EL IMPERIO DEL MIEDO
Javier Milei y Donald Trump — BBC
Mientras Milei sonreía en Washington, su Gobierno dejó en la calle a 500 trabajadores y trabajadoras del Hospital Nacional Posadas y 50 expertos del Instituto de Salud Mental
Donald
Trump asumió como nuevo Presidente de Estados Unidos y amenazó con enviar
tropas a la frontera con México, luego de calificar a los cárteles del
narcotráfico como “organizaciones terroristas”.
Al mismo
tiempo dijo que implementaría una Ley del siglo XIX para proteger la frontera
con el uso del Ejército y llamó al Golfo de México, “Golfo de Estados Unidos”.
Como si todo eso fuera poco, adelantó que EEUU también tomará el control del Canal de Panamá ante el avance de China. Su hijo menor, Barron Trump, de 18 años y poco más de 2 metros de altura, se plantó un paso adelante del magnate Elon Musk y al lado de su madre que nunca se quitó el sombrero que escondía sus ojos.
Trump la
besó. Una vez al aire en cuanto ingresó al Capitolio y en dos oportunidades
tras asumir su segundo mandato.
Musk, Bezos y Zuckerberg
poseen juntos unos 896.700 millones de dólares. Son más poderosos y ricos que
países de la región
A metros
de Musk otro magnate observaba la escena. Jeff Bezos, ex director ejecutivo de
Amazon también fue parte de la oligarquía de plataformas que estuvo en la
asunción. El fundador de Facebook, Mark Zuckerberg era tomado por la
televisación mundial en las primeras filas.
Musk,
Bezos y Zuckerberg poseen juntos unos 896.700 millones de dólares. Son más
poderosos y ricos que países de la región.
Lejos del
escenario central, en una fila destinada para los invitados extranjeros,
ubicaron a Javier Gerardo Milei. Tuvo el honor de compartir lugar con
Nayib Bukele de El Salvador y el autoproclamado presidente falsario de
Venezuela, Edmundo González Urrutia, quien publicara su llegada a Washington en
automóvil.
Un día
antes de la ceremonia de Trump, Milei se tomó una fotografía con Kristalina
Georgieva, la economista búlgara que dirige el Fondo Monetario Internacional
(FMI). Todo indica que el Gobierno percibido como liberal libertario tomará más
deuda externa por 11 mil millones de dólares. En su discurso, Milei habló del
“partido del Estado” y “el partido de los ciudadanos libres”. Una referencia
ácrata que sería un oxímoron: viajó a EEUU como el máximo representante del
Estado de la Nación de Argentina, no siendo parte de una secta
libertaria-capitalista, lo cual de por sí encierra otra profunda contradicción.
Mientras
Milei sonreía en Washington, su Gobierno dejó en la calle a 500 trabajadores y
trabajadoras del Hospital Nacional Posadas y 50 expertos del Instituto de Salud
Mental. El mensaje es claro: Milei busca cambiar la Cultura con una operación cognitiva
que apunta a validar la esclavitud laboral con la crueldad sistemática, la
quita de derechos conquistados, el estancamiento de los salarios de la mano de
la peor caída en el consumo de proteínas cárnicas desde 1920.
La
sociedad argentina se alimenta con menos carne vacuna que hace 105 años, paga
más cara a valor dólar la luz, el gas, y el combustible —siendo un país
productor y exportador de petróleo no convencional—, con más del 40% de
la capacidad productiva de la Agroindustria —proveedora de dólares— en
capacidad ociosa por las importaciones de granos y soja desde Paraguay y
Uruguay.
Tal como
se ve, el pretendido éxito de Milei y su “déficit cero”, se sostiene con la
bota sobre los salarios y amenazas represivas.
Los
libertarios capitalistas articulan la publicidad constante de su gobierno con
los impuestos de la ciudadanía indefensa a la que niegan cualquier derecho
adquirido.
