martes, 2 de noviembre de 2021

LA DANZA DE LA CONCIENCIA (DEL SALTO DE ARGALA AL BRINCO DE OTEGI)

 

LA DANZA DE LA CONCIENCIA (DEL SALTO DE 

ARGALA AL BRINCO DE OTEGI)

POR MAITÉ CAMPILLO

Cuando la hipocresía comienza a ser de muy mala calidad, es hora de comenzar a decir la verdad. Esos que pretenden, para reformarnos, vencer nuestro instinto criminal, que nos den primero de comer. De moral hablaremos después. Esos que no se olvidan de cuidar nuestra formación, sin que por ello dejen de engordar, escuchen esto: por más que le den vueltas, primero es comer, y después de hartos ¡¡venga la moral!! (Bertolt Brecht)

Canto a la lucha, que nos da vida para vivirla

No es de ‘La Cueca’ en Chile, que quiero escribir, una no puede meterse en camisa de once varas y lograr crear un buen romance. Ser o no ser siempre será mi dilema, la primera pregunta a plantearme, me limitaré a decir de ella que soy de las que creen que esta danza de la vida y de la muerte, consigue conmoverme en vivo en el marco de su contexto puro, de su punto sensible en el que como la conciencia para la izquierda pareciera de alguna manera ser propiedad de todos los que luchan, podría serlo, pero sacada de su contexto, es donde comienza la zancadilla y la trampa, o si lo prefieren la traición o mucho mejor el espejo enfrente del que se encuentra en el lugar que no le corresponde (la pregunta sería por qué?), sacarla de su raíz, de su tronco, de su realidad objetiva científica, sería distorsionar sus cimientos, denigrar su salud y

equilibrio, su realismo patente basado en la historia y lucha de clases. Y, como la Cueca, no sería por igual de relevante, ni ganaría de mayor relieve ni nivel de logro en el plano interpretativo musical sobre la base del cultivo de la tonada y el canto mapuche. En cuanto a la lucha de clases no solo no ganaría sino que la prostituiría. El poder siempre ha buscado en sus aliados (cooperantes) para las divisiones, las altisonancias de la tradición, es decir la traición, bautizando sus maniobras como el fundamento de una pretendida legitimidad. Este es el caso de dos épocas de Euskal Herria que quiero hablarles, de dos de sus fases distintas en el tiempo, dos posturas, una frente a la otra de dos miembros destacados de la Izquierda Abertzale (La primera forma parte del asentamiento ideológico del histórico Argala): ”Condenar cualquier tipo de violencia popular es una brutal necedad y una muestra clara de incapacidad (por parte de quien la condena) para salirse de las perspectivas ideológicas de la clase explotadora. Los pueblos no practican la violencia por gusto de hacerlo sino impulsados por la acuciante necesidad de adquirir un derecho humano: el derecho a la libertad en las relaciones sociales. La violencia popular es siempre defensiva frente a la violencia institucionalizada de la clase explotadora, y por lo tanto completamente legítima”. (La segunda es del hoy mediático que encarna Arnaldo Otegi): ”Nada de lo que digamos puede deshacer el daño causado, es posible al menos aliviar el dolor desde el respeto, la consideración y la memoria. Queremos decirles de corazón que sentimos enormemente su sufrimiento y nos comprometemos a tratar de mitigarlo en la medida de nuestras posibilidades. Siempre nos encontrarán dispuestos a ello”.

