miércoles, 10 de abril de 2019

MISERABLES ATENCIONES


MISERABLES ATENCIONES
Rafael ZAMORA MÉNDEZ.-**
Solo es comprensible la pérdida del tiempo cuando se trate  de  SERVIR y  un buen día de provecho a los demás, es el momento en que te olvidas de ti mismo para subordinarte sin ninguna especie de soberbio servilismo, complaciendo al que en cualquier difícil y apurada situación, con la debida educación pertinente, solicite tu preciso aporte personal.
Esto viene a curiosa historieta hoy, porque, retornando de un viaje, durante esos tantos repetidos sufrimientos de no saber por qué dichosa puerta hay que efectuar el trastornado embarque, no anunciado todavía en la  electrónica pizarra de marras, inicias el largo recorrido, buscando en espaciosas galerías y escondidos  pasadizos, todos ellos colmados de garbosas y surtidas aforos comerciales de encendida ostentación, te vuelves exhausto, tras el ferviente hallazgo de los probables guarismos y letras, ya, correspondientemente  señalados de antemano en la recibida tarjeta de vuelta.
De buenas a primera, me tropiezo con una especie de abigarrado empleado, de arriba abajo, galardonado como todo un valiente general de feroces huestes, con flamantes lazos, excesivas medallas y colgadas refinadas cintas al cuello... ¡MI SEGURA SALVACIÓN!
.-. CABALLERO,¿ SERÍA TAN AMABLE DE INDICARME POR DÓNDE VOY PARA PODER CONCENTRARME EN LA PUERTA < A-47 >?
Rápida, fugaz y volátil contestación, sin para nada detenerse:
-.- ¡PREGUNTE EN INFORMACIÓN!
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¡Cáspita!,(poniendo esta tan poco usada interjección, por no incluir el correspondiente taco tan conocido que debería), bastantes ganas me dieron, aunque no le perteneciera ese compromiso, de solicitar su desconocido nombre, para redactar la correspondiente reclamación, "alabándole" por su espinosa infracción de desinteresada consideración,veloz dejación y atorrante frescura!

OTRO desmadrado ejemplo: En el hogar ya, una estimada amiga, con un enganchado griposo resfriado de primavera encima, comentándole el intransigente  asunto, va y me dice:
-.- ¡ESO, ES NADA!NO EXCLUSIVAMENTE TALES COSAS LE  SUCEDEN A LOS HOMBRES, SINO QUE A MÍ, NO HACE MUCHO, VIAJANDO EN TAXI, RUMBO AL CENTRO SANITARIO TRADICIONAL, EN BUSCA DE AGAZAPADOS REMEDIOS, INICIANDO EL RECORRIDO, ESTANDO LAS VENTANILLAS DEL VEHÍCULO  ABIERTAS DE PAR EN PAR, POR DIFERENTES VECES, LE INSISTO AL VIVARACHO CONDUCTOR:
-.- ¡POR FAVOR, ¿PUEDE SUBIRME LOS CRISTALES, QUE ANDO ENCIMA  CON UN PESADO CATARRO DE ALARMA?
Y, el muy cretino, me contesta:
-.- Y... YO, ¿POR DÓNDE RESPIRO?

Demonios:¡A LO QUE HEMOS LLEGADO, EN ESTO DE LAS ATENCIONES!
A LOS QUE, SIENDO EN GRAN MEDIDA CORTESES, A LOS QUE  BIEN RETRIBUYEN Y QUE SEGÚN, MI COLIGADO DIRECTOR, ANGHEL MORALES GARCÍA, CON SU GENIAL PROSAPIA DE COSTUMBRE, NOS AFIRMA:
 “EL CLIENTE, NUNCA TIENE LA RAZÓN, PERO, A VECES...¡HAY QUE DÁRSELA!”,

Grosero es el que no atiende,
a una señora o señor.
¡Al mísero que no comprende,
que hay que mirar frente a frente,                           
al que le implore un favor!
 


2 comentarios:

  1. Muchos, pero muchos de estos tristes y lamentablese casos, los he vivido en carne propia

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  2. Estas personas tan antipáticas, no merecen ocupar ningún cargo público

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