MISERABLES ATENCIONES
Rafael ZAMORA MÉNDEZ.-**
Solo es
comprensible la pérdida del tiempo cuando se trate de
SERVIR y un buen día de provecho
a los demás, es el momento en que te olvidas de ti mismo para subordinarte sin
ninguna especie de soberbio servilismo, complaciendo al que en cualquier difícil
y apurada situación, con la debida educación pertinente, solicite tu preciso
aporte personal.
Esto viene a
curiosa historieta hoy, porque, retornando de un viaje, durante esos tantos
repetidos sufrimientos de no saber por qué dichosa puerta hay que efectuar el
trastornado embarque, no anunciado todavía en la electrónica pizarra de marras, inicias el
largo recorrido, buscando en espaciosas galerías y escondidos pasadizos, todos ellos colmados de garbosas y
surtidas aforos comerciales de encendida ostentación, te vuelves exhausto, tras
el ferviente hallazgo de los probables guarismos y letras, ya,
correspondientemente señalados de
antemano en la recibida tarjeta de vuelta.
De buenas a
primera, me tropiezo con una especie de abigarrado empleado, de arriba abajo,
galardonado como todo un valiente general de feroces huestes, con flamantes
lazos, excesivas medallas y colgadas refinadas cintas al cuello... ¡MI SEGURA
SALVACIÓN!
.-. CABALLERO,¿
SERÍA TAN AMABLE DE INDICARME POR DÓNDE VOY PARA PODER CONCENTRARME EN LA
PUERTA < A-47 >?
Rápida, fugaz y
volátil contestación, sin para nada detenerse:
-.- ¡PREGUNTE EN
INFORMACIÓN!
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¡Cáspita!,(poniendo
esta tan poco usada interjección, por no incluir el correspondiente taco tan
conocido que debería), bastantes ganas me dieron, aunque no le perteneciera ese
compromiso, de solicitar su desconocido nombre, para redactar la
correspondiente reclamación, "alabándole" por su espinosa infracción
de desinteresada consideración,veloz dejación y atorrante frescura!
OTRO desmadrado
ejemplo: En el hogar ya, una estimada amiga, con un enganchado griposo
resfriado de primavera encima, comentándole el intransigente asunto, va y me dice:
-.- ¡ESO, ES
NADA!NO EXCLUSIVAMENTE TALES COSAS LE
SUCEDEN A LOS HOMBRES, SINO QUE A MÍ, NO HACE MUCHO, VIAJANDO EN TAXI,
RUMBO AL CENTRO SANITARIO TRADICIONAL, EN BUSCA DE AGAZAPADOS REMEDIOS,
INICIANDO EL RECORRIDO, ESTANDO LAS VENTANILLAS DEL VEHÍCULO ABIERTAS DE PAR EN PAR, POR DIFERENTES VECES,
LE INSISTO AL VIVARACHO CONDUCTOR:
Y, el muy cretino,
me contesta:
-.- Y... YO, ¿POR
DÓNDE RESPIRO?
Demonios:¡A LO QUE
HEMOS LLEGADO, EN ESTO DE LAS ATENCIONES!
A LOS QUE, SIENDO
EN GRAN MEDIDA CORTESES, A LOS QUE BIEN
RETRIBUYEN Y QUE SEGÚN, MI COLIGADO DIRECTOR, ANGHEL MORALES GARCÍA, CON SU
GENIAL PROSAPIA DE COSTUMBRE, NOS AFIRMA:
“EL CLIENTE, NUNCA TIENE LA RAZÓN, PERO, A
VECES...¡HAY QUE DÁRSELA!”,
Grosero es el que
no atiende,
a una señora o
señor.
¡Al mísero que no
comprende,
que hay que mirar frente a frente,
al que le implore
un favor!
Muchos, pero muchos de estos tristes y lamentablese casos, los he vivido en carne propia
ResponderEliminarEstas personas tan antipáticas, no merecen ocupar ningún cargo público
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