lunes, 4 de marzo de 2013

SANTA CRUZ DE TENERIFE, POBRE SANTA CRUZ DE TENERIFE CON TANTO MERCACHIFLE


SANTA CRUZ DE TENERIFE, POBRE SANTA CRUZ DE TENERIFE CON TANTO MERCACHIFLE
Articulos recordatorios de
Miguel Angel Diaz Palarea

El pueblo de Santa Cruz los ha trincado, les ha descubierto con los pantalanes gachos. Ciudadanos de Santa Cruz, ayudados por gente valiente, se revela contra los insaciables de siempre y contempla, ya sin asombro por lo acostumbrado, lo que mana de sus negocietes: la verdosa, gelatinosa y apestosa purulencia de su pus; las excrecencias de sus trapisondas; los zerolines de proceso en proceso, que me juego un huevo –perdón por lo vasto, pero el símil lo requiere- que se presentará a las elecciones al Parlamento, agarrado como garrapata, con su último aliento, a sus privilegios judiciales; los bonitos, hermosos de obra en obra, si es con dinero público mejó que ma mejó, y con información privilegiada ma mejó entodavía; los trotamundos trenores, corre que te pillo de paraíso fiscal en paraíso fiscal y si no sigan el hilo; los plasencia con sus chaslenes y palacetes, mientras los desgraciados de Chovito a la puta calle. Les importa un pedo sus gritos; los adanes que sin puestito político, se dora su futurito calladito, mudo como una puta, pidiendo perdón a las prostitutas por la comparancia; los tiburones del cemento, asesinos del medio ambiente; los áticos, atiquitos que se han forrado de oro con sus chiquitos; sus gatitos y gatitas se han transformado en fieras corrupias y carroñeros peligrosos para con nuestras puteadas islas; los gonzález, patrón de patrones. Qué dolor me embarga al pensar que a los pobres africanos les toca sufrirlos con sus negocietes de dinero sacado a golpetazos al pueblo llano canario; los adalides del perverso cemento y el ladrillo que transforman en oro, oro para ellos y solito para ellos; que son los elegidos por el dedo del cargo político incrustados por ellos mismos en campañas engañosas con “sus” dineros; los del pelotazo, pelotazo bis, y tiro porque me toca, en un abrir y cerrar de ojos y no olvidemos a los pesoistas que recogen las migajas que caen de sus mesas de favores; que se burlan del pueblo con mentiras y medias verdades, entre copas emponzoñadas 
en restoranes de lujo. El Ayuntamiento de Santa Cruz ha sido cuna de pesoistas de gaznate abierto a prebendas. Tengan vergüenza y mándensen a mudal.
Su desvergüenza llega a comprar científicos que han virado la espalda a la sapiencia y han sido abducidos, virados en charlatanes de quincalla de tres al cuarto, pasando de taberna de chochos, vino ácido y serrín, a empotrar sus posaderas en restoranes de postín.
Los cebadales ¡no, que no, “jolines”, como dicen los de pafuera, que no, no, no y no, leches! que raspa las piernecitas de las niñatas; las incultas e indocumentadas de ojos pintarrajeados de la derechona; que cuando van a la playa no desean restregarse sus piernitas depiladas con esas malditas algas que le han quitado de su ensalivada boca el Puerto de Granadilla; les han descubierto e impedido que multipliquen por cienes y cienes de miles cada uno de sus euros. Qué buenas son y qué generosas con nuestro pueblo. ¡Carajo! ¿te parece poco que en sus negocios familiares nos regalen dos puestitos de jardineros en sus campos de golf? Campos de golf que roban el agua a nuestra denigrada agricultura. Qué generosonas son esas señoritingas que mienten cuando dicen querer a nuestras islas Canarias. Las quieren solito para ellas, para que tengan jardineros, obreros a cuatro euros, sirvientes que limpian sus mierdas. Ellos son los elegidos, los tocados por el dedo del dios divino en sus iglesias, mortificado por un clero predominante de espaldas al bienestar general, incluso a las ideas de igualdad de un tal Jesús de Nazaret al que dicen, de boquilla, adorar y dejan caer con estruendo, unos eurillos en el cepillo, que se mamará el “monaguillo”.
Les quitan a los ciudadanos de Santa Cruz para multiplicar su repleto e insaciable buque. Que el milloncito de euros les pare multitud de milloncetes y entre menos a repartir, “mejó que mejó”; los insaciables, los ávidos del negocio negociete; los del pelotazo de las Teresitas, que han hurtado una playa al damnificado pueblo de Santa Cruz de Tenerife; los que se dejan ganar en Tebeto y en otras montañas de Fuerteventura y Lanzarote; los del Parque Marítimo, vergüenza de César Manrique y sus inconfesables amistades peligrosas; los que siempre salen con el buche repleto y babeante.
Que conste que los pongo con minúscula porque entiendo que la categoría de su honradez no merece mayúscula, ni de coña, mis cuates.
La legión de lameculillos y sicarios ya pregonan en sus medios de comunicación las bellezas del Plan de Ordenación de Santa Cruz de Tenerife; tengan vergüenza y no se vendan otra vez; tengan una pizca de dignidad, mis cuates, que su culo ya está al aire como el tiempo dejará clarito –sus artículos quedarán impresos-: los expondrá, como un cuadro surrealista, con sus pelos, pendejos, granos, granitos, forúnculos y pústulas violáceas; me traen a la memoria las buenas “plumas” que fueron compradas por un puestito, por supuesto bien remunerado, mientras degustaban un vinito godo godete; la plumilla de los puritanos españoleros, “zurdos” de toda una vida, matadores de nacionalistas, inventadores de patrañas, periodistas a sueldo, vergüenza de aquella profesión; los “encantos billetiles” que han quedado abducidos –porque se dejan, que conste-, les hacen vender su alma libre al diablo de la grosera e incivil especulación. ¡Viva su culo y sólo su culo! –perdón por tanto culo-. Cuando los señalan como ejemplo de escoria, encorajinados, gritan: ¡la verdad me importa un “peo”, tenga yo el bolsillo repleto que el pueblo me suda los huevos; su bienestar, el del sudado y humilde Santacrucero me las trae al pairo, me afecta un bledo, dicho en godo ramplón; tenga en cuenta, dicen gozosos: que con unos eurillos perversos, estoy satisfecho, que con mi indigna dignidad no estoy para repartir besos! Pobres desgraciados santacruceros, que ya tienen bastante con el carnaval, ya sea de Oñate, de Plano o de cualquier otro sinvergüenzón, dicho todo esto con el cariño de la Ni fu ni fa. Me apunto la paternidad de la frase.
Para terminar les traigo la canción ya publicada en http://www.tamaraguas.blogspot.com <>:
¡Construir, construir malditos! ¡Ladinos, bobos y beatas de diaria comunión, que papá Dios ha llegado con sus ideas de salvación!
País de adoquines, piches, cemento, revuelto con picón, rofe y arena de playa. ¡Viva la construcción!
País de apartamentos, adosados, mamotretos, carreteras y “retondas” campos de golf, viva el gangocheo facilón. ¡Cojón, cojón y más cojón¡
País de Espabilados ¡Desalmados del trinque! ¡Sanguijuelas del medio ambiente! ¡Viva el vacilón¡¡Cojón, cojón y más cojón¡

