LA DANZA DE LA CONCIENCIA (DEL SALTO DE
ARGALA AL BRINCO DE OTEGI)
POR MAITÉ CAMPILLO
Cuando
la hipocresía comienza a ser de muy mala calidad, es hora de comenzar a decir
la verdad. Esos que pretenden, para reformarnos, vencer nuestro instinto criminal,
que nos den primero de comer. De moral hablaremos después. Esos que no se
olvidan de cuidar nuestra formación, sin que por ello dejen de engordar,
escuchen esto: por más que le den vueltas, primero es comer, y después de
hartos ¡¡venga la moral!! (Bertolt Brecht)
Canto a la lucha,
que nos da vida para vivirla
No es de ‘La Cueca’ en Chile, que quiero escribir, una no puede meterse en camisa de once varas y lograr crear un buen romance. Ser o no ser siempre será mi dilema, la primera pregunta a plantearme, me limitaré a decir de ella que soy de las que creen que esta danza de la vida y de la muerte, consigue conmoverme en vivo en el marco de su contexto puro, de su punto sensible en el que como la conciencia para la izquierda pareciera de alguna manera ser propiedad de todos los que luchan, podría serlo, pero sacada de su contexto, es donde comienza la zancadilla y la trampa, o si lo prefieren la traición o mucho mejor el espejo enfrente del que se encuentra en el lugar que no le corresponde (la pregunta sería por qué?), sacarla de su raíz, de su tronco, de su realidad objetiva científica, sería distorsionar sus cimientos, denigrar su salud y
Se podrá estar de
acuerdo o en contra (con uno u otro) no están los tiempos lo libres que se
desean, la autocensura se sigue imponiendo sobre este tema y otros más, no así
para los miembros de las fuerzas armadas ni para ciertos políticos y sectores
que pululan en los medios con total impunidad pidiendo “el fusilamiento de 26
millones de españoles”, y otras aberraciones no menos ofensivas ni denigrantes,
ni sería una justificación darles por gente alocada que dice bobadas, todo es
mucho más serio y real que quien intenta “calmar” las aguas para volcarnos a la
deriva. ”No he de callar, por más que con el dedo, ya tocando la boca o ya la
frente, silencio avises o amenaces miedo” (Quevedo). Nadie puede imponer el
olvido ni negar la realidad pretendiendo con ello decir que es por nuestro
bien. Yo elijo la verdad aferrada a la historia para entender el hoy. ¿Quién
podría negar ni dar por bien que (en 1519 en el Estado español) el Rey tenía
impunidad legal y la iglesia podía hacer lo que quisiese y no ser juzgada ni
por simple párroco ni por institución a cuerpo de rey, ni que los ricos tenían
privilegios judiciales y que Castilla imponía al resto de pueblos y comunidades
sus instituciones y dominios? ¿Quién podría negar que los opositores a la
corona por el contrario, los llamados Comuneros, eran detenidos, perseguidos y
condenados (1521)? ¿Ni que 500 años después seguimos igual en lo fundamental, que
la explotación y el poder avasallador es el mismo, las instituciones las
mismas, están ahí, o ha cambiado algo sustancial las relaciones de clase? Los
Comuneros terminaron doblegados por las armas y por las traiciones, el pueblo
navarro también fue doblegado por las armas e incorporado por imposición a
Castilla (unos años antes en 1512) y desde entonces, Euskal Herria (o pueblo
vasco) ha estado sometido a la corona de Castilla, llamada desde entonces
España, y a Francia, en sus territorios más al norte. Así de rotundo lo intuyó
el periodista revolucionario peruano Luis Arce Borja, así de claro y evidente:
”En las guerras entre clases sociales, no existe ningún tipo de mediación
conciliadora que conduzca a una solución definitiva de las contradicciones de clases”.
“¡Sacad vuestras
sucias manos de Euskal Herria!” (Dijo en las Cortes españolas el parlamentario
vasco Jon Idigoras). Lo dijo después de que un grupo fascista, vinculado a
instituciones estatales asesinara a su compañero el parlamentario Josu Muguruza.
Querían parlamentar pero no les dejaron. Al Estado español no le interesaba
parlamentar sino eliminar cualquier atisbo de independencia en lucha de clases;
ni siquiera las luchas pacíficas recientes en Catalunya, sino respondiendo a
fuego como hizo con las últimas colonias de ultramar en Cuba y Filipinas. En
Euskal Herria han sido asesinadas centenas y centenas de personas a manos de
los diversos cuerpos represivos policiales, militares, para-militares,
para-policiales… Militantes y pueblo en lucha han ido cayendo en el empeño por
conseguir una sociedad independiente y socialista: Txabi, Txiki, Otaegi,
Argala, Lasa, Zabala, Mikel Zabalza, Mikel Arregi, Santi Brouard… otros muchos
más han sido terriblemente torturados, encarcelados quince, veinte, veinticinco,
treinta años… algunos siguen aún secuestrados en sus mazmorras todavía sin
ninguna razón por ello, y otros han sido alejados de su tierra a otros
continentes del mundo. Estas muertes son conscientemente olvidadas (a la hora
de la verdad) por el silencio impuesto de la derecha y por la propia izquierda,
o tergiversadas por los mass media para ocultar la verdadera cara y trama del
conflicto. Dijo en Plaza de la Independencia el boxeador y político ucraniano
figurín de la oposición (Vitali Volodímirovich Klichkó): ”Ahora sí que está
garantizada en Ucrania la ley absolutamente necesaria”.
