Articulos recordatorios de
Miguel Angel Diaz Palarea
El pueblo de Santa Cruz los ha trincado, les ha
descubierto con los pantalanes gachos. Ciudadanos de Santa Cruz, ayudados por
gente valiente, se revela contra los insaciables de siempre y contempla, ya sin
asombro por lo acostumbrado, lo que mana de sus negocietes: la verdosa,
gelatinosa y apestosa purulencia de su pus; las excrecencias de sus
trapisondas; los zerolines de proceso en proceso, que me juego un huevo –perdón
por lo vasto, pero el símil lo requiere- que se presentará a las elecciones al
Parlamento, agarrado como garrapata, con su último aliento, a sus privilegios
judiciales; los bonitos, hermosos de obra en obra, si es con dinero público
mejó que ma mejó, y con información privilegiada ma mejó entodavía; los
trotamundos trenores, corre que te pillo de paraíso fiscal en paraíso fiscal y
si no sigan el hilo; los plasencia con sus chaslenes y palacetes, mientras los
desgraciados de Chovito a la puta calle. Les importa un pedo sus gritos; los
adanes que sin puestito político, se dora su futurito calladito, mudo como una
puta, pidiendo perdón a las prostitutas por la comparancia; los tiburones del
cemento, asesinos del medio ambiente; los áticos, atiquitos que se han forrado
de oro con sus chiquitos; sus gatitos y gatitas se han transformado en fieras corrupias
y carroñeros peligrosos para con nuestras puteadas islas; los gonzález, patrón
de patrones. Qué dolor me embarga al pensar que a los pobres africanos les toca
sufrirlos con sus negocietes de dinero sacado a golpetazos al pueblo llano
canario; los adalides del perverso cemento y el ladrillo que transforman en
oro, oro para ellos y solito para ellos; que son los elegidos por el dedo del
cargo político incrustados por ellos mismos en campañas engañosas con “sus”
dineros; los del pelotazo, pelotazo bis, y tiro porque me toca, en un abrir y
cerrar de ojos y no olvidemos a los pesoistas que recogen las migajas que caen
de sus mesas de favores; que se burlan del pueblo con mentiras y medias
verdades, entre copas emponzoñadas
en
restoranes de lujo. El Ayuntamiento de Santa Cruz ha sido cuna de pesoistas de
gaznate abierto a prebendas. Tengan vergüenza y mándensen a mudal.
Su
desvergüenza llega a comprar científicos que han virado la espalda a la
sapiencia y han sido abducidos, virados en charlatanes de quincalla de tres al
cuarto, pasando de taberna de chochos, vino ácido y serrín, a empotrar sus
posaderas en restoranes de postín.
Los
cebadales ¡no, que no, “jolines”, como dicen los de pafuera, que no, no, no y
no, leches! que raspa las piernecitas de las niñatas; las incultas e
indocumentadas de ojos pintarrajeados de la derechona; que cuando van a la
playa no desean restregarse sus piernitas depiladas con esas malditas algas que
le han quitado de su ensalivada boca el Puerto de Granadilla; les han descubierto
e impedido que multipliquen por cienes y cienes de miles cada uno de sus euros.
Qué buenas son y qué generosas con nuestro pueblo. ¡Carajo! ¿te parece poco que
en sus negocios familiares nos regalen dos puestitos de jardineros en sus
campos de golf? Campos de golf que roban el agua a nuestra denigrada
agricultura. Qué generosonas son esas señoritingas que mienten cuando dicen
querer a nuestras islas Canarias. Las quieren solito para ellas, para que
tengan jardineros, obreros a cuatro euros, sirvientes que limpian sus mierdas.
Ellos son los elegidos, los tocados por el dedo del dios divino en sus
iglesias, mortificado por un clero predominante de espaldas al bienestar
general, incluso a las ideas de igualdad de un tal Jesús de Nazaret al que
dicen, de boquilla, adorar y dejan caer con estruendo, unos eurillos en el
cepillo, que se mamará el “monaguillo”.
Les
quitan a los ciudadanos de Santa Cruz para multiplicar su repleto e insaciable
buque. Que el milloncito de euros les pare multitud de milloncetes y entre
menos a repartir, “mejó que mejó”; los insaciables, los ávidos del negocio
negociete; los del pelotazo de las Teresitas, que han hurtado una playa al
damnificado pueblo de Santa Cruz de Tenerife; los que se dejan ganar en Tebeto
y en otras montañas de Fuerteventura y Lanzarote; los del Parque Marítimo,
vergüenza de César Manrique y sus inconfesables amistades peligrosas; los que
siempre salen con el buche repleto y babeante.
Que
conste que los pongo con minúscula porque entiendo que la categoría de su honradez
no merece mayúscula, ni de coña, mis cuates.
