HABLANDO CON
BERMÚDEZ
POR JUAN HENRÍQUEZ
Hombre, si el alcalde de tu ciudad, en este caso José Manuel
Bermúdez, te llama para tomar un desayuno en una céntrica cafetería de la
capital, ¡pues qué quieren que les diga!, que me puse como un pavo real. Es más,
como quiera que un servidor es muy poca cosa, o por lo menos carece de títulos
honoríficos, pregunté al alcalde a qué se debía la invitación, a lo que me
respondió que necesitaba transmitir sus ideas y proyectos a los columnistas
creadores de opinión en la prensa local, y que a mí me consideraba un
comunicador claro y sin pelos en la lengua, y sobre todo, libre de cualquier
presión mediática. Le agradecí a José Manuel Bermúdez el detalle, y dejé que
hablara.
Con la tablet en la mesa, y en pantalla la ciudad de Santa Cruz
de Tenerife, el alcalde me empezó comentando los serios problemas de todo tipo
que se encontró nada más asumir el cargo, situación a la que dedicó más de año
y medio en tratar de poner en orden. Por fortuna, Juan, me dijo enfatizando, tras
un riguroso trabajo de equipo, logramos reorganizar el área administrativa y
funcional, y, sobre todo, recuperamos la tesorería y acercar los servicios
esenciales a los ciudadanos, tratando de dar respuestas inmediatas a nuestros
vecinos más necesitados. Créeme, Juan, fueron momentos muy duros y de intenso
trabajo. Y me habló de los cinco distritos, de sus necesidades e
infraestructuras, de rehabilitación y vías de comunicación, y sobre todo, de
servicios sociales y viviendas. Y dio el salto al Santa Cruz costero. Desde
Almáciga hasta el Palmetum, tenemos un diamante en bruto que hay que pulir. Las
Gaviotas, Las Teresitas, Valleseco, Zona Portuaria, y la nueva playa del casco
que va desde el Auditorio hasta el Palmetum. Hizo una pausa. Mira, Juan, te lo
diré sin rodeos, el reto es potente y ambicioso, pero estoy más ilusionado que
nunca, seremos una gran ciudad, de las mejores de Europa. Pues un servidor lo
único que desea por el bien de los chicharreros/as es que sus proyectos se
hagan realidad. ¡Mucha suerte!
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