martes, 7 de febrero de 2012

CU CU - DO DO (FINAL EN FORMA ORDENADA) por Eduardo Sanguinetti, filosofo


CU CU - DO DO (FINAL EN FORMA ORDENADA)

PRÓLOGO

Por EDUARDO SANGUINETTI, FILOSOFO

Solo cuando uno se aburre de discurrir descansa un tiempo en una conclusión.

Han pasado quince años desde la intervención objeto de este libro y las notas a las que me obliga mirar ahora el texto, tienen la distancia como tema y como instrumento y su compendio encuentra una singular unidad, una fuerza de impacto que - pienso aún - es inseparable de los temas que aborda.

La historia no está en los libros, ni en los medios de comunicación, sino en nosotros que la vivimos y hacemos sólo a condición de soportarla. Los libros, medios de comunicación, sólo conservan el reflejo lejano y fugaz de eso que los hombres viven de muy cerca. Por lo mismo, desgraciadamente es esto lo que los torna imprescindibles. Ellos nos permiten observar fugazmente todo eso que nosotros somos, incluso nuestras miserias, me refiero a esos juicios de valor que alguna vez pronunciamos sobre los otros, tal vez con el único fin  de sentirnos diferentes. Cuando en verdad no somos más que una parte de eso mismo que repudiamos, el complemento de un sistema ciego y difuso, que nos incluye en el momento preciso que nosotros mismos entendemos abarcar una de sus partes.

En este sentido y en un país que transita una existencia hoy, sin filósofos, sin crítica ni teoría estética, sin prensa independiente, sin crítica intelectual ni confrontación real de las ideas, brevemente, en un país sin memoria, esta obra constituirá quizás un buen golpe constitutivo de discontinuidad.

Nadie ignora las dificultades a las que debemos enfrentarnos, cuando intentamos comunicar inquietudes, excitaciones, denunicas desde un medio abierto a otro cerrado, desde un ambiente "totalmente en movimiento" a otro "enteramente parado"...se sabe: basta mostrar un mínimo de entusiasmo o participación frente a un país "que simuladamente lo está poniendo todo en discusión", para que le caigan encima al intelectual destructor de absolutos y evidencias, las reacciones de la iracunda pereza, las ironías de la periferia que se toma por centro, los escarnios del escepticismo...Pero no nos engañemos, repensar  Argentina significa establecer un diálogo con la "falsa modestia", en fin, uno aprende a juzgarse ni tan ruda ni tan duramente, pero algo es cierto: los años han transcurrido y ya no es lo mismo para uno ni para las generaciones que nos siguen.¿El problema? Bien se trata de la conjugación, hoy más que nunca, de la filosofía, las ciencias, la estética, la "praxis científica", la "praxis del intelectual" y la denominada actualidad de hoy, con la ética y la política.

Debo volver sobre "CU CU - DO DO" y desde el privilegio que me otorga  la distancia, manifestar que he preferido conservar la transcripción original del texto, con su ritmo y alusiones particularmente excesivas, pero procurando hacer de este libro-experiencia, un espacio donde la lógica pierda su valor absoluto, donde el conocimiento haga renacer ignorancias, donde la duda impida fundar el tabú de la creencia, en fin un espacio donde no se imponga la autocomplascencia, ni se necesite de la disculpa, y sobre todo y ante todo rescatar un concepto: el recupero del proyecto moderno del arte ante la emergencia de la cultura disoluta que ha perdido su alma.


CAPÍTULO I

ADVERTENCIA: BREVE RELATO INTERRUMPIDO

"No critiques lo que no comprendes hijo, nuca estuviste en el pellejo de ese hombre"
Elvis Aaron Presley

Deseo hablar en estas páginas de cómo un hombre excepcionalmente dotado experimentó el derrumbe de todos los valores convencionales, un quiebre del que apenas se enteró, mucho después de que se produjera.

Por lo menos existe un punto de partida para intentar comprender este viraje en él siguiendo senderos esencialistas:"Siento..., pero no existo", nos dice expresamente en su ultimo libro.

El asunto que se plantea hoy es la búsqueda del porqué, donde estaba la fisura a través de la que su entusiasmo y vitalidad se habían dado a la fuga...con poesía, en un retorno al origen, su autoinmolación en un despojamiento del tiempo.

Si algún joven lector intentara tomar contacto con Él, para aprender a ser un cínico y escéptico intelectual, una víctima del sentido, que escribe acerca del agotamiento emocional que a menudo se apodera de ciertos adultos sensibles, acribillados por el milagro del recuerdo, comprobará que el estado natural del adulto inteligente y sensible es de una infelicidad específica.

Sus propios momentos de plenitud en el pasado, a menudo se aproximaban a algo así como un éxtasis que no podía compartir ni siquiera con el ser a la que más amaba, sino que tenía y debía agotarla caminando por tranquilas calles, y de esos momentos sólo quedaban fragmentos que destilar en las líneas de algún difuso poema.

No obstante trata de ser un animal correcto y si le tiran un hueso con bastante carne, hasta puede ser que les lama la mano.

"Era un hombre sin importancia colectiva, apenas un individuo".
Louis Ferdinand Céline

En el reloj ha pasado la hora y apenas he abordado mi Tesis. Tengo alguna duda que esto sea de interés, pero si alguien quiere saber más, dígamelo, pero en voz baja, pues tengo la sensación de que alguien duerme profundamente.

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