viernes, 26 de abril de 2019

HECHO DIFERENCIAL


HECHO DIFERENCIAL
JM AIZPURUA
Seguimos en la búsqueda del concepto que sustituya a “canariedad”. El “hecho diferencial canario” es una buena alternativa, pero tiene una referencia que no me gusta. Diferencial lo es frente a una supuesta “igualdad” como estar contenido.

Canarias, su archipiélago, no necesita hechos diferenciales y menos de la lejana Península a la que se une por conquista bélica, genocidio, y dominación colonial. Este es su hecho diferencial, y no necesita más explicaciones.
¿Pero cómo llamamos a esa sociedad que habita hoy sobre las islas y a sus derechos universales? En eso estoy.
Hoy que compartimos DNI español (también lo tienen los saharauis y de nada les vale) es fácil caer en la tentación de adoptar el relato godo y errar de bulto con la Comunidad Autónoma, con una raya por el medio para hacer “dos provincias” y meterlo en una cajita para que salga en la TV junto a Portugal. Una hora menos y a correr en el vagón de cola: sin puertos, aeropuertos, autopistas, ni futuro. Cuatro mercenarios y economía caciquil obsoleta; y la península ya se olvidó de Canarias.
Mis concepciones vascas y mi experiencia en la caída (¿seguro?) del franquismo y el renacer de la causa vasca, no me sirven de nada pues son dos realidades nacionales diferentes cuyos caminos no se parecen. Pero hay un enemigo, si enemigo, común que nos hace tener necesidad de unirnos para plantar batalla a quien nos subyuga nuestras esencias nacionales y nos explota en su exclusivo beneficio.
Los que no quieran ser los esclavos felices, deberán seguir pensando y trabajando, y los otros: con su pan se lo coman.
Me convencen mis amigos isleños que, sin un proceso de descolonización y un referéndum canario para definir su estatus, nada es legal y legítimo. Conforme, pero ¿Qué hacer entretanto? La TF1 sigue atascada, ¡claro; si se hizo en 1970!, los jóvenes sin futuro, los viejos mendigando, el paro y la precariedad mas altos que el Teide. ¿Qué hacer? La parranda no es la solución y la Coalición un dislate. La imagen sumisa mercantil, de voto en alquiler que ofrece la representación canaria en Cortes es una de las causas de la desestima peninsular hacia las islas y causa profunda de su estancamiento nacional que con Cubillo argelino tuvo su momento álgido.
Diferentes, extraños, alejados, los canarios, vascos, gallegos y catalanes deben comenzar a comprenderse para unir votos y hacer ver a los castellanos-unionistas españolistas, que su pretensión supremacista no tiene futuro en el siglo XXI. Sus naciones son tan dignas unas como otras y el derecho de conquista prescribió y hoy solo un democrático referéndum puede dar sentido a un Estado, previamente consentido y consensuado. En esto es fundamental la palabra de los castellanos españolistas y hay que hacer un tributo a Pablo Iglesias Turrión que fue el primer líder español que pronunció la palabra plurinacionalidad con ánimo de concordia.
Los canarios hacia dentro, con ¿“cuál es el concepto”? que una y no divida, y hacia fuera con la aceptación de que es con vascos, gallegos y catalanes con los que debemos unir fuerzas y con los castellanos modernos y democráticos, para alcanzar la dignidad nacional que se refleje en futuro digno que se mide en: paro, pensiones, puestos de trabajo europeos, autopistas y caminos rurales, ecología y turismo, puertos y aeropuertos. Lo demás es parafernalia inútil. Las banderas y la Historia no dan de comer; lo da el trabajo digno.
Vamos, canario/as, a recobrar el futuro que arrebataron a nuestra tierra, empezando con el voto.

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