lunes, 23 de octubre de 2023

TRANSICIÓN Y NAUFRAGIO


TRANSICIÓN Y NAUFRAGIO

COLECTIVO GUASIEGRE

Vienen las islas de muy atrás en el tiempo, de lo hondo de un océano insondable, construyéndose de lavas, vientos y lluvias, de golpes de mar y de estremecimientos del mundo que les dio esta luz deslumbrante. Un territorio desgarrado y abismal que reverdeció y se pobló de belleza: almenados cardones, distinguidos tajinastes, verodes armoniosos, y toda la vegetación que cautivó a tantos botánicos, con su excepcional pulso de vida, como el milagro de una perseverante naturaleza única que sobrevivió al Terciario.

Gentes desvalidas partieron del norte de África y recalaron en estas islas. Habitaron sus valles durante siglos, y crecieron fascinados por el discurrir de las aguas y los planetas. Cuando los primeros muertos encontraron su lugar entre estos riscos, germinó la lealtad que les ató aquí para siempre.

Luego llegó la Cruz, y dicen que esta nunca trajo misericordia. La misma Cruz con que te bendicen, sirve para descoyuntarte, desollarte o fusilarte en la tapia de un cementerio.

Pero acerquémonos algo más al presente, porque, hasta tiempos recientes, nadie imaginó la degradación del suelo isleño hasta el punto de poner en peligro el patrimonio y la riqueza natural que se fraguó durante siglos. Así se pisoteó el exquisito legado de los Viera y Clavijo, Berthelot, Abreu Galindo, Humboldt, Sventenius o Bramwell, con todo su amor y elevado conocimiento de las islas.

Recientemente se denunciaba la intervención urbanística en el Puertito de Adeje, después de apreciar con perplejidad sus estragos.

Pues bien, situándonos en el mismo contexto, el Consejero de Transición Ecológica del Gobierno de Canarias, un tal Mariano Hdez. Zapata, acaba de declarar que va a dar un empujoncito al expediente de urbanización de Cuna del Alma, con el fin de que las obras se reanuden y culmine, por fin, el hormigonado de un territorio incomprensiblemente asilvestrado. La presencia de malas hierbas, o sea, cardones centenarios, tabaibas, viborinas, no será impedimento para nuestro avance hacia el futuro civilizador que pretende el Gobierno, o la empresa promotora. (¿A fin de cuentas, qué han hecho los cardones por la economía de las islas?)

Como tampoco serán obstáculo los yacimientos arqueológicos que se diseminan por esa comarca, un desorden de piedras con grabados que nadie entiende, memoria de viejos guanches que se obstina en resistir.

El tal Zapata es un hombre que viene avalado por un currículum impresionante, aunque en su nueva función de Consejero lo lleva con absoluta discreción. Experiencia en el mundo de la Banca, cargos institucionales en Ayuntamientos y Cabildos, y algunas pequeñas polémicas: está denunciado en la Fiscalía Anticorrupción por tráfico de influencias, apropiación indebida y malversación en la gestión de la emergencia posterior a la erupción del Tajogaite. Además, siendo Presidente del Cabildo de La Palma, y como muestra de amor a su familia, supuestamente subvencionó a la empresa de su padre (un conocido aguamangante palmero) con un millón de euros, y trazó, en su beneficio, una carretera a través del nuevo malpaís. No me digan que no es para erigirle un monumento.

En cuanto al expediente de Cuna del Alma, el Consejero Mariano ha pregonado que será escrupuloso con el cumplimiento de la ley (¿No es esto lo que decimos cuando vamos a hacer trampas?). Debemos recordarle que, precisamente, el cumplimiento de la ley es lo que han tenido que exigir los ciudadanos, jugándose la vida, en Cuna del Alma o en La Tejita, porque quien tenía que requerirlo no lo hizo.

Como ven, frente a los Humboldt y Sventenius, los Hdez. Zapata, tipos que, asombrosamente, convierten en mérito las trapisondas y terminan gestionando nuestro Futuro, la delicada Transición Ecológica. No escuchamos de Zapata ningún esfuerzo reflexivo acerca de sus previsiones frente al insostenible crecimiento poblacional en las islas, ni de los problemas de vivienda y abastecimiento de agua que supone, ninguna solución a los vertidos de aguas fecales en nuestras playas, o cómo seguir abasteciendo a 15 millones de turistas, con sus piscinas y campos de golf, nada acerca del impacto ecológico de las macro urbanizaciones en un territorio tan frágil como el nuestro, subastada su riqueza como mero producto mercantil. ¿Frente a la emergencia climática que padecemos, la prioridad del Consejero es la urbanización de Cuna del Alma?

Hay quien pretende que es difícil dilucidar si esto es un Gobierno o un sindicato de intereses. Y en esa confusión no es extraño que termine desdibujándose hasta la decencia, y acabe pareciendo otra cosa. Tampoco falta quien señala, en este y otros casos, un exceso de voluntarismo institucional en servir a la rapacidad de inversores, nacionales o extranjeros, poco escrupulosos, tanto en el cumplimiento de los obligatorios trámites administrativos como en el respeto a nuestro patrimonio. Debe ser por las décadas de contribución cultural a nuestra tierra, tan enriquecida con modernos exotismos como casinos, lupanares o happy hours de garrafón bajo palmeras washingtonias, como empobrecida en su propia identidad cultural. Por eso, guiado por el sagrado mito del crecimiento y su modelo económico vintage, Zapata quita el bozal al emprendedor que lleva dentro, se envuelve en una armadura negacionista en relación con la Emergencia Climática y apuesta por nuevos campos de golf, dado que los golfistas sufren hacinamiento y no caben en los nueve campos ya existentes en la isla, por macro urbanizaciones de lujo, o por apoyar la inversión de 580 millones de euros en ampliar los dos aeropuertos de la isla. En fin, más que Transición Ecológica parece una transición directa al naufragio. Ya veremos qué ocurre con las malas hierbas, porque parece dispuesto a la demolición de los cardones que se opongan a este progreso. Tal vez tenga el detalle de pedirles que abandonen el territorio ante la inminente invasión de las palas mecánicas.

La prominencia de los inversores de Flandes, figuras inalcanzables nimbadas por el halo de la fortuna, nos empequeñece. Lo que legitima al colonizador tiene como consecuencia la degradación del colonizado. Para ello, estos nuevos señores feudales buscan mayordomos locales. A todos nos quieren dóciles y en función de sus necesidades.

Hemos tenido oportunidad de escuchar al Consejero hablar de la adhesión de este Gobierno a las propuestas de sostenibilidad de la ONU. Tiene un discurso circular que podría repetir en bucle en cualquier circunstancia (todo el movimiento de este agonizante capitalismo es circular y no va a ninguna parte). Afable y con voz aniñada, apreciamos una sutil dificultad al respirar, resultado de una tensión, tal vez la que se genera en el conflicto entre la verdad y el eco postureo. Por eso podemos conjeturar que es un hombre habituado a mentir, un político a medio hacer que no alcanzó aun la perfección del cinismo. Aunque todo se andará, si la Fiscalía no se interpone.

Nos preguntamos si alguna vez se darán cuenta del tipo de persona en que se han convertido. Porque nosotros sí. Y de su manifiesta obsolescencia para ocupar los cargos que ocupan.

En Aguere, mientras el estío se alarga con tibios vientos continentales y esperamos las lluvias que reparen la última tragedia.

                               

Colectivo Guasiegre

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