidos por un virus, que al no poder neutralizarlo, la cumbre decidió encerrar a la ciudadanía en sus casas sin discriminar a los infectados de los sanos y aplicar el artículo 116 para evitarse consecuencias. Y no es así; hay que responder de los hechos.

Y la Ley dice: “"cuando circunstancias extraordinarias hiciesen imposible el mantenimiento de la normalidad mediante los poderes ordinarios de las autoridades competentes". Y es evidente que la anormalidad venía de un virus, que las autoridades competentes, autonómicas, debían poder perfectamente controlar con sus medios sanitarios.
Pero no tenían suficientes respiradores, UCIs, camas y utensilios, para enfrentarse a una epidemia, y eso tiene responsables que deben conocerse.
Para enfrentarse al problema y con la población acojonada, aprovecharon el viaje para blanquear al españolismo centralista y a las policías y militares, dando unas ruedas de prensa diarias insufribles, y sacándolos a pasear con arrogancia y el poder de Ley Mordaza, donde hacían de jueces que decidían al momento la culpabilidad del ciudadano. Usaban como siempre la “treta” de la identificación para sancionar.
No podemos olvidar a los miembros de “La Manada”, profesionales que pasaron las pruebas de idoneidad de sus cuerpos y que podían hoy estar patrullando por las calles. No es grande la preparación necesaria para sentenciar en la calle la acción del ciudadano, y eso, es un ataque a la democracia disfrazado tras un artículo inadecuado que le arranca sus derechos.
Además, lógicamente se enfermaron, y paseando fueron contagiando sin control. Ya en Haití las fuerzas de la ONU contagiaron a la población de cólera, pero la ministra no debía saberlo o prefirió españolear por las calles. ¿Por qué no los mandó a recuperar las aguas que nos quitó el Sultán? Esa si es su auténtica función.
Y en un increíble error constitucional, se olvidaron de que estamos en un “Estado de las Autonomías” con las competencias sanitarias en su lugar natural y en una jacobina maniobra, recentralizaron el Estado. Su pretexto de pandemia se volvió contra ellos e hicieron el más espantoso ridículo, incapaces de mejorar nada y dejando sombras de comisiones y negligencia. No compraron nada bueno, ni rápido, y olvidaron la capacidad productiva de empresas vascas o catalanas que pudieron haber suministrado respiradores a precios increíbles (Ver Alex Quintanilla).
Posiblemente yo tenga todas las papeletas para que el virus se me lleve por delante, pero no quiero morir como los corderos, viví en pie, salí de ser considerado por el Sistema como “rojo-separatista” y entrar en “ciudadano” y no renuncio a ello, y de morir; quiero hacerlo con dignidad, con eutanasia, y con un respirador. Yo: protesto.
¡AH! Y no han quitado la estatua de Franco. No se hagan los despistados; farsantes.





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