Y al pantomima
principal del crimen en el mundo le chorrean las manos internacionalizando los
campos de guerra; y los poderes políticos y económicos europeos con sus instituciones
fácticas se imponen como un solo país, satélites del platillo volante USA
agujereando los cielos de algodón para mejor especulación; y la sumisión
aflora, cayendo sobre el control social del trajín ordinario que persiste,
mientras las horas van muriendo entre las razones que nunca se escuchan; y las
invasiones se justifican prostituyendo el sentido de la palabra y al
capitalismo se le ensalza, como si el fascismo no fuera su engendro y su
armada; y mientras, la colonización de culturas moderniza exterminio y
evangelización, de forma hasta progresista hasta democrática nos adoctrinan por
imposición. Están los muy snob que votar gobiernos capitalistas lo llaman
libertad, alienar al pueblo liberación, y como civilización la democracia, el
mazo de la ley y el bozal. Están los que entre ellos, se autodenominan progres,
favoreciendo la represión de estado desde el punto de vista de izquierdas (que
desfachatez) ¡Y no se inmutan! Nos encontramos como pan de cada día frente a
los que como demócratas, provocan, aplauden y vitorean golpes de estado y
asentamiento militar con la OTAN imponiendo dictaduras fascistas, y si te
defiendes, matas… eres un terrorista; solo ellos, liberan, imponiendo
genocidios. Y están los que se jugaron la vida por la libertad que otros están
gozando poniendo a parir a los que por libertad lucharon, y, los que viviendo
de los avances conquistados por los que dieron la vida peleando, les acusan de
terroristas y piden perdón ‘por sus crímenes’ haciéndose el sordo de los
verdaderos crímenes del fascismo. Estamos los que no somos funcionarios ni
serviles ni terroristas del estado, gente sencilla que lucha contra el
impostor, gente que no se siente exclusiva ni importante ni imprescindible pero
si determinante para impulsar transformaciones sociales y hacer revolución.
Están los que nunca podrían faltar mientras la lucha de clases persista, los
que hoy se sienten demasiado importantes los políticos mediáticos del sistema
de opresión, porque hay que sentirse muy importante e imprescindible para decir
eso, de esa manera, sacando las cosas del contexto histórico como si con ello
hubiera encontrado la clave para proclamar socialismo e independencia. Y estar,
estamos, los que creemos en la necesidad de una profunda transformación social,
los que no podríamos formar parte de su ley ni su pensamiento, los que pensamos
(y algunos no digamos) que Otegi debería dejar de seguir jugando a hacer
pantomimas y meterse de lleno a seguir haciendo comedia en el templo que le
espera con los brazos abiertos al puesto político que el PNV le reserva con
devoción y bendición.
PD.
”Ni la burguesía,
ni la pequeña burguesía en el poder pueden hacer una política antiimperialista:
La revolución socialista encontraría su más encarnizado y peligroso enemigo,
peligroso por su confusionismo, por la demagogia, en la pequeña burguesía
afirmada en el poder, ganado mediante sus voces de orden” (Dirigente político
peruano José Carlos Mariátegui “La Chita” 1929). Pero para Otegi tira más que
Euskal Herria don dinero sobre la carreta del neoliberalismo español y europeo,
y felicitar a nazis como a Donald Trump, llevarse bien con los sionistas que
controlan muchas cosas no solamente en el mundo, también en Euskal Herria, y
decir aberraciones como que Arzallus era de los nuestros ¡¡Que falta de
dignidad!! ¡Que diferencia antagónica media del salto de Argala al brinco de
Otogi, y de éste último con aquél momento histórico vivido a saltos de gigante
por el entrañable pediatra y político Santi Brouard, presidente de HASI
(Herriko Alderdi Sozialista Irautzailea), teniente alcalde de Bilbo y dirigente
de Herri Batasuna portavoz de la coalición en el Parlamento Vasco, asesinado en
su cargo parlamentario como Josu Muguruza en el Congreso español!!! La danza de
la conciencia, de Santi, su dignidad, sigue entre los vivos que luchan,
conmoviendo el marco de su contexto sensible y profundo, de actos
revolucionarios transparentes en danza de la vida y de la muerte asumida en su
victoria final, que prevalece como guía en su internacionalismo proletario: ”La
ponencia KAS responde a la necesidad que tiene el movimiento de liberación
nacional vasco a dotarse de un instrumento de dirección política fuerte y
coherente. Los trabajadores tenemos que unir a la lucha anticapitalista toda la
problemática que como clase y vascos tenemos. Con la lucha y organización
podemos vencer, y lo vamos hacer”.
Maité Campillo
(actriz y directora d` Teatro Indoamericano Hatuey)
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