 

Se podrá estar de acuerdo o en contra (con uno u otro) no están los tiempos lo libres que se desean, la autocensura se sigue imponiendo sobre este tema y otros más, no así para los miembros de las fuerzas armadas ni para ciertos políticos y sectores que pululan en los medios con total impunidad pidiendo “el fusilamiento de 26 millones de españoles”, y otras aberraciones no menos ofensivas ni denigrantes, ni sería una justificación darles por gente alocada que dice bobadas, todo es mucho más serio y real que quien intenta “calmar” las aguas para volcarnos a la deriva. ”No he de callar, por más que con el dedo, ya tocando la boca o ya la frente, silencio avises o amenaces miedo” (Quevedo). Nadie puede imponer el olvido ni negar la realidad pretendiendo con ello decir que es por nuestro bien. Yo elijo la verdad aferrada a la historia para entender el hoy. ¿Quién podría negar ni dar por bien que (en 1519 en el Estado español) el Rey tenía impunidad legal y la iglesia podía hacer lo que quisiese y no ser juzgada ni por simple párroco ni por institución a cuerpo de rey, ni que los ricos tenían privilegios judiciales y que Castilla imponía al resto de pueblos y comunidades sus instituciones y dominios? ¿Quién podría negar que los opositores a la corona por el contrario, los llamados Comuneros, eran detenidos, perseguidos y condenados (1521)? ¿Ni que 500 años después seguimos igual en lo fundamental, que la explotación y el poder avasallador es el mismo, las instituciones las mismas, están ahí, o ha cambiado algo sustancial las relaciones de clase? Los Comuneros terminaron doblegados por las armas y por las traiciones, el pueblo navarro también fue doblegado por las armas e incorporado por imposición a Castilla (unos años antes en 1512) y desde entonces, Euskal Herria (o pueblo vasco) ha estado sometido a la corona de Castilla, llamada desde entonces España, y a Francia, en sus territorios más al norte. Así de rotundo lo intuyó el periodista revolucionario peruano Luis Arce Borja, así de claro y evidente: ”En las guerras entre clases sociales, no existe ningún tipo de mediación conciliadora que conduzca a una solución definitiva de las contradicciones de clases”.

 

“¡Sacad vuestras sucias manos de Euskal Herria!” (Dijo en las Cortes españolas el parlamentario vasco Jon Idigoras). Lo dijo después de que un grupo fascista, vinculado a instituciones estatales asesinara a su compañero el parlamentario Josu Muguruza. Querían parlamentar pero no les dejaron. Al Estado español no le interesaba parlamentar sino eliminar cualquier atisbo de independencia en lucha de clases; ni siquiera las luchas pacíficas recientes en Catalunya, sino respondiendo a fuego como hizo con las últimas colonias de ultramar en Cuba y Filipinas. En Euskal Herria han sido asesinadas centenas y centenas de personas a manos de los diversos cuerpos represivos policiales, militares, para-militares, para-policiales… Militantes y pueblo en lucha han ido cayendo en el empeño por conseguir una sociedad independiente y socialista: Txabi, Txiki, Otaegi, Argala, Lasa, Zabala, Mikel Zabalza, Mikel Arregi, Santi Brouard… otros muchos más han sido terriblemente torturados, encarcelados quince, veinte, veinticinco, treinta años… algunos siguen aún secuestrados en sus mazmorras todavía sin ninguna razón por ello, y otros han sido alejados de su tierra a otros continentes del mundo. Estas muertes son conscientemente olvidadas (a la hora de la verdad) por el silencio impuesto de la derecha y por la propia izquierda, o tergiversadas por los mass media para ocultar la verdadera cara y trama del conflicto. Dijo en Plaza de la Independencia el boxeador y político ucraniano figurín de la oposición (Vitali Volodímirovich Klichkó): ”Ahora sí que está garantizada en Ucrania la ley absolutamente necesaria”.

 

