DE MI ETAPA EN CINEMÁTICO WESTERN
Rafael ZAMORA MÉNDEZ.
A estas serias
alturas de mi ya avanzadilla edad, todavía, respetados Amigos de NACIÓN
CANARIA, siento una desbordante y auténtica
complacencia personal pudiendo visionar aquellas repetidas películas del
fabuloso y remoto yayo quimérico Oeste.
De niño, los
míticos COWBOYS, Tom Mix, Buck Jones, Ken Maynard y otros tantos ya casi
olvidados temerarios renombrados “vaqueros” del arcaico celuloide, constituían
por imperturbable en aquella lejana época todas las pueriles ilusiones sensatas
apetecibles que de batahola manera, tanto nos distraían y entusiasmaban.
Teniendo reunidos
aquellos unos notorios “15 céntimos” de cobre, con su garboso perro y el
nobiliario emblema estampado hispano, se obtenía la ahorrativa entrada al
electo local, en su sesión de matiné, totalmente abarrotado y en el que cada
vez que “el bizarro muchacho”, daba una
soberana “piña” o, a toda velocidad, con su rápida cabalgadura acosijaba
a los despreciables malvados, ¡rabiosamente, nos magullamos las manos,
aplaudiendo a puro golpe, vociferando chillidos en garganta, para que el audaz
“héroe” de marras implantara al fin la esperada justicia pretendida.