LOS NUEVOS SEÑORES FEUDALES
JAVIER GALLEGO
Los grandes magnates tecnológicos se han
lanzado a la conquista del globo con Elon Musk a la cabeza. El hombre más rico
del planeta es el emperador de un nuevo feudalismo de monarcas empresariales
que aspiran a un mundo gobernado por CEOs, en su mayoría tecnológicos
Los dueños del mundo se quieren adueñar definitivamente de todo. No les basta con el control económico, quieren el control político total para favorecer sus intereses y eliminar todas las barreras a su crecimiento. Trump es un empresario que quiere la presidencia para convertir su país en una empresa y beneficiarse de su posición para hacer negocios. Elon Musk financia su campaña y la impulsa en su red social con el objetivo de entrar en el gobierno estadounidense para vender su tecnología y desmontar la administración que pone freno al Mercado. Como intenta hacer Milei con su motosierra en Argentina. El Estado es un estorbo para los ultraliberales. La democracia es un estorbo. Hay que destruirla.
No fue un capricho para Elon Musk
hacerse con Twitter. Era parte de su estrategia porque ha entendido que las
redes sociales son el mecanismo de control y privatización del motor de las
democracias: la información. Las redes son literalmente eso, redes para pescar,
para atrapar. Armas de dominación masiva. Musk lo sabe y por eso se ha comprado
una y ha cambiado el algoritmo para difundir su mensaje: la política
democrática no resuelve los problemas, solo el mercado lo hace. Ayer mismo,
Mark Zuckerberg le siguió los pasos. El dueño de Meta anunció la supresión de
los sistemas de verificación de Instagram y Facebook con los mismos argumentos
de Musk: los verificadores coartan la libertad de expresión y se han convertido
en una forma de censura. Censura de la izquierda, censura woke, se
sobreentiende (que Trump amenazara con meterle en la cárcel si usaba Facebook
en su contra, seguro que tiene algo que ver).
Los neofeudalistas piensan que nuestras libertades son un límite
a su libertad. La libertad del Mercado. Como dijo el máximo donante en la
campaña de Trump, el multimillonario Timothy Mellon, los programas de ayudas
sociales son “una forma moderna de esclavitud”. La esclavitud que quieren es la
que pueden vendernos. Neofeudalismo: te damos protección si renuncias a algunos
de tus derechos y pagas el diezmo. Para eso tienen que suprimirnos como
ciudadanos y reducirnos a clientes y siervos. Es el fin del altruismo
democrático para imponer el darwinismo social. La competencia feroz, el sálvese
quien pueda, el todos contra todos. La ley del más fuerte a la que contribuyen
las redes en la esfera pública y el turbocapitalismo en la esfera económica.
Los movimientos de Musk atacando con bulos al líder laborista en
Inglaterra (donde financia al ultra Farage) y a los socialdemócratas en
Alemania (donde apoya a los neonazis de AfD), o los de Trump amenazando con
tomar Canadá, Groenlandia y el Canal de Panamá, son parte de esa estrategia de
desestabilización para debilitar las democracias y fortalecer sus negocios, los
de EE.UU y los propios. Para ampliar territorios de influencia en su lucha
contra el señor feudal chino. Para imponer el neofeudalismo a nivel global.
Parece una película pero está ocurriendo. El Pentágono le ha comprado a Elon
Musk el mayor sistema de vigilancia planetaria jamás visto. No habrá un solo
rincón en el que podamos escondernos. La empresa del magnate, SpaceX, la misma
de los vuelos espaciales para ricos, es la que más objetos ha lanzado al
espacio el año pasado. Mientras nos distraen con el circo, están sembrando el
cielo de cámaras. En su visita a la casa en Florida de Donald Trump, la
fascista Meloni ha negociado con Musk instalarlo en Italia. Los nuevos señores
feudales han empezado a repartirse las tierras. Lo que está por venir, da mucho
miedo.
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