martes, 2 de agosto de 2011

TC.

TC.

L.Soriano

Dentro de la contaminación de las Instituciones, creo y espero poder transmitirles mi temor; la más peligrosa es la del TC. Si se fijan en las actuaciones de este Tribunal, prácticamente una 4ª instancia y sin apelación posible, que absuelve o condena, que quita o da, que pone o anula, cualquier cosa que sea lo que se le consulte y cuyas decisiones finales nos afecta a todos los españoles, son curiosas. El interés desmesurado por cambiar a los miembros del Alto Tribunal, que solo debería de intervenir en asuntos relacionados con la “interpretación” de la Constitución. Lo hace en temas de prescripciones de deudas de determinados grupos económicos con anclajes sólidos en el Poder. Lo hace en temas tan abstractos como modificar la Ley del Suelo y darles las competencias a las Autonomías, cosa que fue el principio de todas las tragedias económicas de este país. Lo hace en materia de Terrorismo y dicta sentencias que permiten a ciertos grupos con historial complicado y sin adhesión a la democracia ni acatan las Leyes que si usan para auparse al poder real y desde ese pulpito rentado hacer la peor de las fechorías. Lo hace en materia de separatismo Estatutario de Regiones díscolas y negadoras de la ley que rige para todos. Y podría seguir en esta Yenka desnaturalizada, saltando atrás en el tiempo y entrando en la actualidad más rabiosa, ya que ejemplos de mal hacer son casi todas sus sentencias, porque son sesgadas, favorecedoras del poder y al dictado de intereses previsibles. No en vano es el poder quien los nombra. Pero es notorio y relevante que en las más absurdas y dañinas, siempre gobernaba un partido concreto, el mismo.

La última, es la que hace que sea urgente que solicite que se cierre o desaparezca, o al menos, se sitúe detrás del Supremo en capacidad de decisión y que sea este el que tome las finales; aun a riesgo de que traten de secuestrarlo de la misma manera, como seguramente lo harán, y sin mucho esfuerzo puesto que ya está bastante “blandito” y “bizcochado”.

Pues bien, que digan que no es Constitucional, en perfecta protección a la comunidad financiera y de indefensión a decenas de miles, quizás millones de familias, es lamentable pero también erróneo. Discrimina esta sentencia al tratarse de los “protegidos del poder” con respecto a lo que ocurriría en el caso que un particular o una Jurídica, aceptase que el valor de una transacción sea tal que concediese crédito por ella con la garantía aceptada por ambos y, en un momento posterior, uno de ellos, alegara que el valor habría disminuido y que el otro debe de cubrir la diferencia. No pasaría ni por la Secretaria de un juzgado. Sin embargo, si la Entidad financiera, aceptó como cierto, luego de concienzuda valoración y tasación, el valor de una propiedad, tanto que presta a un comprador y entrega a un promotor para su pago el importe de la misma. ¿Cómo en un momento posterior, alega que el valor que aceptó, ahora es menor, pero que si alguien tiene que perder sea solamente una parte contratante? ¿Y la estabilización presunta? ¿Cómo el que dijo que valía 100 ahora alega que vale 10, y se le acepta, a una parte, que se varíe la garantía, ampliándola hasta con la vida entera del receptor? ¿Cómo que ahora lo que en su momento fue garantía y más, ahora no es ni mucho menos, pero el que pierde sea el comprador? Si bien es cierto que con la Ley en la mano será muy difícil desfacer los entuertos desgraciados que se han permitido por la desgraciada actucioón del Banco de España, o el Gobierno que es lo mismo, del color que sea, no entiendo como la nueva Ley que contemple, rectifique y anule todos estos despropósitos, no este ya redactada y aprobada. Sin embargo, las lagunas que deja la Sentencia, en los embargos que ahora son “legales” según el nefasto TC, son mares procelosos y profundos, estando seguro que si algún valiente que no tema las represalias cubanas de este país se atreviera a promoverlas, El Tribunal Internacional pondría las cosas en su sitio sin lugar a dudas. A ver si sale algún letrado valiente y con ganas de hacerse famoso, que lo tiene tirado, la opinión pública de su lado, y el apoyo de millones de españoles.

A reflexionar

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