La mordida como método ¡La campaña electoral bienpagá! ¡El politiqueo de influencias! ¡Viva el vacilón!¡Cojón, cojón y más cojón¡

¡Desvergonzados! Pendencieros del ladrillo ¡¡Viva el enriquecimiento Express! ¡Viva el billete al bolsillo ¡ ¡Viva su bienaventurada cara dura¡¡Vivan sus indecentes discursos para analfabetos y apesebrados! ¡Qué bonito!, ¡que carita para un gofetón!, cuando pregonan:
-Si descuartizamos nuestras riquezas naturales, lo concebimos porque somos buenos, hermanitas de la caridad, nos afanamos sin descanso para enriquecer a nuestro, que carajo digo, “su” pueblo, ¡Viva el pelotazo de la construcción!¡Cojón, cojón y más cojón¡

Santa Cruz de Tenerife y sus costas proyectadas con cerebro de hormigón, Mogán, Arona, Adeje, Arrecife, Teguise, El Rosario, Candelaria, Telde… ¡Viva el negocio, compadre, mi cuate…! Que las malas mañas las aprendí en la Venezuela de la mordida y el negocio ramplón. ¡Teresitas!, ¡Teresitas!, que lo que las Teresitas a políticos corruptos procura, ni dios se los debe quitar. Teresitas, las Teresitas de arena rubia del Sáhara. Cantan, los embobados con tanto carnaval, con un estribillo vacilón:
-“Que buen gestos público que de sopetón me convierte en millonario y el alcalde en parrandas y rosarios. Con dinero del pueblo desgraciado tengo el negocio asegurado”. Que continúe la canción.
Aquellos de la construcción son nuestros padres, frutos del putiferio económicos, padres de “su” patria canaria, del enriquecimiento mamón, del robo al pueblo damnificado, dormido por el cantar adulón.
¡Fuera del campo nacionalista los corruptos y mamones¡; que Canarias, nuestras queridas Islas Canarias, nuestro archipiélago necesita gentes honradas, hombres y mujeres que las defiendan de corazón y no de perversos políticos de rostro ramplón que sólo defienden su bolsillo e insultan a los independentistas con su egoísmo gorrón.

Miguel Ángel Díaz Palarea, 31 de diciembre de 2009



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