ROTURA DE CANALES
L.Soriano
De entre las muchas consecuencias y efectos beneficiosos que el cambio o alternancia de gobierno produce es sin duda alguna la rotura de los canales de la corrupción y del nepotismo. Así pues, estamos asistiendo a lo que es con toda seguridad a una parada en la sangría a la que este país estaba sometida en estos últimos años. Algún escape hay todavía por el Sur, grande, y por el Norte mediano, pero el grueso del caudal, ya está seco. Los apartados, ninguneados y laminados, vuelven a ver la luz del sol, y ha empezado la cacería y la delación del corrupto, del “chollero” del practicante del amiguismo y del conseguidor de sinecuras.
Esto solo ya es bastante positivo para nuestra economía, y servirá sin ninguna duda para que se estabilicen los ingresos fiscales. La rotura de canales por donde fluía el derroche, y el latrocinio generalizado, lo que recibía el “repartidor” de prebendas, el receptor de los convolutos y el asignador de locuras y disparates, todo eso se ha parado. Los gastos astronómicos de Fomento, AENA incluido, dados a dedo a algún cercano que cargaba el triple a lo que presupuestaba, los gastos bastardos en Sanidad y en Formación vía asociaciones empresariales y sindicatos, las dadivas de Exteriores financiando todo tipo de dislates incomprensibles y regalando a manos llenas a países muy significados miles de millones de euros recaudados y que ahora nos salvarían de todo mal. Los Liberados también, que están cayendo ya en la poda empezando por Madrid y que se extenderá a toda España y no solo a las empresas públicas. El desmantelamiento de las 6000 empresas fantasma asociadas a la Administración, el estancamiento en la contratación de adeptos, amigos, familiares o “relativos”, pero siempre de la cuerda, todo esto, se ha terminado. De momento. Por eso hay que aprovechar que el canal está roto para, no solo impedir que se reparen con destino distinto del flujo, sino que jamás se vuelva a canalizar haciéndolo imposible desde la fuente u origen de los fondos. Esto es importante, ya que el mayor ente dilapidador de recursos reside en las Autonomías y sus Cajas adjuntas, y ya vimos como se reparan los canales dormidos que secos pero paralelos corrían en algunas y que se han vuelto a recuperar con espantosa rapidez como es el caso Catalán tras el paréntesis del tripartito. Tenemos la experiencia, y si dejamos que siga existiendo la posibilidad de que lo hagan, sin duda lo harán. Así pues, impidamos que se recompongan los canales, busquemos los cegados y destruyámoslos y pongamos los controles necesarios para que jamás y nunca se vuelva a producir los disparates que desde todas partes se han producido y que han dejado a nuestra economía a la altura de Somalia. A reflexionar
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