Y al pantomima principal del crimen en el mundo le chorrean las manos internacionalizando los campos de guerra; y los poderes políticos y económicos europeos con sus instituciones fácticas se imponen como un solo país, satélites del platillo volante USA agujereando los cielos de algodón para mejor especulación; y la sumisión aflora, cayendo sobre el control social del trajín ordinario que persiste, mientras las horas van muriendo entre las razones que nunca se escuchan; y las invasiones se justifican prostituyendo el sentido de la palabra y al capitalismo se le ensalza, como si el fascismo no fuera su engendro y su armada; y mientras, la colonización de culturas moderniza exterminio y evangelización, de forma hasta progresista hasta democrática nos adoctrinan por imposición. Están los muy snob que votar gobiernos capitalistas lo llaman libertad, alienar al pueblo liberación, y como civilización la democracia, el mazo de la ley y el bozal. Están los que entre ellos, se autodenominan progres, favoreciendo la represión de estado desde el punto de vista de izquierdas (que desfachatez) ¡Y no se inmutan! Nos encontramos como pan de cada día frente a los que como demócratas, provocan, aplauden y vitorean golpes de estado y asentamiento militar con la OTAN imponiendo dictaduras fascistas, y si te defiendes, matas… eres un terrorista; solo ellos, liberan, imponiendo genocidios. Y están los que se jugaron la vida por la libertad que otros están gozando poniendo a parir a los que por libertad lucharon, y, los que viviendo de los avances conquistados por los que dieron la vida peleando, les acusan de terroristas y piden perdón ‘por sus crímenes’ haciéndose el sordo de los verdaderos crímenes del fascismo. Estamos los que no somos funcionarios ni serviles ni terroristas del estado, gente sencilla que lucha contra el impostor, gente que no se siente exclusiva ni importante ni imprescindible pero si determinante para impulsar transformaciones sociales y hacer revolución. Están los que nunca podrían faltar mientras la lucha de clases persista, los que hoy se sienten demasiado importantes los políticos mediáticos del sistema de opresión, porque hay que sentirse muy importante e imprescindible para decir eso, de esa manera, sacando las cosas del contexto histórico como si con ello hubiera encontrado la clave para proclamar socialismo e independencia. Y estar, estamos, los que creemos en la necesidad de una profunda transformación social, los que no podríamos formar parte de su ley ni su pensamiento, los que pensamos (y algunos no digamos) que Otegi debería dejar de seguir jugando a hacer pantomimas y meterse de lleno a seguir haciendo comedia en el templo que le espera con los brazos abiertos al puesto político que el PNV le reserva con devoción y bendición.

 

PD.

 

”Ni la burguesía, ni la pequeña burguesía en el poder pueden hacer una política antiimperialista: La revolución socialista encontraría su más encarnizado y peligroso enemigo, peligroso por su confusionismo, por la demagogia, en la pequeña burguesía afirmada en el poder, ganado mediante sus voces de orden” (Dirigente político peruano José Carlos Mariátegui “La Chita” 1929). Pero para Otegi tira más que Euskal Herria don dinero sobre la carreta del neoliberalismo español y europeo, y felicitar a nazis como a Donald Trump, llevarse bien con los sionistas que controlan muchas cosas no solamente en el mundo, también en Euskal Herria, y decir aberraciones como que Arzallus era de los nuestros ¡¡Que falta de dignidad!! ¡Que diferencia antagónica media del salto de Argala al brinco de Otogi, y de éste último con aquél momento histórico vivido a saltos de gigante por el entrañable pediatra y político Santi Brouard, presidente de HASI (Herriko Alderdi Sozialista Irautzailea), teniente alcalde de Bilbo y dirigente de Herri Batasuna portavoz de la coalición en el Parlamento Vasco, asesinado en su cargo parlamentario como Josu Muguruza en el Congreso español!!! La danza de la conciencia, de Santi, su dignidad, sigue entre los vivos que luchan, conmoviendo el marco de su contexto sensible y profundo, de actos revolucionarios transparentes en danza de la vida y de la muerte asumida en su victoria final, que prevalece como guía en su internacionalismo proletario: ”La ponencia KAS responde a la necesidad que tiene el movimiento de liberación nacional vasco a dotarse de un instrumento de dirección política fuerte y coherente. Los trabajadores tenemos que unir a la lucha anticapitalista toda la problemática que como clase y vascos tenemos. Con la lucha y organización podemos vencer, y lo vamos hacer”.

 

Maité Campillo (actriz y directora d` Teatro Indoamericano Hatuey)

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