domingo, 26 de febrero de 2012

EL GRAN NEGOCIO GLOBAL, por Eduardo Sanguinetti


EL GRAN NEGOCIO GLOBAL
Por Eduardo Sanguinetti, filosofo
  Lo que importa de este editorial, es la "nueva visión y laconsiguiente derrota" en la que ya no sabemos quien mira a quién.Frente a las Corporaciones mediáticas hay dos continentes. Al oestedel Atlántico prevalece el Optimismo, al este cierto Pesimismo. Una, llena de energía, canta la liberación. La otra más nostálgica,deplora la pérdida. Maníacos y melancólicos, de hecho, Europaprivilegia el momento político de la transmisión cultural. Unareconstrucción recelosa descubre la "manipulación ideológica" y el"control social" detrás de los aparatos de producción cultural, merasherramientas de encuadramiento y sujeción. La dominación entonces: lacomunicación. La lógica interna de las industrias culturales implica sin embargo lapromoción de lo singular, lo sorprendente, incluso lo "anormal" demodo que el estereotipo consumidor, se nutre de una incesante ysiempre azarosa fabricación de prototipos (discursos políticos,culturales, películas, canciones, vestimenta, gastronomía). La máquinade generar conformismo vive de anticonformismo a repetición, y sólomanteniéndose exterior a la paradoja "serialización de originales", esposible reducir los medios exclusivamente a su "función niveladora". La industria cultural, no obstante es denunciada por el granintelectual "europeo", como factor de conformismo, degradación ymasificación. Depositarios de la más elevada cultura, literaria yfilosófica, Adorno y Horkheimer desprecian el cine y el jazz, Bourdieupone en el banquillo a la televisión. Con la idea de la reproduccióncomo degradación (de originales y de los valores del aura) Benjamin,más artista pero también más interrogador y curioso, con respecto alas innovaciones de su tiempo, pertenece plenamente a ese gran linaje. La línea América privilegiará al contrario el momento técnico de latransmisión. A sus ojos, medium is mesage. De Edison a Bill Gates, deBell a Negroponte, se confía únicamente, con una temible disposiciónen las propiedades intrínsecas de los dispositivos, postulando lamentalidad política del medio emisor. Se olvidan de las tendenciaspara hablar de performances. El elogio del canal civilizador, ocultala naturaleza de los flujos y sus efectos de avasallamiento. La transmisión digitalizada y comunicada por las redes de la web, nosdicen hacen obsoletos el Estado- Nación, pero se reemplazan lasdisputas territoriales por las batallas de normas entre competidores -versión tecnológica eufemizada de la expansión nacionalista. Rechazoproclamado de la ideología, en realidad extremadamente ideológico,como es patente hoy en día en la exaltación euforizante de Internet yla salvación por la autopista de la información elevada a categoría deconocimiento: wikipedia y demás. La conexión digital de todos con todos, se presenta como panópticopanacea, camino por fin descubierto hacia la expansión planetaria delindividualismo democrático. La inclusión en la red como remedioimaginario a la exclusión, que en la realidad permanece más que nuncaen la historia, sirve para enfriar en la asepsia técnica una cuestióncaliente, claramente u oscuramente política. Para mejor dominar la línea América, disocia la comunicación de ladominación, escamoteando la normalización detrás del equipamiento,convertido de tal modo en espejitos de colores. La empresa mediáticatal como se da hoy, es un capricho megalómano y no un intento de saberreflexivo, sin siquiera examinar sus propias debilidades (lo que lehace obligatoria la modestia, mal que le pese). El trabajo dedesencantamiento no tiene fin, por suerte.¿Cómo dudar de que llegó eldía en que algunos métodos de análisis incongruentes llegaron asustituir a la Cultura y la Política, por la técnica? Hoy, losburócratas de lo mediático con sus herramientas rudimentarias y magrosmedios dejan bien justificado su des-hacer. Esta conclusión esevidente. A través de signos hiper-evidentes notaremos el fin de la Democracia ysu desaparición, devenidos en saber a ciencia cierta, que la AldeaGlobal es un Negocio de enormes dimensiones, donde las corporacionesen su debe y haber manipulan nuestras existencias instaladas en lasotrora repúblicas democráticas: corporaciones- petroleras,corporaciones-eléctricas, corporaciones-medicinales,corporaciones-armamentísticas, corporaciones-mediáticas,corporaciones-sindicales, corporaciones del espectáculo ydemás...¿Debería poder probar, que es cierto? A manera de epílogo: "América" piensa en las pistas de información y"Europa" en el mensaje. Nuestra orden del día sería de tipoeuroamericano: Volver a colocar al peregrino "en el camino". ¿YOriente?: "el nuevo sendero" con mensaje tangencial incluido,fragmento del "Gran Negocio". Hoy estamos muy lejos de poder asumir loque hemos heredado y mucho menos modificarlo. El mundo ya no es elmejor lugar para esconderse. Ya no necesitamos dioses ni gurúes. Noesperemos nada, excepto de nosotros mismos.

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