Libertarismo, Tea Party, y KKK
En agosto
de 2017 se enfrentaron en EEUU dos visiones contrapuestas de la sociedad. Entre
los supremacistas blancos que pretendían homenajear al General Robert Lee en
Charlottesville, estaba un tal David Duke, ex líder del KKK. Aparece en las
filmaciones de los disturbios tomadas por medios internacionales junto a
banderas amarillas con la serpiente del libertarismo capitalista
estadounidense, enfrentado con comunidades defensoras del derecho al aborto
legal y las conquistas del feminismo y las comunidades en lucha por cuestiones
de género y diversidades sexuales. Por aquella escaramuza murió una mujer
opositora a los supremacistas blancos.
Ahora
Trump decretó que para él existen dos géneros: “el masculino y el femenino”. Lo
dijo con la boca de costado.
También
dijo que nombrará de nuevo en sus puestos a los soldados negadores de la
pandemia del Covid-19, que se habían opuesto a aplicarse la vacuna preventiva.
No fue
una casualidad que el presidente saliente, Joe Biden indultase unas pocas horas
antes del acto de asunción, a tres hermanos suyos —dos varones, y una mujer—,
luego de que Trump anunciara que era el máximo exponente de “la venganza de
ustedes”.
El avance
ultraderechista estadounidense se extiende a la Corte con tres nuevos
magistrados nombrados por Trump en el mandato anterior. Han anulado el derecho
al aborto legal y podrían arrasar con las conquistas sociales con deportaciones
masivas. Todo a pesar de las múltiples referencias a Martin Luther King y su
famoso discurso “yo tengo un sueño”, asesinado a balazos en 1968.
En la
primera fila frente a Trump estaba un conservador extremista de la primera
hora. Se trata de Newt Gingrich que supo utilizar la televisación de las
sesiones parlamentarias durante los años ’80 para imponer a como sea su relato
de odio. Incluso redactó un manual didáctico y anticipatorio de la post-verdad
con palabras fuerza. Llamaba a los opositores “cerdos”, “chacales”,
“comunistas”, “soviéticos”, “socialistas”.
Quizá por
eso, la dirigente republicana Marjorie Taylor Greene, legisladora por Georgia,
se lo tomó tan seriamente que su campaña se basó en dispararle con un fusil de
asalto a un rodado que pintó con la palabra “socialismo”. Lo hizo volar por los
aires en una bola de fuego con un solo balazo. Después miró fijo la lente de la
cámara al estilo de la hija de Kevin Costner en la serie Yellowstone.
Taylor
Greene estaba feliz en el recinto con Trump. Nada dijeron sobre el asalto
al Capitolio el 6 de enero de 2021 con muertos incluidos. Trump no concurrió
aquella vez a la asunción de Biden aunque ahora habla de unidad nacional.
En ese
discurso inaugural, Trump mencionó que EEUU volverá a fabricar automóviles en
referencia a la competencia europea y china. Entre los máximos sostenes de la
nueva oligarquía estadounidense que detesta pagar impuestos al Estado Federal,
se cuentan los hermanos David y Charles Koch. Ambos son dueños de más de 50 mil
millones de dólares cada uno y proponen la misma ideación estrafalaria de
Milei: el desguace del Estado por “los ciudadanos libres”.
Esta
especie de utopía anarquista del revés de Mijaíl Bakunin con nula visión
colectiva de los sujetos en sociedad —por eso Trump destaca “el mérito”
individualista sin sentido social—, está conectado con las metas de control de
los primeros teóricos de la secta libertaria estadounidense que ya hemos
recordado en otras notas en Diario Red.
En 1930
proponían una secta de plutócratas viviendo dentro de un paraíso sin pagar
impuestos al Fisco. Un país para ellos solos.
Parece
que Daniel Miller del
Movimiento Independentista de Texas tomó notas. Desde hace tiempo propone el
apartamiento de Texas de los Estados Unidos y transita una guerra virtual con
el Partido Comunista de China (PCC).
Milei calificó a Musk como “un
héroe de la humanidad”
La compañía TikTok
agradeció a Trump la suspensión de la prohibición, aunque no está del todo
claro que sucederá con la puja con Musk —competidor de China en la carrera
espacial— dentro del Gobierno norteamericano.
Por lo
pronto, Trump se refirió a la defensa de “la libertad de prensa”. No deja de
ser una afirmación curiosa de alguien que desprecia a la prensa tradicional de
EEUU.
