JM AIZPURUA
De nuevo rompo mi
silencio voluntario, pues el cinismo ambiental me rompe el alma. No es posible
mantenerse aislado cuando mandan “ayuda” internacional a Venezuela, país rico,
pasando frente a Haití, país empobrecido, sin mirarlo y ante la indiferencia de
los “angustiados” por la situación venezolana: ¡cínicos!
Haití, país fallido
por la desastrosa acción de las elites francesa y española que rompieron la
isla en dos mitades y posteriormente ha sido regido por la dirigencia gringa
que la ha conducido de la colonia mas rica de América al país más pobre del
continente. Y señores cínicos; no es un país chavista, ni izquierdista, es un
país con una dirigencia títere de los gringos y donde el capitalismo más feroz
se impone. No es Trump el que allí domina sino los Clinton y el ala mas
demócrata gringa, pero el resultado humano y económico es pavoroso y lo era
antes y después del terremoto.
Allí no hay ninguna
riqueza por lo que el interés gringo se limita a una ocupación del gobierno
mediante títeres domesticados y con ello se dan por satisfechos mirando para
otro lado ante el drama humano que su actuación provoca.
Pero en Venezuela
la gran riqueza del país incita la ambición gringa y necesita del mismo sistema
de gobierno títere que siga las instrucciones de la elite gringa, pues no
olvidemos que los millones de pobres asalariados y buscadores del sueño
americano que terminan de viejos con mitones calentándose por las calles en
barriles ardientes, no tienen nada que ver en esto. Es a ellos a los que
deberían ayuda, y a los que gimen en sus fronteras sin que les ayuden e incluso
les separan de sus hijos. ¡Cínicos!
Una vez que los
tesoros venezolanos cambien de manos, todos se olvidarán de la “ayuda” y cada
cual que se apañe como pueda según el paradigma neoliberal que divide al mundo
en ricos y pobres en un camino de ricos más ricos y pobres más pobres. Es la
realidad, nos dicen. ¡Cínicos!
Como no han podido
plantar cara al chavismo electoralmente, se quitan la careta y emprenden un
golpe de estado, no a la catalana, no, sino con las más aviesas intenciones de
repetir el golpe chileno y acribillar al gobierno surgido de la democracia
bolivariana. Esa es su intención y esperan por miedo y soborno que se quiebre
el orden constitucional venezolano. Cada Lobby tira de los suyos y Sánchez y
Carmena hablan de lo que no saben por boca de ganso. ¡Cínicos!
Yo no sé lo que
“necesita” Venezuela, por que no vivo allí, pero si se que no necesita
injerencias extranjeras, que la ayuda noble sería dar al gobierno las medicinas
de emergencia, que esperar a la cita electoral presidencial produciría menos
males que emprender una guerra ahora, que insultar a maduro no resuelve nada y
que con más respeto y más propuestas se podría llegar a evitar enfrentamientos.
¿Lo que hacen los taxistas en Madrid es inaceptable y lo que hace la oposición
venezolana por las calles no? ¡Cínicos!
Percibo un clima
guerracivilista en toda la derecha españolista. Cuando se deja de pensar y se
abraza una quimera retrograda, se corre el riesgo de crear una percepción
maniquea de la realidad, los buenos y los malos, cuyo desenlace solo puede ser
la eliminación del malo. Pero piensen bien pues si sus tesis triunfan y
Venezuela arde en llamas, morirán buenos y malos y ustedes será corresponsable,
¡cínicos!
Y no se olviden de
Caín, Fidel y Vietnam. Ustedes no siempre ganan.
Paz para Venezuela,
amen.
Haití hoy.
Manifestación antigubernamental en Port au Prince.
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