PALABRAS DE LA DOCTORA FELICISIMA MARTIN
EN LA PRESENTACION DEL LIBRO DE JESUS ASCONA
Creo que la valoración literaria de la obra de Jesús Azcona Cubas la dejo en manos de Angel Morales, experto en estas lides, ya que para mi es difícil ser justa en las apreciaciones pues no soy una especialista en crítica literaria. Si voy a hablar de lo que creo que Suso intenta transmitir como persona.
En este mundo tan dado a idolatrar y muchas veces a denigrar a las personas, he tenido la gran oportunidad de conocer a alguien a quién no le importan estas valoraciones siendo fiel a si mismo. Así he podido conocer el lado más humano, más crítico y más versátil de Jesús y también a su mundo, un mundo creado a fuerza de vivir y luchar.
No es de extrañar que en sus libros plasme aquellas situaciones que acontecen en la vida cotidiana, pero no la vida cotidiana de un espacio reducido como es el de nuestras islas, sino que como buen universalista que es, se ha encargado de observar y aprehender modos de vida, costumbres, tradiciones y a ser respetuoso con ellas sin perder un ápice de su libertad y de su independencia, independencia física y de pensamiento, capaz de expresar con absoluta claridad lo que es mundo hecho de mentiras, engaños, desprecios, decepciones, corrupción pero también capaz de expresar sentimientos de respeto, de amor por la cultura, de apoyo y confianza para los demás, de luchar para mejorar la vida de los otros y todo ello desde una perspectiva comprometida, una perspectiva transmitida por unos padres con convicciones políticas igualitarias, por unos amigos con los que ha compartido su ideario de libertad y justicia, sabiendo que la vida es algo efímero pero que mientras tengamos recursos no dejaremos de luchar y compartir, porque compartiendo hemos crecido y hemos trabajado para que los valores, al menos de los que nos rodean, sigan firmes e intactos en esta sociedad.
Hemos compartido las experiencias de nuestros viajes, del teatro, de los amigos comunes, ha participado en mis tareas docentes y a la misma vez hemos crecido juntos. Esta experiencia de compartir sus puntos de vista, que a nadie dejan indiferente, muchas veces me han hecho pensar si todavía somos los jóvenes que salíamos de casa juntos para ir de fiesta, los jóvenes que amaban la libertad de expresión y la igualdad social. Aquellos que luchaban frente a los conflictos y compartían las huelgas tanto como podíamos compartir una ranchera de la revolución de Pancho Villa como de la revolución cubana en la casa de Angel Morales. Hoy se bien porque estoy aquí, y creo no equivocarme, quizá el autor haya querido compartir esta bella ocasión con alguien que, como él, nunca ha aceptado este mundo de falacias, donde lo vivido, el ser no es tan importante, para dejar un espacio cada vez mayor al envoltorio. Puedo decir con entera libertad que Suso se ha dedicado a desmontar todas estas falacias desde el punto de vista psicológico, antropológico y sociológico. Conocedor de muchos países y estudioso de varios idiomas, le ha posibilitado no ceñirse a un patrón establecido, sino vivir con la mayor autenticidad y extraer lo mejor de cada parte. Por eso el mundo de Suso se encuentra en un punto muy alto si lo medimos por el rasero de este y quizá sea conveniente encontrar en su literatura, en las heroínas de nuestras conversaciones, valga de ejemplo Valentina Tereskova o Mary Kingsley o tal vez en sus sueños de paz, igualdad y justicia la posibilidad de hacerle una buena crítica literaria.
Espero que sus aportaciones literarias tengan el éxito y el justo reconocimiento que merecen.
Felicísima martín Capote
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