Milei
calificó a Musk como “un héroe de la humanidad”. Dijo que su intervención al
comprar Twitter en 50 mil millones de dólares —el equivalente a la deuda
externa que tomó Mauricio Macri con Luis Caputo durante su última gestión en
2018— salvó al mundo de “los socialistas”. Musk respondió con un “amo a Milei” en
la red de la que es dueño de los algoritmos que dirigen voluntades a
través de X.
Sujetos rotos, deriva autoritaria y Conan
Milei ya
dispuso que las Fuerzas Armadas puedan intervenir en la Seguridad Interior con
la excusa del narcotráfico y el terrorismo. Violó tres leyes de la democracia
que habían sido consensuadas en la Reforma Constitucional de 1994 y ejecutó un
cambio de lógica por decreto presidencial. La Aeronáutica puede actuar contra
supuestos terroristas pero no hizo nada cuando hace unos días un avión inglés
invadió la Zona Económica Exclusiva de Argentina a 200 millas de la Costa del
Atlántico Sur. Además propone una alianza con la OTAN, cuando Argentina padece
la invasión de Malvinas por parte de uno de los principales socios de EEUU en
el mundo, Inglaterra.
La medida
de Milei que empodera al Ejército se suma al desmantelamiento de las históricas
políticas de Defensa de los Derechos Humanos en búsqueda de Memoria,
Verdad, y Justicia, que comenzó con el Juicio a las Juntas de la dictadura
militar en 1985. Las Abuelas y Madres de Plaza de Mayo estiman que unos 500
niños y niñas nacieron en la Escuela de Mecánica de la Armada, ex ESMA, donde
el Gobierno libertario lanza una cacería de trabajadores y desprotege los
archivos y los equipos de investigación para dilucidar el destino de los bebés
robados entre 1976 y 1983.
Este
conservadurismo rancio tiene poco de libertario y está más apegado a una
tradición neofascista de ciertos sectores sociales.
En esa
construcción de un sentido nacional, Leopoldo Lugones fue el padre de una
noción de identidad por su ponderación del Martín Fierro que escribió José
Hernández.
Lugones
terminó sus días en el Tigre. Se quitó la vida con veneno en febrero de 1938.
Su hijo que llevaba su mismo nombre fue el creador de la picana eléctrica
y lo siguió en el más allá con un balazo en la sien en 1971. Padre e hijo eran
suicidas.
De forma
anticipada, Jorge Luis Borges declaró que si Argentina tomaba como canon
literario el libro “Facundo” de Domingo Faustino Sarmiento su destino habría
sido otro. Quién lo sabe. La barbarie en el siglo XXI está a la vista en Gaza.
Hubo otro
autor suicida que fundó el mito de “Conan, el bárbaro”, nombre con el que Milei
eligió para su perro fantasma.
Robert E.
Howard vivió 30 años en Texas. Solía cartearse con otro genio tenebroso, H. P.
Lovecraft, quien lo llamaba “Robert dos pistolas”. Ambos escribían sobre mundos
imaginarios y oscuros en una revista barata de Nueva York. Lovecraft padeció la
falta de su padre que murió de sífilis y fue criado por una madre puritana que
no lo abrazó nunca. Heredero de una familia de clase alta venida a menos por la
muerte de un abuelo, estuvo casi diez años encerrado después de abandonar la
escuela. Conoció tarde el amor y el sexo con Sonia Greene. La xenofobia de
Lovecraft no pudo con el primer flechazo. Sonia era judía y tenía una
hija de su primer matrimonio. Carol Weld brilló como periodista en la década
del ’30, mientras la ex pareja de su madre inventaba una de las más horrendas
escenas de la literatura de terror: la fundición monstruosa de una madre con su
hijo varón por medio de la columna vertebral después de la aparición de una entidad
cósmica.
Robert
Howard inventó a Conan, guerrero infatigable contra los hechiceros y demonios,
pero no pudo soportar la enfermedad terminal de su madre. Se descerrajó un tiro
en la cabeza dentro de su automóvil un día antes de la muerte de ella por
tuberculosis.
En su
casa había 350 dólares de 1936.
Muy
probablemente, Milei desconozca a los Lugones, a Lovecraft y a Howard, el
inventor del mito de Conan que no era un perro.
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