BUBBLES
L. Soriano
Las Burbujas que es la traducción del título, como seguro que habrán captado, son frágiles estructuras a veces fascinantes, pero que por efímeras, débiles y ligeras nada puede basarse o apoyarse en ellas. Extrapolando el término a la economía, he recogido una defunción que quizás se ajuste a su significado. “Es el efecto que se caracteriza por una subida anormal y prolongada del precio de un activo o producto, de forma que dicho precio se aleja cada vez más del valor real o intrínseco del mismo”. ¿Qué tal? Aquí en España se ha cargado el término en lo de Burbuja Inmobiliaria, pero hay más burbujas, algunas explotan solas, pero a otras me temo, habrá que pincharlas. La primera burbuja se produce cuando un país como el nuestro, decide entrar en el Euro a pecho descubierto y sin haberse preparado para ello. Es como querer correr el Maratón sin entrenar, con barriga cervecera y fumando como carretero, sin haber dado dos pasos rápidos nunca. Europa entonces nos ve como un gran Mercado, y cuando agotamos nuestros pequeños recursos nos dan dinero barato a espuertas, para que compremos más cosas. Dado que no producimos casi nada y no tenemos energía ni combustible, nuestras facturas son verdaderamente bravas. La segunda burbuja se produce, como consecuencia de la primera, y es la financiera. Si el dinero se torna muy barato, los Bancos ganan menos. Pero si se sube el endeudamiento a la estratosfera, se multiplica el valor de los activos, los precios aumentan escandalosamente y los tipos bajos son aplicados a altísimas bases, dan sus beneficios multiplicados. En tercer lugar, se produce, aquí sí, la burbuja inmobiliaria, consecuencia sin duda de las dos anteriores. El dinero no va a la Industria, ni a la tecnología, ni a la Investigación ni a la Innovación, sino a algo más sencillo. El ladrillo. La idea no es mala. Los europeos no quieren competidores y además quieren retirarse al sur a climas cálidos, así que todos contentos. Nosotros no nos metemos con su tecnología y ellos nos compran apartamentos y villas en las costas. Eso funciona un tiempo pero se extiende a todo el territorio, la gente aprovecha el auge y se hace propietaria, sin saber bien en detalle que es lo que está haciendo y con la complicidad sin duda alguna de nuestras instituciones, además sin sopesar que puede ocurrir si algo falla. Y finalmente en este análisis consecuencia de todo lo anterior, se crea la burbuja Administrativa. La peor porque no se pincha tan fácilmente, y menos sola. Además esta burbuja es perversa, porque crea un parasito que le es endémico. La Corrupción generalizada. Van unidas ,aparejadas y provienen mayormente de la anterior. La burbuja Inmobiliaria, pero no solamente, es la que hace crecer y alimenta “la solitaria” interna que padece la Administrativa. Del Euro, salir, aunque lo promulgo, lo entiendo una utopía. Que nos echen puede, pero que salgamos no creo. La Financiera se revienta sola a la fuerza. La Inmobiliaria estalló hace tiempo aunque aún queda tramo de deshincharse porque no han encontrado sustituto. La que no se deshincha ni a tiros es la Administrativa preñada de la Tenia insaciable de la corrupción. A Reflexionar
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