La
legión de lameculillos y sicarios ya pregonan en sus medios de comunicación las
bellezas del Plan de Ordenación de Santa Cruz de Tenerife; tengan vergüenza y
no se vendan otra vez; tengan una pizca de dignidad, mis cuates, que su culo ya
está al aire como el tiempo dejará clarito –sus artículos quedarán impresos-:
los expondrá, como un cuadro surrealista, con sus pelos, pendejos, granos,
granitos, forúnculos y pústulas violáceas; me traen a la memoria las buenas
“plumas” que fueron compradas por un puestito, por supuesto bien remunerado,
mientras degustaban un vinito godo godete; la plumilla de los puritanos
españoleros, “zurdos” de toda una vida, matadores de nacionalistas,
inventadores de patrañas, periodistas a sueldo, vergüenza de aquella profesión;
los “encantos billetiles” que han quedado abducidos –porque se dejan, que
conste-, les hacen vender su alma libre al diablo de la grosera e incivil
especulación. ¡Viva su culo y sólo su culo! –perdón por tanto culo-. Cuando los
señalan como ejemplo de escoria, encorajinados, gritan: ¡la verdad me importa
un “peo”, tenga yo el bolsillo repleto que el pueblo me suda los huevos; su
bienestar, el del sudado y humilde Santacrucero me las trae al pairo, me afecta
un bledo, dicho en godo ramplón; tenga en cuenta, dicen gozosos: que con unos
eurillos perversos, estoy satisfecho, que con mi indigna dignidad no estoy para
repartir besos! Pobres desgraciados santacruceros, que ya tienen bastante con
el carnaval, ya sea de Oñate, de Plano o de cualquier otro sinvergüenzón, dicho
todo esto con el cariño de la Ni fu ni fa. Me apunto la paternidad de la frase.
Para
terminar les traigo la canción ya publicada en
http://www.tamaraguas.blogspot.com <>:
¡Construir,
construir malditos! ¡Ladinos, bobos y beatas de diaria comunión, que papá Dios
ha llegado con sus ideas de salvación!
País
de adoquines, piches, cemento, revuelto con picón, rofe y arena de playa. ¡Viva
la construcción!
País
de apartamentos, adosados, mamotretos, carreteras y “retondas” campos de golf,
viva el gangocheo facilón. ¡Cojón, cojón y más cojón¡
País
de Espabilados ¡Desalmados del trinque! ¡Sanguijuelas del medio ambiente! ¡Viva
el vacilón¡¡Cojón, cojón y más cojón¡
La
mordida como método ¡La campaña electoral bienpagá! ¡El politiqueo de
influencias! ¡Viva el vacilón!¡Cojón, cojón y más cojón¡
¡Desvergonzados!
Pendencieros del ladrillo ¡¡Viva el enriquecimiento Express! ¡Viva el billete
al bolsillo ¡ ¡Viva su bienaventurada cara dura¡¡Vivan sus indecentes discursos
para analfabetos y apesebrados! ¡Qué bonito!, ¡que carita para un gofetón!,
cuando pregonan:
-Si
descuartizamos nuestras riquezas naturales, lo concebimos porque somos buenos,
hermanitas de la caridad, nos afanamos sin descanso para enriquecer a nuestro,
que carajo digo, “su” pueblo, ¡Viva el pelotazo de la construcción!¡Cojón,
cojón y más cojón¡
Santa
Cruz de Tenerife y sus costas proyectadas con cerebro de hormigón, Mogán,
Arona, Adeje, Arrecife, Teguise, El Rosario, Candelaria, Telde… ¡Viva el negocio,
compadre, mi cuate…! Que las malas mañas las aprendí en la Venezuela de la
mordida y el negocio ramplón. ¡Teresitas!, ¡Teresitas!, que lo que las
Teresitas a políticos corruptos procura, ni dios se los debe quitar. Teresitas,
las Teresitas de arena rubia del Sáhara. Cantan, los embobados con tanto
carnaval, con un estribillo vacilón:
-“Que
buen gestos público que de sopetón me convierte en millonario y el alcalde en
parrandas y rosarios. Con dinero del pueblo desgraciado tengo el negocio
asegurado”. Que continúe la canción.
Aquellos
de la construcción son nuestros padres, frutos del putiferio económicos, padres
de “su” patria canaria, del enriquecimiento mamón, del robo al pueblo
damnificado, dormido por el cantar adulón.
¡Fuera
del campo nacionalista los corruptos y mamones¡; que Canarias, nuestras
queridas Islas Canarias, nuestro archipiélago necesita gentes honradas, hombres
y mujeres que las defiendan de corazón y no de perversos políticos de rostro
ramplón que sólo defienden su bolsillo e insultan a los independentistas con su
egoísmo gorrón.
Miguel
Ángel Díaz Palarea, 31 de diciembre de 2009
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