LO QUE NO PUEDE SER NO PUEDE SER …….
L.SORIANO
ademas es…imposible . Pues sí. Puede parecer atacable desde todo punto de vista, menos el del rigor. Pero la situación que pretendemos mantener, el modelo que fingimos sostener, el sistema que disfrazamos para faltar a la verdad, No Puede Ser. La tan denostada dictadura Franquista, creó, al estilo de otras de parecido corte aunque de distinto signo, una gran cantidad de derechos colectivos. Con tal de no dar derechos universales ni individuales, todo era poco para acallar a las masas. Cuando arriba la democracia, nadie, en absoluto, se plantea ni por un momento que a la vez que se desmonta el Sistema dictatorial, desmontar a su vez absolutamente todos los “privilegios” que conllevaban para ciertos sectores sociales. Se desmontan los llamativos y los que se consideran más negativos, pero, con criterio incierto se mantienen otros muchos. No se le dice a nadie, que esto que se consigue y por el que todos nos congratulamos y queremos disfrutar, va a tener un costo, que alguien tendrá que pagar. Inmediatamente se ponen en marcha unas leyes con alto coste de aplicación, y sobre todo con un desnortado plan fiscal que hasta esa fecha, era poco significativo. La ilusión, y el desarrollo posterior hacen que se atenúe el monstruo que estamos alimentando, manteniendo unos “derechos” imposibles de sostener en las situaciones cambiantes. Sin embargo, hay muchos indicadores que nos avisan ya que tenemos un altísimo desempleo endémico y unas bolsas de pobreza enorme, pero los ignoramos, simplemente. Además, gran parte del coste social y de dependencia, lo soportan instituciones como la Iglesia, y el Ejercito se desmantela prácticamente con lo que el gasto militar se deja tendente a cero. Así esto, la Hacienda Pública, decide acercarse a Europa en la recaudación y en la implantación de Impuestos europeos, inasumibles claramente para una sociedad como la nuestra con pilares tan débiles. Pero lo peor es que no se acaba con los “privilegios” otorgados en otras épocas donde la clase empresarial, la clase dominante, y la clase política eran absolutamente distintas y distantes. Las dos primeras han cambiado radicalmente, la tercera no tanto, y además en la mayoría de los casos para peor, ya que la clase política ha derivado a la corrupción o cuando menos hacia el despilfarro y derroche indiscriminado, sin rigor alguno al administrar nuestros impuestos. Así pues, esa utopía de derechos solo se hubiese podido mantener, si la fiscalidad no hubiese escalado cimas insoportables. Pero habiéndolo hecho hasta límites confiscatorios, no queda margen para que la clase empresarial, que hoy conformamos 4 millones de pequeñísimos o minúsculos empresarios, podamos mantener a los trabajadores por cuenta ajena las circunstancias anteriores, de otras épocas y otros modelos. Es como agua y aceite. O se rebajan los impuestos al mínimo absoluto o no se mantendrán de ninguna manera, las actuales condiciones laborales ni mucho menores que fueran. No puede ser… y además es imposible. A reflexionar.
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